5 lugares fantásticos que hay que visitar en Milán
Aunque carece de la magia veneciana o florentina, Milán tiene lugares llenos de historia y encanto. Te vamos a mostrar que la ciudad de la moda tiene muchos tesoros y obras de arte por descubrir. ¿Nos acompañas?
5 lugares de Milán que no te puedes perder
1. El Duomo
El Duomo, la catedral de Milán, es el monumento símbolo de la ciudad y uno de los iconos de Italia. Esta enorme catedral gótica se encuentra en el corazón de la ciudad. Tiene 157 metros de longitud, 11.700 metros cuadrados y puede albergar a unas 40.000 personas. Con estas dimensiones, es una de las más grandes del mundo.
Puedes maravillarte con sus exteriores de mármol blanco rosado. Su parte superior está coronada con infinidad de pináculos y torres que terminan en estatuas que contemplan la ciudad. Entre estas estatuas destaca la esculpida por Giuseppe Perego en 1774, conocida como la Madonnina. Esta estatua de cobre dorado es el punto más alto de la ciudad y se ha convertido en el símbolo de Milán.
Pero si su fachada te deja con la boca abierta, espera a ver el interior de esta magnífica iglesia. El suyo es un aspecto estilizado y amplio gracias a largas columnas de mármol y estatuas talladas que llegan hasta el techo.
Entre las columnas hay diferentes obras de arte. Y de todas ellas llama la atención la de San Bartolomé, patrono de los curtidores. Aparece con la piel cayéndole de los hombros tras ser martirizado. El techo, por otra parte, contiene una bóveda que guarda un clavo de la Cruz de Cristo.
Para completar de maravillarte, puedes subir a la terraza de la catedral. Esta ocupa prácticamente toda la superficie del tejado. Desde ella se admiran unas vistas fantásticas de la ciudad. También se tiene una interesante visión de los pináculos y las esculturas del tejado.
“El mundo es un libro, y aquellos que no viajan leen solo una página.”
– San Agustín –
2. Galleria Vittorio Emanuele II
Esta galería es también conocida como el “Salón de Milán”. Se trata de una galería comercial que data del siglo XIX. En ella se pueden encontrar, además de agradables restaurantes con terraza, las tiendas más elegantes de la ciudad.
Este edificio está constituido por dos arcadas perpendiculares cubiertas por una bóveda de vidrio y hierro. Se encuentra entre dos grandes monumentos de Milán: la catedral y el Teatro alla Scala. Este es uno de los lugares más interesantes de la ciudad.
3. Teatro alla Scala
El Teatro alla Scala es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo. Su exterior cuenta con un aspecto sobrio y elegante que parte de una belleza antigua que sorprende a todos.
Cuando el Teatro Ducale fue destruido por un incendio en 1776, el archiduque Fernando de Austria ordenó la construcción de un nuevo teatro. La construcción se llevó a cabo donde se encontraba la iglesia de Santa María alla Scala, que daría nombre al nuevo teatro de la ciudad.
Fue dañado en 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que fue reconstruido tres años después. Luego fue renovado en el año 2002 y reinaugurado en 2004 con la obra L’Europa Riconosciuta de Salieri. Este importante teatro ha sido el lugar de estreno de importantes óperas como Otello y Nabucco de Verdi, o Madame Butterfly de Giacomo Puccini.
4. El castillo Sforzesco
Esta fortaleza data del siglo XIV y es uno de los monumentos más emblemáticos de Milán. Atesora una larga historia y actualmente alberga varios museos de interés como el Museo de Arte Antiguo, la Pinacoteca, el Museo Egipcio y el Museo de Prehistoria.
También alberga el Museo de Artes Decorativas, el Museo de Instrumentos Musicales y el Museo del Mueble. Además, el castillo también tiene otros espacios expositivos como el Museo de la Piedad Rondanini, la “Sala delle Asse” de Leonardo da Vinci, la Colección Numismática y de Medallas, la Colección de Grabados “Achille Bertarelli” y la Colección de Dibujos.
5. La última cena de Leonardo da Vinci
La última cena de Leonardo da Vinci es una de las pinturas más famosas del mundo. Se trata del mural original realizado por da Vinci entre 1495 y 1497, que se encuentra en la pared del comedor del antiguo convento de los dominicos de Santa Maria delle Grazie.
Esta enorme pintura de más de cuatro metros de altura y casi nueve metros de ancho, fue realizada con tempera y óleo sobre una preparación de yeso. Vale la pena admirar esta obra de arte única y maravillosa.