Sirmione: una gran sorpresa en el lago de Garda

Su castillo es su mayor icono, pero en esta localidad bañada por el lago de Garda nos esperan otros atractivos muy interesantes.

Sirmione es una preciosa localidad italiana que bien puede ser considerada como la joya del lago de Garda. Y es que tiene mucho que ofrecer a todos los turistas que cada año se acercan hasta allí. Situada en una pequeña península, es una de las poblaciones más pintorescas que puedas imaginar ¿Quieres conocerla?

El casco antiguo de Sirmione

Uno de los grandes encantos de Sirmione es su casco histórico. Para acceder hay que atravesar el puente levadizo del castillo de Sirmione, denominado Rocca Scaligera. Este es el auténtico símbolo de la localidad y uno de los más singulares de Italia.

La fortaleza tiene su origen en el siglo XIII. Probablemente se levantó sobre unos antiguos restos romanos. La estampa que hoy podemos contemplar se debe a una remodelación realizada en en el año 1900, ya que por aquel entonces la construcción estaba hecha casi una ruina.

Respecto a sus características, el castillo, que es uno de los más completos de que podrás ver en territorio italiano, cuenta con bellas torres y con un imponente muro que servían para la defensa del municipio. Está rodeado de un canal y en su interior tiene una dársena. Para conocerlo es necesario atravesar un puente con arcos.

Además del castillo, en el centro histórico de Sirmione hay otras joyas monumentales. No te pierdas la iglesia de Santa Maria della Neve, de estilo románico; la de Sa Pietro in Mavino, ubicada sobre un cerro; y la de Sant’Anna. Estas dos últimas son más pequeñas que la primera, pero igual de interesantes.

Qué más ver en Sirmione

En Sirmione son también de visita obligatoria las cuevas de Catulo. Realmente son las ruinas de una antigua villa romana. Su nombre se debe a que hasta el siglo XIX estuvieron cubiertas por mucha vegetación y, de este modo, las columnatas se parecían a cuevas. Además, se cree que el poeta latino Cayo Valerio Catulo vivió en la villa.

Por otro lado, las cuevas de Catulo constituyen uno de los restos de la Antigua Roma más importantes del norte de Italia. Debes visitarlas, al igual que el Museo Arqueológico. No hay excusa: la entrada a todo ello tan solo cuesta 4 euros.

Qué hacer en Sirmione

Además de hacer turismo, en Sirmione hay que disfrutar de sus playas, como la de Jamaica Beach, una de las más famosas y destacadas del municipio. Y es que sus aguas limpias y cristalinas, sus colores o su belleza no pasan desapercibidas para nadie. Igual de recomendables son Lido Beach Galeazzi y Beach Punta Gro.

Otra opción es relajarse en alguno de sus balnearios o instalaciones termales. Existen dos: las de Catullo, en el casco antiguo que ya hemos visto; y la de Virgilio, entre Colombare y Lugana. Ambos se aprovechan del agua de Sirmione, rica en azufre, lo que la convierte en muy beneficiosa para la salud.

Visitar el lago de Garda

El lago de Garda es el mayor de Italia. Por ello, es imprescindible que hagas alguna excursión por él si te encuentras en la zona. Sirmione, además de estar rodeada por sus aguas, es considerada como su puerta de entrada, al  tener conexión directa con Milán o Venecia, así como con las principales poblaciones de Garda.

Existen varias formas de disfrutar del lago de Garda. Si acompaña el buen tiempo te puedes dar un simple baño en él o un baño de barro terapéutico, pues los lodos que hay en esta masa de agua son reconocidos en toda Italia por sus beneficios. Además, ¡es completamente gratis! Qué más se puede pedir.

Otra manera de conocer el lago de Garda es recorrerlo en barco. Es un paseo que dura una media hora y que permite vislumbrar el castillo de Sirmione, la villa de María Callas o las cuevas de Catulo, entre muchos otros atractivos.

Como habrás podido comprobar, viajar a Sirmione es una experiencia esencial a orillas del lago de Garda que no se puede pasar por alto. Si viajas al norte de Italia, no lo dudes, reserva un tiempo para descubrir uno de los pueblos más pintorescos de esta zona.