The Wild Atlantic Way, una increíble ruta por la costa de Irlanda
Esta hermosa ruta turística de 2500 kilómetros de longitud incluye la costa oeste y partes de las costas sur y norte de Irlanda. The Wild Atlantic Way atraviesa tres provincias, ofrece nada menos que mil atracciones y 2500 actividades para realizar. No te pierdas este paseo inolvidable en coche a la vera del mar Céltico.
Los puntos más destacados de The Wild Atlantic Way
Se trata de la ruta costera más larga del mundo y al mismo tiempo una de las más legendarias. Pasa por diferentes puntos interesantes y destacados (tanto naturales como urbanos). Si tienes pensado realizar The Wild Atlantic Way deberás detenerte en estos lugares:
1. Cork
Es el punto de inicio de la mayoría de los conductores. Esta ciudad pequeña es realmente hermosa y entre sus atractivos podemos destacar Oliver Plunkett Street, donde están los bares típicos irlandeses.
Pero en esta bonita localidad hay mucho más que ver. No hay que perderse la catedral de San Finbar, el barrio de los Hugonotes, la antigua cárcel o la destilería Old Middelton.
2. Anillo de Kerry
Una vez que hayamos atravesado el Condado de Cork el siguiente es el de Kerry. Los paisajes que veremos aquí son sorprendentes, únicos en el mundo. El sendero conocido como “Anillo de Kerry” incluye muchos atractivos naturales, como por ejemplo el Parque Nacional de Killarney.
Otros lugares imperdibles son la península de Dingle y las islas Skelling (Patrimonio de la Humanidad), a las cuales se llega a través del ferry.
3. Clare, Galway y Connemara
Siguiendo con rumbo norte llegaremos al condado de Clare, considerado uno de los más bonitos del país. Uno de los atractivos más famosos aquí son los acantilados de Moher, los cuales se ven desde la carretera y tienen más de 200 metros de altura.
Continuando por The Wild Atlantic Way llegamos al sondado de Galway con sus hermosas islas de Aran y sus carteles escritos en gaélico irlandés. Tras ello visitaremos la ciudad de Galway, con sus pequeñas calles repletas de artistas callejeros y sus edificios históricos. Sin duda, aquí se respira tradición, cultura y gastronomía.
Si nos desviamos hacia el oeste llegaremos al Parque Nacional de Connemara (imperdible) y si seguimos por la ruta costera arribaremos a Clifden. Desde allí merece la pena hacer unos kilómetros de la costa para visitar la abadía de Kylemore y Diamond Hill.
4. Sligo y Donegal
En Sligo nació uno de los más conocidos poetas irlandeses, William Butler Yeats, que dio a conocer la cultura y la naturaleza de su país. En la ciudad hay un museo en su honor y se encuentran muchos de los paisajes que lo inspiraron.
Es en el condado de Donegal termina la The Wild Atlantic Way, pero antes de despedirnos hay mucho más para visitar. Por ejemplo Slieve Leagur, el acantilado más alto de Europa, tres veces más alto que los de Moher. También se puede visitar la ciudad de Derry, donde se perpetraron los atentados en el famoso “Bloody Sunday”.
Aunque oficialmente aquí termina la ruta costera podemos continuar un poco más y disfrutar de la Calzada de los Gigantes, en el norte de la isla. Pasaremos, además, por el castillo de Dunlace (que inspiró a C.S. Lewis para sus Crónicas de Narnia y a la banda Led Zeppelin para su disco House of the Holy).
Si tienes más tiempo para recorrer la The Wild Atlantic Way te recomendamos que te detengas en Beara and Sheep’s Head (entre Kenmare y Durrus), el estuario de Shannon (entre Kilkee y Tralee) o la bahía de Killary (entre Westport y Clifden).Tambén son de interés, Erris (entre Ballina y Belmullet), Fanad Head (entre Letterkenny y Bunberg) y la península Inishowen (entre Derry y Letterkenny).
“Los mundos nuevos deben ser vividos antes de ser explicados.”
– Alejo Carpentier –
Por supuesto, te aconsejamos que pases al menos dos días en Belfast para visitar el Jardín Botánico, la Gran Ópera, el Museo Ulster, el Ayuntamiento o la Golden Mile. Sin olvidar, el castillo, la catedral de St. Anne y el Museo del barco SS Normadic.