5 lugares imprescindibles de Ámsterdam
Ámsterdam, la capital de Holanda, es una ciudad fascinante por muchos motivos. Por su arquitectura. Por su trazado urbano de calles, puentes y canales. Por su intensa vida cultural con multitud de exposiciones y conciertos. Por su libertina vida nocturna. Y, sobre todo, por la amabilidad de sus habitantes que hacen que la visita a esta ciudad sea sumamente placentera.
Son muchos los atractivos que posee la capital holandesa pero, como es habitual que viajemos con el tiempo muy contado, aquí vamos a hacer una selección con los cinco lugares imprescindibles para visitar en Ámsterdam.
1. El Rijksmuseum
Es el principal museo de Ámsterdam y de toda Holanda. Aquí se puede contemplar gran parte de la historia de la pintura europea, pero especialmente la obra de los grandes artistas flamencos que trabajaron entre los siglos XV y XVII.
Se exponen obras maestras de creadores como Rembrandt, Vermeer de Delft o Franz Hals, junto a otros muchos artistas de interés desde algunos más antiguos como Jan Mostaert, Lucas van Leyden o Jacob Ruysdael.
En definitiva, la visita al Rijksmuseum es imprescindible para todos los amantes del arte que viajen a Amsterdam. Y si lo desean lo pueden complementar entrando a otros importantes museos, como el dedicado a Van Gogh, otro de los grandes artistas que ha dado los Países Bajos.
2. La Plaza Dam de Ámsterdam
Esta plaza es el epicentro de la ciudad. De hecho, en la Plaza Dam se originó la urbe, ya que fue el lugar donde se situó la primera presa para canalizar el río Amstel a partir del siglo XIII.
En la actualidad la Plaza Dam, es uno de los espacios más monumentales de la capital. Aquí se encuentran el Palacio Real y el Monumento Nacional, un gran obelisco en el centro de la plaza que homenajea a los caídos durante la Segunda Guerra Mundial.
En cuanto al Palacio Real, es una enorme construcción realizada a mediados del siglo XVII y su volumen domina toda la plaza. Sin salir de allí también se encuentran otros lugares de interés como la Nieuwe Kerk o Iglesia Nueva originada en el siglo XV.
3. Crucero por los Canales de Ámsterdam
Una de las imágenes típicas de la capital holandesa son los muchos canales que articulan el urbanismo. Existen numerosas compañías que ofrecen recorridos por ellos en barcos, especialmente concebidos para este tipo de navegación de bajo calado.
Cualquier itinerario es interesante, ya que ofrece una perspectiva diferente de la ciudad, navegando por calles acuáticas flanqueadas por la típica arquitectura flamenca de ladrillo. Además, también se contemplan otro tipo de viviendas muy peculiares, como son la multitud de casas flotantes que están atracadas en estos canales.
En definitiva, un crucero por los canales de Ámsterdam es una experiencia imprescindible en la ciudad para comprender la urbe, para sacar fotografías estéticamente muy atractivas y para recorrer de forma rápida sus barrios históricos.
4. Casa de Ana Frank
Otro de los lugares imprescindibles para una visita a Ámsterdam es la Casa Museo de Ana Frank, abierto todos los días del año. En este inmueble estuvo refugiada la niña judía autora del célebre diario.
El Museo recuerda aquellos tristes episodios del pasado siglo XX y se ha convertido en uno de los emblemas de la ciudad. Cada día lo visitan infinidad de personas de cualquier procedencia que se siguen conmoviendo con el relato de la niña y con el retrato de la época que se hace en el museo.
“No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda.”
-Ana Frank-
5. Barrio Rojo de Amsterdam
Una de las zonas de la ciudad que la hace mundialmente famosa es su Barrio Rojo. Un espacio que cuando más se disfruta es por la noche. Hay que ir con cierta precaución pero, para ser un barrio famoso por su prostitución, es muchísimo más seguro que otras zonas semejantes repartidas por el mundo.
La gran particularidad es que aquí la prostitución es legal, y las mujeres que ejercen este oficio se muestran a sus posibles clientes en escaparates abiertos a la calle. No se trata de maniquíes a los que ir haciendo fotos o burlas. Son profesionales que merecen ser respetadas, por eso los escandalosos no son bienvenidos.
Si la prostitución está regulada en Ámsterdam, también ocurre lo mismo con el consumo de drogas blandas como el hachís o la marihuana. En la ciudad se pueden encontrar los famosos coffee shops donde se venden estas sustancias y se pueden consumir allí mismo. Son negocios sometidos a estrictos controles. Por ello, aunque se consuman ese tipo de drogas (solo esas), hay que atender sus normas de comportamiento.