Visitar la capital de Alemania sin dejarte el bolsillo en el intento
Berlín es la ciudad perfecta para aquellos que desean viajar sin gastar mucho, ya que la mayor parte de atracciones turísticas son gratuitas. Otras muchas ofrecen descuentos a estudiantes de cualquier universidad europea. Además, el ambiente cosmopolita es ideal para los más jóvenes. Es decir, no hay excusa para no visitar la capital de Alemania.
Vamos a hacer un pequeño repaso por lugares gratuitos, o al menos baratos, de los que puedes disfrutar en Berlín. Vas a comprobar cómo visitar la capital de Alemania puede no ser tan caro como piensas.
Consejos previos para visitar la capital de Alemania
Antes de viajar a la ciudad hay que reservar vuelo y alojamiento. Lo más recomendable es hacerlo cuanto antes y con la mayor previsión posible. Así evitarás que los precios suban y tendrás más oferta donde elegir.
El alojamiento barato quizás sea lo más complicado, pero no es imposible. Hay cientos de hoteles, albergues, apartamentos, habitaciones, etc. Solo es cuestión de buscar y apretarse el cinturón lo máximo posible.
Después toca pensar en cómo trasladarse al centro. Posiblemente llegarás al aeropuerto de Schönefeld. Para ir a la ciudad usa el Airport Express, un tren que en poco tiempo te deja en el centro. El precio entra en la tarjeta de transporte que posiblemente compres para ahorrarte también dinero en ese sentido.
Desde el aeropuerto de Tegel la mejor opción es el autobús. Tarda unos 20 o 30 minutos y también entra en el abono de transporte.
Sitios gratuitos que se pueden visitar
Como adelantábamos, la mayor parte de los monumentos de Berlín, o al menos los más reconocibles, son gratuitos. Es decir, no tendrás que gastar ni un euro en visitar la Puerta de Brandenburgo, la East Side Gallery o el Monumento al Holocausto.
Tampoco tendrás que pagar por entrar al Parlamento Alemán. Allí, el principal atractivo es la cúpula diseñada por el prestigioso arquitecto Norman Foster. Eso sí, lo mejor es reservar la entrada previamente para ahorrarte disgustos si hay demasiada gente.
Y, además de ello, también es gratis la entrada al campo de concentración de Sachsenhausen. Se encuentra a una media hora de la ciudad. Pero es recomendable contratar un guía o una excursión, ya que prácticamente está vacío y resulta difícil hacerse a la idea de lo que allí sucedió.
Tours por Berlín
A la hora de visitar la capital de Alemania, una muy buena opción, especialmente si no se dispone de mucho tiempo, es a través de un recorrido guiado. Estos recorridos te permitirán conocer los principales atractivos, al mismo tiempo que las historias que allí sucedieron.
Berlín es una ciudad que necesita ser contada. Y a través de los diferentes tours que se ofertan podrás hacerlo. Los hay incluso gratis, solo tendrás que pagar lo que tu consideres necesario al guía. Los demás rondan los 12 euros por persona.
La variedad de posibilidades en lo que a recorridos guiados se refiere es enorme. Los hay en bici, centrados en el nazismo, en la Guerra Fría, alrededor del Barrio Judío o incluso nocturnos.
Pequeños caprichos en Berlín
Pero en la ciudad no es todo gratuito o barato. Hay otros lugares que merece la pena visitar y que, si la cartera te lo permite, deberías ver. Será una buena inversión.
Es el caso de la célebre Torre de la Televisión, uno de los símbolos de la ciudad. En ella hay un espectacular mirador para ver la ciudad desde la alturas. Una vista increíble que no se borrará de la retina. Pero subir te costará 15,50 € (aunque te harán un 25% de descuento si tienes la Berlin Welcome Card).
Otro lugar que puedes visitar es la catedral de Berlín. La entrada cuesta 5 € pero es muy recomendable. Aparte de su célebre cúpula de cobre verdoso, dentro encontrarás un precioso altar en mármol o la curiosa escalera que utilizaba la pareja imperial para acudir a misa.
Y si te gusta el arte moderno, uno de sus principales museos dedicados a ello, el Hamburger Banhof, debe estar en tu itinerario. El precio de la entrada son 14 € (7 para estudiantes) y podrás contemplar obras de artistas tan conocidos como Andy Walhol o Roy Lichtenstein.