5 rincones de Viena maravillosos que no te puedes perder
Es una de las ciudades más deseadas por extranjeros y europeos como destino de viajes. La capital de Austria es historia, música, monumentos y un sinfín de cosas por ver y descubrir. Pero hay rincones de Viena que no debes perderte. Vamos a descubrir algunos de ellos ¡Ven con nosotros!
Rincones de Viena que debes ver sin falta
La ciudad en la que el famoso compositor Beethoven pasó gran parte de su vida está llena de atractivos. Muchos dicen que no hay distinciones entre la música y su historia. Y es que Viena no sería Viena sin historia, pero tampoco lo sería sin música. Los enormes monumentos, sus palacios y sus calles dan prueba de ello. Estos son los que debes ver:
1. Parlamento de Austria
Este enorme e imponente edificio fue construido cuando se renovó la calle más importante de la ciudad: la Ringstrasse. Fue construido en estilo historicista, un estilo poco común que evocaba la época griega por haber sido la pionera en la democracia.
Durante la II Guerra Mundial más de la mitad del edificio quedó derruido, siendo reconstruido gracias a unos trabajos que se extendieron hasta 1956. Aprovechando la reconstrucción, aunque otorgaron una imagen similar, remodelaron la sala de sesiones del Consejo dándole un aire más vanguardista y moderno.
Sus increíbles columnas te fascinarán, pero su interior te dejará sin palabras. Existen visitas guiadas en las que podrás aprender toda la historia de este monumento tan popular.
“La arquitectura es una música de piedras y la música, una arquitectura de sonidos.”
– Ludwig van Beethoven –
2. Ringstrasse
Toda ciudad que se precie tiene una calle importante, y en el caso de Viena, esta es la Ringstrasse. En ella se encuentran muchos de los monumentos y edificios más importantes.
Esta calle se construyó en el mismo lugar en el que estaba la muralla que protegía a la ciudad años atrás. En ella podrás ver el Ayuntamiento, la Ópera de Viena, el Parlamento o los dos museos más importantes: el de Arte y el de Historia Natural. Su forma es circular y se puede recorrer tanto a pie como en tranvía.
3. Ópera de Viena
Este sin duda es el edificio que define a esta ciudad, la ciudad de la música, de los genios y de la arquitectura. Esta bella construcción, situada en la Ringstrasse se inauguró en 1869 con un concierto de Mozart.
La historia de este majestuoso monumento es triste, ya que al parecer los vieneses esperaban mucho más de él y se sintieron decepcionados al verlo. La frustración de su creador fue aún mayor al ver el poco éxito por su gran trabajo y se quitó la vida por ello. Es uno de esos lugares que no puedes visitar por libre sino con guía.
4. Palacio Belvedere
Uno de los rincones de Viena más especiales. Este palacio está compuesto por dos edificios unidos por un enorme jardín: el alto y el bajo Belvedere. Se construyó como residencia de verano para Eugenio de Saboya.
El alto Belvedere es el edificio principal y está mucho más elaborado, aunque su interior deja mucho que desear si esperas ver un palacio lleno de lujos y ostentosidades. El bajo es más pequeño y con una fachada más sencilla aunque en su interior se descubren exposiciones de arte barroco de los artistas pertenecientes a la Edad de Oro de Viena.
5. Stadpark
Viena también tiene una amplia riqueza natural y parques incomparables. Ese es el caso del Stadpark, con estilo inglés y una extensión de 65 000 metros cuadrados. Un monumento a Johan Strauss de bronce dorado se erige en el centro de parque, convirtiéndose en el lugar más fotografiado por turistas.
También descubrirás un edificio llamado Kursalon, que es espectacular y atraerá tu mirada aun cuando no sepas de qué se trata. De estilo renacentista, se construyó entre 1865 y 1867 y es una de las salas de conciertos más hermosas que puedas imaginar.
Estos son rincones de Viena que no debes perderte cuando visites la ciudad. Ciudad, por supuesto, con mucho más que ver, desde los palacios de Schönbrunn y Hofburg al idílico Prater o la catedral. Viena, su arquitectura y su música enganchan y por ello estamos seguros de que no será la última vez que vayas.