Sigüenza, un pueblo con encanto en Castilla‐La Mancha
Sigüenza es uno de los pueblos de más belleza de España. La Ciudad del Doncel tiene una gran historia, ya que el paso de varias culturas le han dado un carácter singular. ¿Qué podemos ver en Sigüenza? A esto vamos a responderte en este artículo.
Los tesoros de Sigüenza
Sigüenza era una ciudad en el medievo muy próspera. Hoy, una buena parte de sus rincones con encanto están relacionados con la época. Existen bastantes, pero te vamos a enumerar los que no debes perderte:
- El castillo: lo ocuparon varios pueblos a lo largo de la historia. Actualmente es un parador que domina la ciudad desde lo alto. Aunque no tengas pensado dormir en él, sí puedes pasar al interior de sus murallas y pasear por el patio y salones, que están abiertos al público.
- La catedral: se levantó en el siglo XII y alberga la imagen más famosa de Sigüenza, el Doncel. Es una escultura de carácter funerario famosa por la perfección en el talle y su realismo. Se suele mostrar únicamente en visitas guiadas, pero podemos fotografiarla desde fuera. En las visitas se incluyen también la sacristía de las cabezas, que debe su nombre a los montones de cabezas talladas en el techo.
- La Plaza Mayor: aquí es donde en la antigüedad se celebraba el mercado. Era el acontecimiento de mayor importancia de la vida cotidiana de la época.
- Las travesañas: si andamos por la ciudad antigua se pueden visitar varias iglesias, como las de Santiago, San Vicente o Santa María. También se puede ver la Casa del Doncel o la Plazuela de la Cárcel. Sin olvidar las puertas de sus murallas, como la de los Toriles, la del Sol, la de Hierro o el arco del Portal Mayor.
- Parte baja de la ciudad: aquí tenemos como “campo base” la Alameda, pudiendo visitar el convento de las Ursulinas, la ermita del Humilladero o la de San Roque y el convento de las Clarisas, con sus fantásticos dulces.
Conociendo mejor Sigüenza
La naturaleza y Sigüenza
Si eres un amante de la naturaleza, te recomendamos que disfrutes del gran pinar, pudiendo dar una larga caminata respirando aire puro, algo que tus pulmones van a agradecer.
¿Cuál es el mejor momento para ir?
La ciudad castellana está a 1.000 metros de altura. Esto se debe tener en cuenta al programar una visita. Como mejor época, abril y septiembre son los meses ideales. A pesar de esto, estamos seguros que fuera de esa temporada, seguro que encuentras algún fin de semana con sol.
¿Dónde hospedarse?
Existe cada vez más oferta hostelera. La mayoría de hoteles o casas rurales intentan continuar con el ambiente medieval que guarda Sigüenza. A un kilómetro de la ciudad existe una zona de acampada para los amantes del camping y del descanso rodeado de la naturaleza.
¿Qué tal se come?
Como en toda Guadalajara, se come muy bien. Destacan las sopas o migas castellanas y la trucha escabechada o con jamón. Si quieres darte un buen festín, no debes perderte el cordero o cabrito al horno de piedra. En las cercanías de la Calle Mayor y en las travesañas lo hacen.
Salir de fiesta
Si quieres salir a tomar algo, la mayoría de los locales de copas están en la calle Vicente Moñux, también llamada “La Senda”. En verano se puede tomar el vermut en los chiringuitos que se ponen en la Alameda o en el Paseo de la Alameda.
Productos típicos de Sigüenza
En caso de que quieras contar con un buen recuerdo de Sigüenza, lo mejor es algún producto artesano. Una buena oportunidad de hacerse con las botas de vino, espejos, alfarería o los tapices y productos del cincelado. En las calles Cardenal Mendoza y en la Calle Mayor existen tiendas que cuentan con este tipo de productos.
Cuenta con gran fama la miel de esta zona, y es que la miel de Valderomero está entre las más apreciadas. Se encuentra pasada la estación de tren.
“Viajar permite huir de la rutina diaria, del miedo al futuro.”
– Graham Greene –
Sigüenza es un pueblo realmente encantador que merece la pena visitar. ¿A qué estás esperando?