Una deliciosa ruta gastronómica por el Mediterráneo
El aceite de oliva, los quesos, los pescados, los mariscos, el orégano y la albahaca… son típicos en las regiones cercanas al mar Mediterráneo. Si eres de aquellos a los que les encanta probar diferentes comidas durante sus viajes, te recomendamos la siguiente ruta gastronómica por los sabores tradicionales de España, Francia e Italia.
Vamos a empezar señalando que la gastronomía mediterránea abarca una gran cantidad de países y culturas: magrebí, otomana, jordana, griega, italiana, francesa y española. En este caso, haremos la ruta por áreas muy concretas de tres últimos territorios, para que puedas disfrutar de los paisajes y también de la comida.
Ruta gastronómica por la Costa Blanca, España
Además del sol y de la playa, en la Costa Blanca (entre el municipio de Denia hasta Pilar de la Horadada, en Alicante) nos esperan con una gran tradición gastronómica. Los guisos de la abuela, los arroces a la antigua y los turrones son solo algunas de las deliciosas opciones a nuestra disposición.
La gamba roja de Denia es uno de los productos destacados, una delicia que llevan los chefs locales hacia todo el mundo. Se encuentra también en Villajoyosa, Alicante, Torrevieja y Santa Pola.
Muy cerca de este paisaje playero nos podemos adentrar en la montaña y disfrutar platos de carnes, legumbres, hortalizas y verduras; gazpachos y el conocido “caldo con pelotas” de las Marina Baixa y Alta y Vega Baja.
Los postres
Por supuesto, no puedes irte de esta primera parada de la ruta gastronómica sin probar los turrones, de Jijona o Alicante. Y tampoco debes perderte los helados que refrescan en el más caluroso verano.
Para los amantes de las frutas, el níspero de Callosa d’en Sarriá tiene una pulpa dulce (aunque ligeramente ácida) con cuyo almíbar se preparan diferentes recetas. Por su parte, la uva de Vinalopó y las cerezas de la montaña de Alicante son realmente espectaculares.
“No hay amor más sincero que el amor a la comida.”
-George Bernard Shaw-
2. Gastronomía de la Provenza, Francia
No se puede negar que la comida francesa es considerada de excelente nivel. Por eso, en esta ruta gastronómica no podía faltar el área más cercana al Mediterráneo, la Provenza, que incluye la región de la Costa Azul.
Probablemente tendrás hierbas aromáticas en tu cocina, pues bien, aquí son muy apreciadas. Así, las hierbas provenzales son una mezcla de orégano, tomillo, romero, mejorana y, en algunos casos, la lavanda. Hierbas que aderezan platos muy variados, desde carnes a quesos.
Como entrante, el paté de aceitunas es imprescindible y la receta incluye anchoas, alcaparras y mucho aceite de oliva. El alioli también forma parte de esta ruta gastronómica, y acompaña unas patatas o unos bocadillos. Se prepara con aceite de oliva, ajo, zumo de limón y yema de huevo.
Platos típicos
En esta región del sur de Francia tenemos el socca, que serían como las crepes, pero hecho de garbanzos. Se cocina en el horno y está sazonado con las hierbas locales. Si prefieres el pan común, la hogaza no faltará en la mesa junto con el queso, las aceitunas y las anchoas.
¿Quieres comer algo típico de la vida campestre de la Provenza? Entonces pide un ratatouille, una especie de cocido con verduras baratas: tomate, berenjena, calabacín, pimiento y cebolla (entre otras). Para el postre tenemos los 13 banquetes que se consumen para Navidad e incluyen por ejemplo uvas, masa de pan frita, turrón blanco y frutas en conserva.
3. Gastronomía en la Toscana, Italia
No solo quedarás maravillado con la arquitectura de Florencia, Pisa y Siena o la tranquilidad de sus pueblos como San Gimignano. En la tercera y última parada de la ruta gastronómica (al menos de momento), deberías probar la panzanella, un pan duro mojado en agua que se adereza con albahaca, tomate, pepinos y cebolla.
Otras opciones son el panino col lampredotto, un bocadillo relleno con ternera hervida y verduras y el ribollita, una sopa de judías blancas, tomate y col silvestre. Más recetas de la Toscana son pappardelle sulla lepre, de pasta fresca con salsa de liebre; lasagne bastarde, con queso de cabra curado; y polpettone alla fiorentina, una especie de albóndiga de ternera con migas bañadas en leche, huevos y parmesano.
Uno de los postres en la Toscana es el castagnaccio o pattona, que antiguamente se vendía en las calles y está hecho de harina de castañas, nueces, pasas, piñones, piel de naranja y romero. También es típico el cantucci e vinsanto, una galleta de almendras que se acompaña con café.