Una visita a Troyes, la joya de la Champaña en Francia
La visita a Troyes es imprescindible si quieres descubrir un maravilloso rincón medieval en Francia. Se trata de una localidad de la región de la Champaña que está llena de monumentos pertenecientes a la Edad Media. Un paseo por sus calles será como dar marcha atrás en el tiempo.
Lo mejor de Troyes es que conserva de manera impoluta la estética de sus principales elementos medievales. Los edificios parecen sacados de una película histórica, aunque, a su vez, el colorido de las fachadas de los edificios hace que la ciudad esté muy viva.
Si vas a visitar Francia y has decidido hacer una ruta para conocer a fondo este país, tienes que incluir Troyes entre tus paradas. Sobre todo, si eres un amante de los paisajes urbanos con edificios históricos, te aseguramos que no te arrepentirás.
¿Dónde se encuentra Troyes?
Como decíamos, Troyes se encuentra en la región de Champaña-Ardenás. En concreto, pertenece al departamento de Aube. Está ubicada en plena llanura del río Sena.
Por otra parte, la conexión con la capital es muy buena. Está a unos 120 kilómetros de París, conectada a la gran ciudad por autopista. De esta manera, tardaras poco más de una hora en llegar de la ciudad del amor a Troyes. Además, también puedes ir en autobús y ferrocarril.
Qué te espera en la visita a Troyes
Son varios los lugares que debes ver en tu visita a Troyes. Por ello, la recomendación es que pases en la localidad al menos un par de días. El viaje perfecto, si el dinero no es problema para ti, sería pasar unos diez días en París y escaparte un fin de semana a esta ciudad medieval.
Su principal atractivo es, sin duda, la catedral. Es de estilo gótico y su construcción duró cuatro siglos, desde el XIII hasta el XVII. Está construida sobre las bases de otra capilla del siglo IX que permanecía en condiciones pésimas tras varias invasiones y un incendio.
Durante su historia, la catedral de Troyes ha sufrido daños de importancia. Huracanes y rayos han destruido sus partes más importantes, como la torre o el coro, pero siempre se han reconstruido después.
Su torre supera los 60 metros de altura. Otra característica es la belleza de sus vidrieras, principal punto de atracción para los visitantes. Y tomar un café junto a la catedral es uno de los mayores placeres para la vista que puedes tener en Troyes.
Otro edificio emblemático es el ayuntamiento de la ciudad. Es más moderno que el templo, pues este pertenece al siglo XVII, pero tiene una estética clásica que le otorga gran belleza. En su fachada aún se puede leer el lema más asociado a la República Francesa: “Liberté, Égalité, Fraternité”.
La calle de los Gatos
Es anecdótico, pero merece la pena mencionar la calle de los Gatos. Se trata de una pequeña calle que apenas supera el metro de ancho. Se denomina así porque los gatos cruzaban de un lado a otro por los tejados.
Esta curiosidad y su estética medieval hacen que sea un punto de interés para los turistas. Por eso, aunque solo sea una pequeña calle, es de los puntos más fotografiados de todo Troyes.
Aunque compiten con fuerza los coloridos edificios del casco antiguo. Fachadas medievales de colores naranjas, amarillos, morados o verdes combinan con las luces de neón de los comercios actuales. Pasear junto a estos edificios es viajar en el tiempo, una de las mejores experiencias que te vas a llevar de tu visita a Troyes.
Otros rincones que debes ver en la visita a Troyes
Hay otros sitios destacados en Troyes que no puedes pasar por alto. Por ejemplo, la plaza de la Liberación es una zona ideal para caminar y disfrutar de sus zonas verdes. Si visitas la ciudad en días soleados, el paseo por este lugar te encantará.
Puedes añadir a la lista otros edificios emblemáticos que son de cuento. No te pierdas la Casa del Panadero, con cerca de cinco siglos de antigüedad, o el Hotel de Vauluisant, que alberga dos pequeños museos ¿Se te ocurre un plan mejor para descubrir la joya de la Champaña francesa?