Visita las islas Gili, una de las joyas de Indonesia
Posiblemente no sean el lugar más famoso de Indonesia, hay otros nombres que os sonarán más. Pero desde luego, todo aquel que visita las islas Gili no las olvida jamás, ya que sin miedo a exagerar podemos decir que es uno de los paraísos que todavía nos quedan en el planeta. Aquellos que tengan la suerte de conocerlo, seguro que nos darán la razón.
Cómo llegar a las islas Gili
Casi todo el mundo llega a las islas Gili en barco, viniendo o bien de Bali o de la más cercana Lombok. Desde ambos lugares hay posibilidad de hacer excursiones pernoctando en una de las tres islas Gili. No obstante, si tenéis oportunidad, lo ideal es llegar a una de esas islas y luego visitar con calma las otras dos.
Te preguntarás, ¿cuáles son esas tres islas? Muy fácil: Gili Trawagan, Gili Meno y Gili Air. Todas ellas dignas de ser conocidas, y en las próximas líneas os vamos a contar los atractivos de las tres, ya que en todas ellas las actividades se centran en su carácter marítimo.
“No vayas a donde el camino te lleve. En lugar de eso, ve donde no hay camino y deja una huella.”
-R. W. Emerson-
Qué hacer en las islas Gili
Ya hemos avanzado que este pequeño archipiélago de Indonesia es un paraíso. Algo que cualquiera relaciona con largas jornadas en la playa y cenas a orillas del mar. Todo eso se puede hacer, pero hay mucho más, como inmersiones de submarinismo o esnórquel, paseos en bici o sencillas veladas para contemplar indescriptibles puestas de sol.
Uno de los ocasos más bellos del mundo
Comencemos por esas puestas de sol. En las islas Gili saben que cada día disfrutan de un espectáculo natural excepcional, por eso hay múltiples cafés y restaurantes con vistas al ocaso diario.
Siéntate en cualquier de ellos porque no te decepcionará ver como el sol se oculta bajo el mar de Java, incendiando de colores el cielo y recortando al fondo la silueta de los volcanes de Bali.
Dar pedales en las islas Gili
Ese final del día viendo como se pone el sol puede ser de lo más merecido si antes hemos alquilado un bici, cosa nada difícil en las islas, y nos hemos dedicado a recorrerlas a pedales. No hay que tener una forma física portentosa, ya que las escasas distancias terrestres en este archipiélago hacen que sea un actividad de lo más recomendable.
Hacer submarinismo
Para esta otra actividad si se requiere un poco más de conocimientos. No obstante, para quien no los tenga, las islas Gili ofrecen la posibilidad de hacer aquí bautizos de mar para principiantes. Y desde luego, no se nos ocurren mejores lugares para comenzar que en estos increíbles arrecifes de coral, en los que se descubren tortugas, mantas e incluso tiburones.
O iniciarse en el esnórquel
Para aquellos que les parezca demasiado el submarinismo y sus inmersiones con bombona, pueden disfrutar de esos maravillosos fondos en áreas menos profundas. Haciendo esnórquel uno también aprecia la riqueza submarina del lugar. Y, ¿quién sabe? quizás así te pique el gusanillo y te atrevas con otras inmersiones a mayor profundidad.
Relax absoluto
Todas las actividades que os hemos descrito pueden ocupar parte de unas vacaciones en las islas Gili, pero la estancia ante todo debe ser relajante. Es decir, hay que descalzarse y salir a las playas, y prácticamente pasar el día allí.
Son playas de lo más tranquilas, y con un mar azul turquesa que invita a flotar en él más que a nadar. Unas playas magníficas en cualquiera de las tres islas, y todas muy cerca entre sí, de manera que se puede ir cambiando de una a otra a lo largo del día.
Cambiarán un poco las vistas, pero las sensaciones serán las mismas: paz total. Algo que también se siente al subirse a los populares columpios de mar que se han instalado.
Pero incluso sin hacer nada os entrará el hambre. No hay que preocuparse porque no hará falta salir de la arena, ya que allí mismo encontraréis garitos donde degustar el pescado y marisco fresco de ese mar.