Descubrimos todos los secretos de la idílica isla de Bali
La isla de Bali, en Indonesia, alberga muchos tesoros, empezando por sus templos, sus playas, volcanes, cascadas y lagos. A la belleza de su paisaje se le suman otros atractivos: su constante clima veraniego, su exótica y excelente gastronomía y sus múltiples opciones de ocio (fiesta, compras…). Por todo ello, no es de extrañar que sea uno de los destinos turísticos más demandados a nivel internacional.
Los tesoros de la isla de Bali
Vamos a recorrer la isla descubriendo esos rincones que no debes perderte. Bali es un auténtico paraíso.
Sus templos
En Bali, también conocida como la isla de los dioses, existen más de 10.000 templos. La mayoría son de culto hinduista balinés, la religión mayoritaria de la provincia.
Su función es la de proteger la zona y sus habitantes de los espíritus malignos. Sin embargo, para los balineses no solo son un lugar de culto sagrado, sino que también constituyen los espacios donde se desarrolla la vida social y cultural.
Ninguno de ellos desmerece la pena, pero es imposible visitarlos todos. Uno de los más interesantes es el templo Pura Tanah Lot. Es una preciosa construcción levantada en un islote a escasos metros de la costa.
También son destacables el templo de Pura Besakih, el más grande e importante de Bali; Pura Ulu Watu, en lo alto de un acantilado y “hogar” del dios de la naturaleza y los elementos; y el templo Ulun Danu, a las orilla del lago Bratan.
Las playas de la isla de Bali
La costa balinesa es lo más parecido a un paraíso que hay: arena suave bañada por aguas turquesa y rodeada por exóticos paisajes. Ahora bien, las idílicas playas pueden suponer un remanso de paz, convertirse en el escenario perfecto para bailar al son de la música o para despertar nuestros espíritu aventurero y deportista. Es decir, que ofrecen numerosas opciones a elección del turista.
Una de las playas más famosas es la de Jimbaran, que se ha puesto de moda entre los practicantes de windsurf, bodysurfing y barco de vela.
También hay que mencionar la de la de Kuta, conocida como la playa de la fiesta por el ritmo frenético que hay en ella a todas las horas del día. Y no hay que olvidar la de Legian, vecina de la anterior, pero mucho más tranquila, ya que los árboles que la rodean invitan a la paz y el relax.
Lagos y cascadas
Aunque la costa sea uno de los mayores atractivos de Bali, hay vida más allá de ella, ya que la isla alberga una frondosa y exuberante naturaleza que esconde lagos y cascadas.
Una de las más frecuentadas es la cascada de Goa Batu. Está escondida en medio de la selva, por lo que los visitantes deben andar varios metros por un estrecho camino hasta dar con ella. Eso sí, el paseo merece la pena. Otra cascadas de gran belleza es la de GitGit, la más alta de toda la isla de Bali.
Mientras, en el noroeste se encuentran los lagos Bunyan y el Tambligan, ideales para hacer ecoturismo y huir durante varias horas del resto de turistas. Además, el entorno que los rodea es de una belleza inusual.
Los volcanes
El más conocido es el Batur, aún en activo, lo que implica que se pueda ver de vez en cuando cómo desprende humo y cenizas desde su cráter. Además, es el más alto de la provincia, permitiendo gozar de unas vistas inmejorables. Al que le pueda el vértigo y no se atreva a subir hasta él haciendo senderismo, siempre le queda la opción de disfrutar de su inmensidad desde abajo.
Menos popular pero igual de recomendable es el volcán Bratan, rodeado de distintos estratovolcanes en su borde sur y con un lago del mismo nombre en el que se pueden hacer deportes acuáticos. Aquí también se descubre uno de los miles de templos que pueblan la isla. Es más céntrico que el Batur y, al tener menos altura que este, la temperatura es más agradable.
“Viajar es como amar, es un intento de transformar un sueño en realidad”.
– Alain de Botton-
Otros atractivos de la isla de Bali
El paisaje de Bali también está repleto de arrozales y terrazas con plantaciones de arroz, ya que la economía de la isla se sustenta principalmente en el cultivo de dicho alimento.
Asimismo, este constituye la base de sus platos típicos, al igual que el marisco, la pasta, las verduras y la carne de cerdo, pollo o pato. Todos ellos suelen estar acompañados de sabores y especias fuertes como la cúrcuma o el sambal.
Los arrozales, que se extienden en kilométricas laderas verdes, pueden ser visitados mediante tours guiados, siendo los más recomendables los que se salen desde Kuta o Ubud. Los más conocidos son los de Jatiluwih, declarados Patrimonio de la Humanidad.