El templo de Hefesto: uno de los más antiguos y mejor conservados de Grecia
El Templo de Hefesto o Hefesteion es una de las grandes joyas del patrimonio de Atenas. De hecho, es uno de los edificios de la Antigüedad clásica que mejor ha resistido el paso del tiempo y hoy se puede ver casi completamente reconstruido. No es el templo más famoso de la capital de Grecia, pero es impactante y no te lo puedes perder.
Las colinas de Atenas
Son varias las ciudades europeas que fueron creciendo a partir de la presencia de diversas colinas en su suelo urbano. Los ejemplos van desde Roma hasta Lisboa, y también la propia capital de Atenas es una urbe con varias colinas. La más famosa de ellas es sobre la que se eleva la famosa Acrópolis.
Sin embargo, hay otras colinas atenienses dignas de mención. Y una de ellas es la Kolonos Agoraios, donde se conserva el Templo de Hefesto. Una de las construcciones más destacadas del gran yacimiento arqueológico que es la Agora Antigua, y la zona que tuvo que ser el gran epicentro social de la brillante Atenas Clásica. Mientras que el área sagrada se encontraba en la colina de la Acrópolis con el Partenón.
¿Quién era Hefesto?
En la Antigüedad, los historiadores le otorgaron al Templo de Hefesto otra advocación. Se pensó que era un lugar de homenaje a Teseo, un rey mítico de Atenas, pero también muy vinculado con la isla de Creta y su leyenda del minotauro. La razón hay que encontrarla en los relieves que hay grabados en la parte más alta de la construcción, en las metopas del friso superior.
Allí están representados los legendarios trabajos de Hércules, y también aparece Teseo. Sin embargo, estudios posteriores han llegado a la conclusión de que lo justo es hablar de un Templo de Hefesto; es decir, dedicado a honrar al dios del fuego. El cual además era hermano de la propia Atenea, diosa con la que se identifica la ciudad hasta en su nombre.
El templo de Hefesto y el orden dórico
El templo de Hefesto tiene prácticamente 2.500 años de antigüedad. Se sabe que su construcción se inició hacia el año 450 antes de Cristo. Y por entonces este tipo de construcciones se realizaba siguiendo las normas del orden dórico.
En este caso es evidente en el esquema de sus columnas, de las que en total habría 36 rodeando por completo el recinto sagrado interno. Y no solo se manifiesta el orden dórico en sus columnas, también en la parte superior del entablamento donde estarían las metopas alternando con triglifos.
Un esquema decorativo que se repite en todos los templos contemporáneos, incluido el Partenón u otros templos repartidos por Grecia y el Mediterráneo, como es el caso de los que se conservan en la isla italiana de Sicilia, donde llegaron los navegantes griegos para establecerse.
Una visita imprescindible
En la actualidad, los recorridos arqueológicos por Atenas son numerosos, y muchos de ellos son accesibles con entradas conjuntas. Uno de esos sitios que no te puedes perder es el Ágora Antigua, donde se halla el Templo de Hefesto, junto a otras maravillas como el Pórtico de Atalo.
Hay que imaginarse esta zona de la ciudad con todo el bullicio de la capital helena en la Antigüedad. El sitio donde pronunciaba sus discursos políticos el gran Pericles o donde acudía Platón a divagar y plantear los primeros planteamientos de la filosofía.
Por cierto, filosofía es una palabra griega que viene a significar amigo (filo) de la sabiduría (sofia). Otra de las muchas herencias que nos ha legado la civilización griega, capaz de generar ideas que perviven como la democracia o monumentos que resisten el paso de milenios, como el Templo de Hefesto.
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