Tres días en Praga: una escapada inolvidable
Praga es una de las ciudades más bonitas e impresionantes de Europa. En ella encontrarás monumentos y edificios de gran importancia desde el punto de vista histórico y arquitectónico y actividades culturales de lo más interesantes. Sin duda, se trata de un destino que no decepciona. Vamos a descubrirlo en una escapada de tres días en Praga.
Lo ideal es dedicar al menos ese tiempo a explorar esta maravillosa ciudad. Así podrás visitar los destinos más populares y disfrutarlos tranquilamente. Te proponemos un itinerario para descubrir los lugares imprescindibles de Praga.
Tres días en Praga: la Ciudad Vieja y el castillo
El primero de nuestros tres días en Praga lo vamos a dedicar a visitar sus grandes joyas, los lugares más conocidos y turísticos de la ciudad. Un día intenso para el que conviene madrugar, pero, sin duda, merecerá la pena.
Plaza de la Ciudad Vieja
La zona de la Ciudad Vieja fue en su momento el germen de lo que hoy es la capital checa. Fue en el siglo XI cuando se comenzaron a construir edificios desde el castillo hasta la orilla del río Moldava. A finales de siglo ya había mercados en la actual plaza.
Aquí encontrarás las casas y edificios más antiguos y de aspecto más medieval de la ciudad. Te lo pasarás en grande explorando las interesantes callejuelas que rodean la acogedora plaza y admirando la silueta de la iglesia de Nuestra Señora de Tyn. Sin duda, es el lugar perfecto para perderse y sentir que has retrocedido en el tiempo.
Reloj Astronómico
El reloj medieval más famoso del mundo se encuentra en la pared sur del Ayuntamiento, en la misma plaza. Es obra del maestro relojero Hanus. Cuenta la leyenda que, para que no diseñara ninguna obra que pudiera igualar o superar la belleza de este reloj, los concejales de la ciudad lo dejaron ciego.
Si tienes tiempo, te recomendamos subir a la Torre del Reloj, ya que hay unas vistas impresionantes de la plaza de la Ciudad Vieja.
Puente de Carlos
Este antiguo puente se ha convertido en el lugar más emblemático de la ciudad. Está custodiado por 30 estatuas y atraviesa el río Moldava para unir la Ciudad Vieja y la Ciudad Pequeña.
De entre todas las estatuas, destaca la de San Juan de Nepomuceno, que fue arrojado al río por orden del rey. Se dice que si colocas la mano izquierda en la misma posición que la escultura y pides un deseo ante él, este se cumplirá.
Castillo de Praga
El Castillo de Praga constituye un enorme complejo arquitectónico que incluye numerosos monumentos. Es el mayor del mundo de este tipo. Sirve como residencia oficial del presidente, además de ser un popular destino turístico con innumerables atracciones.
En su interior podrás admirar la catedral de San Vito, de estilo gótico y el templo más importante de la ciudad. Ha sido escenario de numerosas coronaciones de reyes y reinas checos y uno de los lugares de Praga más importantes históricamente.
Dentro, no puedes perderte la capilla de San Wenceslao, el Portal Dorado, las vidrieras diseñadas por Alfons Mucha y, por supuesto, el mirador de la torre sur. Y es que desde ella se puede admirar el paisaje de Praga en todo su esplendor.
Día 2: el barrio judío y la iglesia de San Nicolás
El segundo de los tres días en Praga será mucho más relajado, pero no menos interesante. Seguimos visitando lugares cargados de historia.
Josefov, el Barrio Judío
Este barrio surgió como resultado de la unión de las comunidades judías que vivían en la ciudad en la Edad Media. Josefov se integró en Praga en 1850 y los lugares más interesantes son: las seis sinagogas judías, el Antiguo Cementerio Judío, el Ayuntamiento y el monasterio de Santa Inés.
Iglesia de San Nicolás
En la Ciudad Pequeña, a 10 minutos en coche o 20 andando de Josefov, se encuentra la Iglesia de San Nicolás. Se trata de la construcción barroca más espectacular de la ciudad. Está decorada con frescos de incalculable valor, esculturas clásicas y, en resumen, arte en todas sus formas.
Día 3: National Theatre y Dancing House
National Theatre
Incluso si no tienes pensado acudir a ver ninguna obra, merece la pena visitar el lugar para admirar la arquitectura del imponente edificio de esta institución cultural checa. Estate atento e investiga bien porque algunas entradas de ópera cuestan unas 50 coro0nas (¡menos de dos euros!), así que no hay excusa para no ir.
Dancing House, la Casa Danzante
A 10 minutos andando del Teatro Nacional se encuentra una de las estructuras más peculiares y un tanto surrealistas de la ciudad. Aunque el edificio deconstructivista está cerrado al público, tienes que ir a echar fotos y verlo con tus propios ojos.
Como habrás podido apreciar, la capital de la República Checa tiene mucho que ofrecer. Así que, si la visitas, no te olvides de incluir estos lugares en tu itinerario de tres días en Praga. Y, si puedes, amplía aún más la lista con otros lugares que merece la pena visitar, como el Pabellón Hanvski, la Torre Petrín o el Jardín Vrtbovska.