4 pueblos que viven en el mar
El mar es un medio inhóspito para el hombre y, sin embargo, el hombre tiene una capacidad de adaptación increíble. Por eso no es extraño que haya habido gentes que durante siglos no solo han convivido con los mares y océanos, sino que incluso los han convertido en su hábitat. Son los pueblos que viven en el mar, de los que todavía perviven etnias, que casualmente se concentran en la zona del sudeste asiático.
1. Los Bajau Laut en el Triángulo de Coral
Primera pregunta: ¿dónde está el Triángulo de Coral? Es una zona entre las islas de Filipinas, Malasia e Indonesia. Y de hecho, el pueblo Bajau Laut, también conocido como Sama, se mueve por toda esa área del Pacífico, por la que se desplazan en su barcos llamados lepa lepa. Si bien, también hay zonas de Borneo donde guardan unas casas relativamente más estables al elevarse por pilones sobre el mar.
Su carácter nómada y su forma de vida les han hecho acreedores del sobrenombre los gitanos del mar. Son famosos por su capacidad para el buceo, ya que consumen menos oxígeno que cualquier otra persona bajo el agua y alcanzan sin dificultad una profundidad de hasta 20 metros. Tras esa inmersión, siempre retornan a la superficie con algún pescado o pepinos de mar, ya que obviamente viven de todo los que les proporciona el océano.
2. La población de Ko Panyi en Tailandia
Esta es una población ubicada entre dos parques nacionales tailandeses, el de Ao Phang Nga y el de Than Bok Khorani, y a orillas del mar de Andamán que baña algunos de los lugares más turísticos de Tailandia de las provincias de Phuket y de Krabi. Sin embargo, aunque pueda parecer un sitio idílico, en principio fue un lugar de destierro a finales del siglo XVIII.
Es en ese momento cuando hay que buscar su origen. Cuando allí se recluyó a inmigrantes malayos llegados de la isla de Java. Una vez en ese territorio, rodeado de manglares, decidieron construir sus viviendas sobre pilones que las separan del agua.
Desde entonces esta población prácticamente se ha convertido en una isla flotante donde uno se puede sorprender no solo con los modos de vida acuáticos de esta gente, sino con lo que han sido capaces de crear. Cuentan incluso con su propia mezquita, ya que son principalmente musulmanes.
Por cierto, muy cerca se puede descubrir la isla James Bond, para todos los seguidores de sus películas.
3. La tribu Tanka en el mar de la China Meridional
Los orígenes de esta tribu son legendarios. Se cuenta que están emparentados con las serpientes de agua, que jamás abandonan sus barcos y que podrían estar tres días sumergidos sin tomar aire.
Obviamente todo es falso, pero sí que es cierto que viven en y del mar de la China Meridional, a caballo de las costas de la provincia de Guangxi y la isla de Hainan. E incluso la primera población que hubo en la vecina isla de Hong Kong la fundó la tribu tanka.
Los tanka son eminentemente pescadores, y en sus poblaciones parece haberse detenido el tiempo. Son ciudades flotantes a base de palafitos, es decir, casas elevadas sobre estacas y pilares que las aíslan del agua. En ellas no hay tráfico, salvo el de las bicicletas y el de las barcas por los canales.
“El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.”
-Leonardo da Vinci-
Eso sí, en sus lugares más turísticos, como puede ser Tai O, vamos a encontrar restaurantes para degustar sus tradiciones culinarias donde todo se basa en el pescado y el marisco fresco, casi siempre acompañado con arroz.
4. La tribu del mar en Indonesia
En realidad, llamarles la tribu del mar se debe a que en la lengua local estas gentes, que viven y navegan entre las islas Riau de Indonesia, las costas de la península de Malasia y las cercanías de Singapur, se llaman Orang Suku Laut. Y en realidad, “orang laut” en malayo no significa otra cosa que mar.
Además de admirar su capacidad para construir resistentes casas flotantes, su inmensa habilidad para pescar y su tremenda adaptación a un medio como el marítimo, lo más interesante de estas gentes es descubrir su historia.
En origen fueron una tribu muy útil en el reino de Srivijaya y los sultanatos de Malacca y Johor, porque se les encargaba patrullar por la costa para repeler piratas, abundantes por estas latitudes, o avisar de la llegada de gentes extranjeras.