Viajar a Gante, una ciudad con encanto: qué ver y qué hacer
Gante es uno de los destinos turísticos imprescindibles si viajas a Bélgica. Junto con Bruselas, Brujas e incluso Amberes, esta es una de las ciudades protagonistas de cualquier recorrido por este país. Es una ciudad de cuento, rodeada de canales y preciosos paseos. Así, viajar a Gante es disfrutar de una travesía con muchísimo encanto.
Viajar a Gante: una ciudad con encanto
Gante es una de las localidades belgas más conocidas, junto con su vecina Brujas. Lo cierto es que ambas están tan cerca que es posible visitar una detrás de la otra. Y las dos tienen un encanto único y mágico.
El ambiente, los paisajes, los canales y los monumentos hacen de este viaje una travesía inolvidable. Además, con con un simple paseo por Gante ya nos damos cuenta de que es una ciudad con un gran ambiente universitario.
Qué ver en Gante
Es cierto que tan solo pasear por el centro histórico es suficiente para caer rendidos a los pies de esta hermosa ciudad, que parece sacada de un cuento. Además, son numerosos los lugares que podemos visitar en ella. Vamos a repasar los más importantes.
Y comenzaremos haciendo referencia a las tres joyas que forman el triángulo monumental de la ciudad: la catedral de San Bavón, el Belfort y la iglesia de San Nicolás. Tras ello, visitaremos otros maravillosos monumentos de Gante.
1. La catedral de San Bavón
La catedral de San Bavón, Sint-Baafskathedraal en flamenco, es uno de los monumentos más destacados de la ciudad. Se construyó entre los siglos XIV y XVI en estilo gótico, aunque sobre los restos de una antigua iglesia románica.
De su exterior destaca su fabulosa torre central, con 90 metros de altura. Mientras, el interior es realmente impactante, sobretodo por sus pinturas y el púlpito. También se puede contemplar La Adoración del Cordero Místico, de los hermanos Van Eyck
2. El Belfort
Segundo vértice del triángulo monumental. Al igual que en Bruselas y Brujas, el Belfort es una de las atracciones turísticas más valoradas y admiradas. Un campanario construido en el siglo XIV que tiene 90 metros de altura.
Como puedes imaginar, si quieres ver la ciudad a vista de pájaro este es el mejor lugar. Esta torre tiene un mirador desde el que podrás admirar una panorámica espectacular de Gante.
3. La Iglesia de San Nicolás
Tercer vértice. La iglesia de San Nicolás es considerada la segunda iglesia más bonita de la ciudad. No solo eso, es uno de los edificios más antiguos de Gante, ya que comenzó a levantarse en el siglo XIII.
De su exterior destacan las torres cónicas y la piedra oscura y azulada con la que fue construida. En su interior te sorprenderán las vidrieras y la torre del crucero, que actúa como linterna natural..
4. El castillo de Gante
Viajar a Gante significa visitar su castillo. Es una construcción de finales del siglo XII, lo que hace que sea imprescindible su visita en este viaje. Este castillo fue la residencia de los condes de Flandes y tuvo una clara función defensiva que hizo que se fuera ampliando con el paso de los años.
Sin embargo, en los siglos XVII y XVIII se transformó en fábrica textil. Con el paso del tiempo el edificio se fue degradando hasta que ya en el siglo XX tuvo que ser reconstruido.
Hoy en él se puede contemplar una recreación medieval de lo que fue, recorriendo sus estancias, celdas e incluso la cripta. También se puede visitar un pequeño museo de instrumentos de tortura o subir a lo más alto para disfrutar de unas bellas vistas de la ciudad.
5. Ayuntamiento de Gante
El ayuntamiento de Gante, no se queda atrás en lo que a belleza se refiere. Un edificio singular con dos magníficas fachadas: una de estilo gótico y otra renacentista. Cada una en su estilo es espectacular, no dejes de admirarlas y compararlas, no podrías quedarte con una.
Además, en su interior se descubren salas maravillosas, como la sala del Arsenal, con una preciosa bóveda pintada. También habría que destacar la sala del Tono y la de la Pacificación.
“Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente”.
-Mark Twain-
En definitiva, viajar a Gante es descubrir una de las más bellas joyas flamencas, una ciudad capaz de embelesar a cualquier viajero que pasee por sus calles y se sumerja en su ambiente.