Asciende a la Table Mountain de Ciudad del Cabo
Subir a la Table Mountain es una de las obligaciones para todo viajero que llega a Ciudad del Cabo. Al fin y al cabo, como veremos a continuación, no es tan difícil hacer cumbre en este monte plano, de ahí su nombre de Montaña de la Mesa. Y la recompensa es enorme, para empezar porque disfrutaremos de una de las siete maravillas naturales del mundo.
Table Mountain, icono de Ciudad del Cabo
Prácticamente desde cualquier rincón de Ciudad del Cabo es visible el perfil inconfundible de Table Mountain. Desde las calles de la urbe y también desde las maravillosas playas. Por eso no extraña que se haya convertido en un símbolo de la ciudad.
En Ciudad del Cabo encontrarás miles de postales, camisetas o souvenirs con su imagen. Hasta la bandera municipal incluye la famosa montaña.
Características de Table Mountain
Lo que convierte en algo diferente a esta montaña, es que carece de picos. Su cumbre es una amplia y llana meseta de 3 kilómetros de longitud. Eso sí, una meseta situada a 1.100 metros de altitud sobre los dos océanos que aquí se divisan: el Atlántico y el Índico.
Pero no solo se ve el mar y el litoral sudafricano, también se tienen las mejores vistas de la fascinante Ciudad del Cabo. De hecho, en Table Mountain hay habilitados distintos miradores, que permiten tener una panorámica de 360 grados de esta región del mundo. Sin duda, una experiencia imperdible en este viaje.
Subir a la Table Mountain
Si no tienes muy buena forma física o viajas con niños muy pequeños no hay que asustarse por la altura de la montaña. Hasta su parte alta podremos llegar cómodamente en teleférico.
Y también hay distintas rutas senderistas para hacer esta peculiar cumbre. ¿Lo ideal? Quizás lo mejor sea subir en teleférico y bajar caminando.
El teleférico de Table Mountain
Nunca la ascensión a una montaña tan icónica, fue tan sencilla. Con el teleférico os costará menos de cinco minutos subir. Tardaréis más en la cola para acceder a sus amplias cabinas, que en el trayecto.
Pero no os asustéis, son cabinas en las que caben hasta 65 personas, por lo que la fila va muy rápida, ya que suben hasta 800 personas por hora.
El teleférico de Table Mountain se construyó en 1929. Y aunque tenga ya unos cuantos años, está muy modernizado. Por ejemplo, las cabinas son giratorias, así que no os preocupéis por elegir determinada posición. Siempre disfrutaréis de la mejor panorámica.
En realidad, el trayecto es parte de la experiencia, así que apuntaros donde está su estación base. Hay que ir a la carretera Tafelberg, a más de 300 metros sobre el nivel del mar. Un lugar al que podéis llegar en taxi si no viajáis con excursiones organizadas.
Subir a pie a Table Mountain
Como ya hemos dicho, nuestra recomendación si viajáis con suficiente tiempo, es subir en teleférico y bajar caminando. Pero si dedicáis todo un día a Table Mountain, o sufrís de vértigo, entonces tendréis que subir y bajar caminando. Algo que tampoco está mal, ya que hasta tenéis varias rutas para hacerlo.
La más popular es la de Platteklip Gorge, que comienza en la estación del teleférico y en unas dos horas os lleva a la cima. Más larga es la de Skeleton Gorge, que dura más o menos el doble, pero es más atractiva entre cascadas y bosques. Además de que su inicio en el jardín botánico de Kirstenbosh es espectacular.
Y por último, la más larga y también la más escarpada es la de Kasteelspoort. Seguramente esta ruta es buena para el descenso, con mucha atención a los pasos más peligrosos. Pero tiene como recompensa pasar de la cima de Table Mountain a la fantástica playa de Camps Bay.
“En la montaña el turista viene a buscar un panorama, el pensador encuentra un libro inmenso.”
-Victor Hugo-
Algunos consejos para subir a Table Mountain
Puede que estéis en la calles de Ciudad del Cabo en manga corta, y en la cumbre de Table Mountain haya un temporal de frío y lluvia. Es muy posible, así que llevad siempre algo de ropa de abrigo para esta excursión.
Y otro consejo importante, hay que estar atento a la megafonía. Pueden avisar que el teleférico cierra su servicio por los fuertes vientos (habituales en Ciudad del Cabo), así que habrá que correr para tomar las últimas cabinas. Al fin y al cabo estamos en África, y siempre tiene que haber algo de aventura en este viaje.
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