Trogir en Croacia, la Venecia del Adriático
La ciudad de Trogir en la costa Dálmata de Croacia es uno de esos pequeños tesoros que ofrece el litoral del Adriático. Una ciudad donde parece que se ha detenido el tiempo para maravillar a los viajeros que llegan hasta aquí, que en muchas ocasiones ignoran qué es lo que se van a encontrar y quedan rendidos ante los encantos de esta población.
Trogir excelentemente preparada para recibirte
La actividad principal de quien llegue hasta Trogir es pasear del modo más tranquilo por las calles empedradas de la localidad, rodeadas siempre por casas de fachadas excelentemente conservadas. Tarde o temprano ese camina lleva hasta el paseo marítimo para contemplar todo el recinto amurallado, sus torres, los barcos anclados y alrededor islas como la de Ciovo. No hay que olvidar que en realidad, también Trogir es una isla, aunque unida al continente mediante un puente.
Tanto en el laberinto de calles medievales como en el paseo hay que buscar un restaurante para degustar la gastronomía marinera tradicional. Es mejor si buscáis uno que ponga “konoba” (taberna, en croata) porque serán más auténticos sus platos a base de lubinas, mejillones o calamares, especialidades imperdibles en este viaje.
La catedral, el principal monumento de Trogir
La catedral de San Lorenzo (Sv. Lovro) es el gran monumento dentro de la monumental ciudad. El templo data de entre los siglos XIII y XV, si bien había antes otros recintos religiosos. Trogir fue una fundación del Imperio Romano, aunque no se han encontrado muchos vestigios de aquella época, como sí ocurre en otros lugares de la Costa Dálmata, especialmente en la cercana ciudad de Split.
Pero volviendo a Trogir y a su catedral, merece la pena entrar y ver sus capillas plagadas de objetos artísticos. Sin embargo, quien no entre al menos ha de contemplar su fachada de piedra blanca, donde están labrados numerosos episodios bíblicos, y especialmente los dos primeros desnudos de la escultura croata, representando a Adán y Eva.
Trogir, Patrimonio de la Humanidad
La Unesco decidió incluir todo el núcleo histórico de Trogir en su lista de Patrimonio por conservar edificios como esta catedral de San Lorenzo y otros que se sitúan en la misma plaza, ya que allí se levanta un elegante ayuntamiento del siglo XV y, sobre todo, la airosa Torre del Reloj, elevada sobre una galería que antaño sirvió como sala de justicia y también como cárcel.
Hoy en día ese espacio, tiene un uso mucho más divertido, ya que con un poco de suerte podréis disfrutar allí de algún concierto o una obra de teatro.
Algo similar a lo que ocurre en la zona de las murallas y las torres del fuerte de Kamerlengo, un recinto medieval que hoy se usa como amplio cine al aire libre.
Además de eso, también es recomendable acudir otros lugares históricos como la iglesia de San Juan Bautista, que es un buena muestra del arte románico en Croacia. O también merece una visita el convento benedictino de San Nicolás, extraordinariamente antiguo, ya que se originó en el lejano siglo XI.
“Una vez que viajas, el viaje nunca termina. La mente nunca puede desprenderse del viaje.”
-Pat Conroy-
Trogir, ¿por qué la Venecia del Adriático?
Pasear por el núcleo de la población es como transitar por un hermoso laberinto donde nos van asaltando las sorpresas en forma de bellos edificios religiosos, y también palaciegos, como es el caso del palacio de Lucic o el de Cipiko.
En este palacio de Cipiko podemos dar la respuesta a esa pregunta, ya que se observa una balconada, que a cualquier que haya viajado a Venecia, inmediatamente le recordará a la ciudad de los canales.
Y es que cuando se compara Trogir con la ciudad italiana, no se debe a la presencia de canales, como puede ser cuando se habla de Brujas o Ámsterdam. Aquí las similitudes con Venecia se ven en la arquitectura local, ya que durante siglos aquí gobernaron los venecianos.