Sagunto: una ciudad mediterránea llena de historia

El Mediterráneo fue el mar que vio nacer algunas de las culturas que se consideran los orígenes de la civilización occidental. Son muchas las ciudades que surgieron en esos primeros momentos y que hoy siguen habitadas. Sagunto es una de ellas.
Sagunto: una ciudad mediterránea llena de historia
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 25 febrero, 2020

Sagunto es la capital de la comarca del Camp de Morvedre. Está situada al norte de la provincia de Valencia, en un punto estratégico para las comunicaciones en la península. Ella confluyen dos ejes fundamentales que comunican, por un lado, Cataluña y Andalucía y, por otro, el Mediterráneo con el norte peninsular a través de Aragón.

Por ello, no es casual que desde antaño el lugar fuera elegido para establecer asentamientos permanentes de población. Sabemos que hace más de 2500 años el territorio que hoy ocupa Sagunto estaba habitado por la civilización íbera. El asentamiento se llamaba Arse y era un centro económico y político importante.

La ciudad íbera fue asediada por las tropas del cartaginés Aníbal. Después de ocho meses, los habitantes de Arse, ante la desesperación, decidieron inmolarse antes de que la ciudad cayera. Cuando las tropas de Aníbal traspasaron las murallas se encontraron la ciudad reducida a cenizas.

Después de la segunda guerra púnica, los romanos devolvieron la ciudad a los íberos, aunque ahora con enormes influencias de la Hispania romana. Un ejemplo de ello fue el cambio de nombre: dejó de llamarse Arse para denominarse Saguntum.

Saguntum, un municipio romano

Templo romano

Saguntum, tras una guerra civil en la Hispania romana, se mantuvo fiel a Roma. Así, en el año 4 a.C. obtuvo el título de municipio romano. Fue a partir de ese momento cuando la ciudad empezó a transformarse en una gran urbe romana y, por ello, la gran mayoría de edificios que se conservan hoy en día son de esa época.

Edificios romanos de Sagunto

Caminando por Sagunto nos encontramos con vestigios de la civilización romana en sus calles. Un ejemplo es una de las puertas que daba acceso al circo romano, la Puerta Meridional. La Plaça Major fue, en la época romana, el foro de la ciudad baja. En la actualidad todavía podemos apreciar restos de fustes y capiteles de columnas romanas.

La ciudad también cuenta con un impresionante museo histórico en el que podrás admirar piezas arqueológicas procedentes de las excavaciones realizadas tanto en el castillo como en el entramado urbano de la ciudad. La colección más importante es la relacionada con la época iberorromana.

El teatro romano de Sagunto

Teatro romano de Sagunto

Pero lo más impresionante que hoy sigue en pie es el teatro romano. Sin duda, se trata de los restos arqueológicos romanos más conocidos de la ciudad. Este recinto, con una capacidad de 4000 personas, fue construido en el siglo I d.C., durante la época del emperador Tiberio.

La magnificencia del edificio lo convirtió en uno de los primeros monumentos del Patrimonio Histórico de España. Eso fue en el año 1896. Durante buena parte del siglo XX el edificio quedó prácticamente abandonado hasta que en las décadas de los 70 y 80 se empezó a recobrar el interés por este magnifico teatro.

En 1984 se planeó su restauración. Diez años después se iniciaron las obras, que recibieron duras críticas. Incluso se tomaron acciones legales por considerar que las obras vulneraban la Ley del Patrimonio Histórico Español.

A pesar que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana consideró que “El proyecto de restauración y rehabilitación consistía realmente en una obra que se asienta sobre las ruinas de un teatro romano y las oculta, tratándose de una reconstrucción sobre las ruinas auténticas (…)”, ordenó la demolición de las obras para devolverlo a su estado original.

En el año 2009, el propio tribunal, siguiendo el principio de la eficiencia en el gasto público, estimó el recurso que presentaron  la Generalitat Valenciana y el Ayutamiento de Sagunto donde alegaban que no se podía ejecutar la demolición de las obras.

Sagunto medieval y moderno

Castillo de Sagunto

La historia de la ciudad no finalizó con la caída del Imperio romano. En el siglo VIII llegó a Sagunto el islam, y con él un conjunto de modificaciones en el ámbito cultural y arquitectónico de la ciudad. Las calles formaban un entramado tortuoso de callejones estrechos.

Algunos elementos de esa época los encontramos en las calles de Sagunto. El horno de los baños árabes es un ejemplo de ello, pues aún hoy se conserva la fachada con parte del arco de medio punto y el escudo de los Múzquiz, familia a la que pertenecía el horno.

Con la expulsión de los musulmanes, Sagunto se convertirá en una ciudad cristiana. A la población musulmana se la recluyó a la llamada morería. Se empezaron a construir iglesias y en los lugares donde estaban los zocos árabes se construyeron palacetes señoriales.

Un símbolo del triunfo del cristianismo sobre el islam lo encontramos en la iglesia de Santa María, ya que fue construida sobre la antigua mezquita mayor. En el año 1982, la iglesia fue declarada Monumento Nacional.

Siglo XX

Vista del puerto

A principios del siglo pasado, la ciudad se convirtió en una de las ciudades industriales más importantes del Mediterráneo español. Eso fue gracias a la industria minera y al puerto de Sagunto.

De esa época podemos apreciar algunos edificios de importancia como el Hospital Viejo o los Talleres Generales, espacio destinado actualmente a la difusión cultural mediante representaciones teatrales y/o musicales, exposiciones varias, congresos, etc.

Con el crecimiento industrial de la ciudad se produjo una llegada masiva de población obrera. Así se levantaron el barrio obrero, el economato, la iglesia de Nuestra Señora de Begoña y también el conjunto de la gerencia. Estos últimos eran los edificios encargados de albergar las oficinas generales y la dirección de las grandes empresas asentadas en la localidad.

En fin, como puedes observar, Sagunto es una ciudad llena de historia. Caminando por sus calles podrás viajar desde los albores de la civilización occidental hasta la época de la Revolución Industrial. Es, sin duda, un destino fabuloso para los amantes de la historia.