Toledo, la ciudad de las espadas en España
Toledo destaca por ser una ciudad española preciosa, con una historia y unos monumentos increíbles. Pero al pasear por ella hay algo que llama mucho la atención: las tiendas en las que se venden objetos de artesanía y también espadas. ¿Cuál es la razón? Vamos a explicarte ya por qué a Toledo se la conoce como la ciudad de las espadas. ¿Listo?
De dónde provienen las espadas de Toledo
Las espadas de Toledo son todo un símbolo de la ciudad, y lo son desde hace muchísimo tiempo. Se comenzaron a fabricar hace siglos, cuando las luchas cambiaron y se incorporaron las armas a los combates.
Cuentan las leyendas que las tropas de Aníbal llevaban falcatas hechas en Toledo. Estas eran una especie de espada de filo curvo empuñadas por los luchadores más temibles. Armas que provocaban terribles heridas.
El acero toledano fue cobrando fama y el trabajo de los herreros era cada vez más apreciado. Espadas con diseños especiales y bien trabajadas para aumentar su precisión.
Su composición y temple de las espadas era un secreto que pasaba de padres a hijos. Por ello, nunca han podido ser mediocremente copiadas. Son únicas e irrepetibles.
Las espadas comenzaron a distribuirse por diversos reinos y ejércitos y su fabricación, en tecnología y en materiales, fue un secreto bien guardado durante siglos. En época del emperador Carlos V Toledo era ya la ciudad de las espadas, porque sus aceros eran considerados de los mejores del mundo.
Y lo fueron hasta el siglo XVIII, cuando las armas de fuego comenzaron a ganar terreno. Así el oficio de espadero corría el riesgo de desaparecer, pero Carlos III lo impidió creando la Fábrica de Armas de Toledo, con el objetivo de mantener ese preciado legado.
Hoy en día se siguen fabricando espadas en Toledo. Espadas que se venden como recuerdo, pero también para coleccionistas, producciones cinematográficas o escuelas de esgrima. Por eso se sigue considerando a Toledo como la ciudad de las espadas.
Algunas curiosidades de las espadas de Toledo
Seguramente hayas oído hablar de la Tizona, la espada del Cid. Pues bien, se fabricó en Toledo. También lo fueron la espada de ceremonia con la que los Reyes Católicos nombraron caballero a Cristobal Colón, o la espada de Carlomagno.
Pero la fama de los aceros toledanos se extendió por todo el mundo, y siguen siendo reconocidos. Famosos samurais se han desplazado a la ciudad para forjar sus katanas. Y las espadas toledanas aparecen en grandes producciones de cine como El Señor de los Anillos, Gladiator o Braveheart.
Lo que sigue destacando de estas espadas es que aún se fabrican a mano con los ornamentos más tradicionales y guardando la esencia de las primeras que surgieron en Toledo.
Qué ver y hacer en Toledo, la ciudad de las espadas
Un buen recuerdo que puedes llevarte de Toledo es una espada, aunque si no eres un aficionado posiblemente no quieras desembolsar una importante cantidad de dinero por una. Aun así, encontrarás algunas pequeñas y baratas. Pero antes, por supuesto, debes descubrir una ciudad maravillosa.
Su casco antiguo
Toledo es una ciudad con una historia fascinante. Una ciudad de enorme importancia en la que convivieron cristianos judíos y musulmanes en una época especialmente convulsa. Y su parte mas antigua refleja todo ello perfección.
Pasear por el casco antiguo te hará retroceder en el tiempo, está perfectamente conservado y cualquiera de sus calles tiene una historia que contar y un rincón que inmortalizar. Déjate perder por sus calles sin rumbo y ve por ti mismo descubriendo y escuchando su historia y sus aventuras.
Sus puertas
Como sabrás, las ciudades antiguas estaban amuralladas y tenían una puerta de entrada a la ciudad. En Toledo puedes contemplar varias. La más conocida, quizá, sea la puerta de la Bisagra, de origen musulmán, aunque reconstruida siglos después.
La puerta de Valmardón también tiene origen árabe, ya que fue la principal entrada a la medina.Muy cerca se encuentra la ermita del Cristo de la Luz, una antigua mezquita reconvertida al culto cristiano. La puerta del Sol, la de Cambrón y la de Alfonso VI son las otras puertas de la ciudad.
La catedral y el Alcázar
Son las dos grandes joyas de Toledo. La catedral es un magnífico templo gótico que comenzó a construirse en el siglo XIII y que guarda un gran tesoro: una enorme custodia realizada con más de 180 kilos de plata y 18 de oro.
Por su parte, el Alcázar es un bonito edificio renacentista que domina la ciudad. Un edificio que ocupa el lugar de antiguos cuarteles romanos y del alcázar árabe y que ha tenido que ser reconstruido varias veces debido a incendios y las guerras.
Plaza de Zodocover
Este lugar era donde se ponían los mercadillos callejeros de la Edad Media, y hoy es punto de reunión de toledanos y turistas, gracias a la oferta variada de cafeterías y restaurantes que hay en ella.
Esto ha sido todo lo que hemos querido compartir contigo sobre Toledo, la ciudad de las espadas. Un recorrido por la historia y las calles de la ciudad que te contarán muchas más anécdotas sobre ella. ¿Aún no la conoces? ¡Pues anótala en tu lista de próximos destinos!
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