Szentendre, una bonita excursión desde Budapest
Szentendre es una población muy cerca de Budapest que se ha convertido en destino predilecto para hacer una excursión desde la capital de Hungría. ¿Por qué? Porque se trata de una pequeña localidad en un perfecto estado de conservación y, además, se ha embellecido para una mejor explotación turística. Por si fuera poco, pasa por aquí el majestuoso río Danubio, por lo que se puede llegar navegando.
Llegar a Szentendre
Posiblemente, uno de los mayores placeres de la visita a Szentendre es hacer ese desplazamiento sobre las aguas del Danubio. Este es uno de los ríos más ricos culturalmente de toda Europa, y de ello es una expresión fabulosa tanto lo que nos espera en la capital húngara como en esta pequeña población.
Te recomendamos esta Excursión a Szentendre, conocerás tres hermosas ciudades del Danubio.
Hay muchos cruceros fluviales para llegar desde Budapest a Szentendre. Para comprobarlo, basta con que os paséis por la orilla del río en el lado del Parlamento, una de las cosas que sí o sí debéis ver en Budapest. Y allí, en horarios distintos, podréis embarcar rumbo a Szentendre.
No obstante, también se puede ir de modo más económico en tren, con un corto trayecto de apenas media hora. Y quien lo prefiera y si el tiempo le acompaña, existe la posibilidad de salvar los poco más de 20 kilómetros de distancia yendo en bicicleta. Esta es una fabulosa forma de hacer turismo y deporte al mismo tiempo.
¿Dormir en Szentendre?
La gran mayoría de personas que hacen la excursión a Szentendre tan solo pasan unas horas allí y retornan a media tarde hacia Budapest. En realidad, por el tamaño de la población, no hace falta más tiempo para verla.
Sin embargo, en según qué temporadas, puede que durante esas horas centrales del día esté realmente atestada de turistas. De modo que para hacer mejores fotos o pasear más tranquilo, no es mala idea pasar la noche en uno de sus hoteles.
Por qué hacer esta excursión
El primer motivo para hacer esta excursión a Szentendre es para comprobar que Hungría va más allá de Budapest. A veces viajamos con tantas prisas y con paquetes turísticos tan cerrados que solo vemos lo más tópico y famoso. Es bueno salirse de esos estereotipos. Y aunque Szentendre es un pueblo bastante turístico, sirve para ver algo de Hungría que no sea su hermosa capital.
Allí nos espera la sensación de que se nos invita a pasear por unas calles hermosas y bastante acogedoras. Comenzaremos por el propio paseo ribereño que flanquea el Danubio. Es lo primero que pisaremos en Szentendre si vamos hasta allí navegando.
Y además…
Pero no todo es caminar. Szentendre es un núcleo pequeño, pero hay hasta 16 museos distintos. A cada cual más peculiar. Puedes ver el Karacsony Museum, centrado en la Navidad y donde podrás hacer acopio de objetos especiales para la celebración más entrañable del año.
También está el Szamos Maripan Manufacture, un bar y pastelería que también es museo, ya que tiene una curiosa colección de figuras hechas de mazapán. Aunque quizás el museo más atractivo de Szentendre sea el que hay a sus afueras, un museo al aire libre ideal para descubrir las tradiciones y costumbres húngaras más arraigadas.
Igualmente, se pueden visitar varias iglesias interesantes en el mismo corazón de la pequeña ciudad. La mayor de todas es la de San Pedro y San Pablo, mientras que la más antigua es la de San Juan Bautista. Y, por supuesto, hay que conocer la de San Andrés, que no deja de ser el nombre de la población.
A todo eso hay que sumarle la belleza de parques como el de Szobor con sus bellas esculturas o el parque Postás, que hasta tiene una playa fluvial. Es un buen lugar para refrescarse tras subir hasta el mirador de Angryal, que ofrece unas preciosas vistas del conjunto, o tras recorrerse la Dumtsa Jeno, la avenida principal de la ciudad donde siempre hay cosas que ver y que comprar.
En definitiva, que la excursión a Szentendre es bastante recomendable por muchos motivos. Entre otros, porque es un contrapunto a los grandes núcleos que siempre queremos ver en esta zona de Centroeuropa, con grandes ciudades como Budapest, Praga o Viena, pero también con localidades con un encanto especial.
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