Te ofrecemos 5 buenas razones para visitar Sitges

Situada muy cerca de Barcelona, la bonita ciudad de Sitges es fuente inagotable de belleza, cultura, historia, arte y mar. Aquí encontrarás una gran variedad de atracciones que no te dejaran indiferente. Puedes deambular por sus calles y visitar sus monumentos. O darte un buen chapuzón en la playa. Sin olvidar el ambiente festivo que se vive en bares, pubs y discotecas.

¿Por qué visitar Sitges?

1. Un bello paseo marítimo

Una grata forma de maravillarse y relajarse es observar este bonito pueblo caminando por su paseo marítimo. Desde él podrás gozar de la playa y el sol a partes iguales. Toda una delicia para los sentidos. Desde un extremo del paseo se observa a lo lejos la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla, que, situada junto al mar Mediterráneo, crea un espacio de perfecta belleza.

Por otro lado, resulta exquisito admirar la delicadeza y el atractivo de las construcciones de la vieja burguesía catalana, que pasaba aquí las vacaciones de verano. Sus casas nos observan desde el muelle, serenas y sobrias. No obstante, lo mejor de Sitges es el sonido que las olas provocan al romper en la arena.

2. Espectaculares playas

Son muchas las playas que nos encontramos a lo largo del litoral de Sitges. Cada una de ellas es totalmente diferente al resto, puesto que cada una tiene una singularidad.

Se puede empezar por la tranquila y urbana playa de San Sebastián. Hace unos años fue elegida por el periódico New York Times como una de las mejores del continente europeo. Es un lugar muy cómodo, accesible y muy familiar.

La playa de Sausalito está un poco mas alejada del centro. Desde ella se puede hacer una escapada en kayak a las calas y cuevas de Sitges. Aquí se puede disfrutar de zonas naturistas, así como de calas pequeñas. En definitiva, siempre encontrarás espacios que parecen estar especialmente pensados para gozar, ya sea en soledad o en familia.

3. Monumentos espectaculares

Caminando por el paseo marítimo nos toparemos con la estatua en homenaje a Santiago Rusiñol. Hablamos de uno de los artistas modernistas catalanes más importantes. Quienes conozcan su figura o deseen descubrirla, pueden visitar el museo Cau Ferrat. Es un apartado poco conocido pero maravilloso de la ciudad.

Al final de este recorrido aparece la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla. Cuenta esta con una arquitectura de tamaño pequeño pero muy particular. Se ubica en la parte alta del pueblo y, por ello, las vistas desde aquí son maravillosas.

4. Espacios de interés

Por su parte, los amantes de la paz pueden sumergirse en el sosiego y la quietud del Racó de la Calma. Merece la pena pasear por esta zona y disfrutar de las actuaciones de músicos que se dan cita aquí habitualmente.

Sin alejarnos mucho tropezaremos con el Palacio de Maricel, uno de los lugares más representativos de Sitges. En su interior se celebran acontecimientos culturales de todo tipo a lo largo de todo el año.

Otra visita que no nos debemos perder es la de la Casa Bacardi. Allí nos contarán la historia de un hombre famoso, nacido en esta villa. Hablamos del fundador del célebre ron homónimo, Facundo Bacardi. Un hombre que partió a Cuba para regresar a su ciudad natal en el 1862, ya siendo un profesional del cóctel.

5. Deportes acuáticos

Son muchos las actividades al aire libre de las que se pueden practicar y disfrutar en estas aguas. Los más aventureros pueden disfrutar de buenas experiencias practicando kayak. Incluso remando en una canoa o subiéndose a una tabla de surf.

Si eres aficionado a la navegación puedes alquilar un barco y adentrarte en las tranquilas aguas mediterráneas. Sobre ellas podrás dedicarte a la pesca o simplemente bañarte. Relajarse en medio de la inmensidad del mar es lo importante.

En definitiva, son muchas las razones para visitar Sitges. Si necesitas desconectar, divertirte o solo desaparecer, este es un sitio ideal.