Siete razones para dejarlo todo y recorrer el mundo
Si la idea de dejarlo todo y recorrer el mundo te está rondando, en este artículo te damos unas estupendas razones para que se instale definitivamente en ti. Para dejarlo todo y recorrer el mundo no necesitas mucho, solo una mochila y muchas ganas.
1. Terminar con la rutina
Si pasas la mayor parte de tu vida yendo de casa al trabajo, haciendo lo mismo día tras día, es tiempo de un cambio. Dejarlo todo y recorrer el mundo puede ser una estupenda forma de hacerlo.
No es sencillo tomar ese tipo de decisiones, pero si no lo haces ahora ¿cuándo? Gustos son gustos y, como se dice, debes dártelos en vida. Viajar es una experiencia intransferible e inenarrable, te enriquecerá muchísimo, te dará cultura y madurez.
2. Buscar tu lugar
Muchas veces no nos apetece el sitio donde vivimos, estamos allí porque es donde nacimos o donde están nuestros afectos o trabajamos. Pero esto no es todo en la vida, para muchas personas el sitio en el que viven debe gustarles, cargarlos de energía y llenarlos de orgullo.
Si eres de esas personas, entonces tienes una razón para dejarlo todo, recorrer el mundo y encontrar tu sitio en él.
3. Buscar tu libertad
Tener un determinado trabajo y vivir en un determinado sitio te ata. Esa sensación de estar atado, de tener más obligaciones que derechos, crea en ti un hastío que va socavando tu confianza y tu autoestima.
Si te sientes de esta manera debes romper con todo lo que te agobia, dejarlo todo y recorrer el mundo. Esto no te hará una persona irresponsable ni descuidada, te hará una persona libre y, sobre todo, una persona feliz.
Serás una persona que busque su propio camino, su propio destino. Una persona que se comprometa con el nuevo estado de cosas y lo haga según su estilo de vida.
4. Conocer otras personas
Dejarlo todo y recorrer el mundo es una manera estupenda de conocer otras realidades y personas completamente diferentes a ti.
Alojarte en un hotel, una casa de huéspedes y recorrer ciudades te permitirá tener estas experiencias muy enriquecedoras. Y de ellas pueden surgir relaciones, actitudes y sentimientos sumamente importantes ¿no te parece?
5. Te obliga a aprender
Dejarlo todo y recorrer el mundo te obliga a aprender muchas, muchísimas cosas. Por ejemplo, viajar te hace aprender distintos idiomas. Puedes hacer un curso, pero no es lo mismo.
Si viajas a un país con un idioma diferente debes hacerle entender a otros cuáles son tus necesidades y para ello debes expresarte en su idioma. La necesidad agudiza el ingenio y los viajes te enseñan muchísimo más y mucho más rápido que el mejor curso que se pueda pagar con dinero.
6. Los viajes amplían tus horizontes
El ser humano es un explorador innato, nos gusta saberlo todo. Todo en la vida nos lleva a explorar, a saber cómo se hace, con qué se hace. Dejarlo todo y recorrer el mundo es una estupenda manera de dar rienda suelta a nuestro instinto explorador.
Conocer otras regiones, otras geografías y otras culturas, en cierta manera sacia nuestra sed de conocimiento y nos hace abrir la mente. Te permite, además, hacer comparaciones, cambiar significativamente tu perspectiva.
Después de un viaje por el mundo, comenzarás a valorar cosas que antes no considerabas y a dejar de lado otras que creías esenciales.
” Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia. “
-Enrique Jardiel Poncela”-
Sólo es cuestión de animarse, cerrar los ojos, respirar profundamente y dar el primer paso, esa es una muy buena manera de comenzar. Si desde hace tiempo tienes la idea de dejarlo todo y recorrer el mundo abandona todas los contras y fija tu atención sólo en los pros.