Qué puedes hacer durante una escala larga
A veces resulta inevitable que nuestro viaje incluya alguna escala larga. Por lo general, los billetes más económicos incluyen varias escalas, algunas de ellas bastante extensas. Si no tenemos un plan a la mano, es posible que esto se convierta en una pesadilla. Vamos cansados, queremos llegar pronto a nuestro destino y por eso cada hora se vuelve eterna.
Si tu próximo vuelo incluye una escala larga, no te preocupes. Hay maneras de pasar el tiempo , de modo que este tránsito no se te vuelva un problema. Si vas preparado mentalmente para este tipo de situaciones, seguro puedes convertir la escala en algo interesante y productivo.
Digamos primero que una escala larga es aquella que supera las tres horas de espera. Pueden ser de cinco, 10 y hasta 24 horas, e incluso más.
Las más difíciles de sobrellevar son aquellas que se ubican en el rango entre las 6 y las 14 horas, porque ni te permiten hacer un plan formal en ese destino intermedio, ni tampoco se terminan rápidamente. En esos casos, estos consejos podrían ayudarte.
Investiga sobre el aeropuerto
Antes de viajar, conviene que investigues un poco acerca de ese aeropuerto en donde tendrá lugar la escala larga. Averigua sobre todo si cobra una tasa aeroportuaria. Este dato es clave para decidir si sales del aeropuerto o no.
También es importante que tengas muy clara la distancia de dicho aeropuerto a la ciudad más próxima, los medios y horarios de transporte con los que cuenta y los servicios que ofrece. Tener toda esa información va a aclararte mucho el panorama.
La mejor opción en una escala larga: salir
Definitivamente, el mejor plan que se puede realizar en una escala larga es el de salir del aeropuerto. Esta podría ser una buena oportunidad para conocer ese destino intermedio que te toca visitar por obligación. Lo importante es que calcules bien el tiempo y que esto no vaya a entorpecer la continuidad de tu viaje.
Hay lugares, como Lima, donde existen planes ya diseñados para viajeros que hacen una escala larga. Operan las 24 horas del día y contemplan traslado desde y hacia el aeropuerto.
Sin embargo, también hay muchos lugares en donde salir del aeropuerto no es una opción, por la hora, la distancia u otras dificultades. En esos casos, nada mejor que diseñar un plan B.
Usar los servicios del aeropuerto
En la mayoría de los aeropuertos hay espacios destinados a brindar servicios a los viajeros. Peluquerías, masajes, gimnasio y muchas otras opciones. Así que una de las alternativas que tienes a mano es la de usar alguno o varios de esos servicios.
También existe la posibilidad de acceder a una sala VIP. Recuerda que muchas tarjetas de crédito incluyen descuentos especiales en esos espacios. Quizás inicialmente podría parecerte un poco costoso, pero si haces cuentas, no lo es tanto. En esos lugares tienes comidas, bebidas y mayores opciones de entretenimiento y descanso.
Trabajo o actividades de viaje
Puedes aprovechar una escala larga para completar alguna tarea de trabajo que tengas pendiente. También es buena idea llevar un buen libro para leer, o hacer una bitácora de viaje. Si vas de ida, revisa los planes de viaje. Si regresas, anota los aspectos que te llamaron la atención y escribe sobre las anécdotas que viviste.
Entre tarea y tarea, es bueno que dediques un tiempo a caminar por el aeropuerto. Recuerda que estirar las piernas es muy saludable, especialmente si vienes de un viaje largo o te espera un vuelo largo.
Así mismo, es bueno que tomes un ratito para dormir o, al menos, para recostarte, respirar un poco y relajarte. Son actividades reparadoras que te vendrán muy bien.
Elabora un plan de actividades
Si ninguna de las anteriores opciones te atrae, o piensas que puede salirte costoso, entonces simplemente haz un plan de pequeñas actividades para realizar. Por ejemplo, fija un tiempo para comer algo y recargarte, otro lapso para conocer el aeropuerto y curiosear en tiendas, un rato más para dormir, etc.
Tener un plan te ayuda mentalmente a ser más tolerante con la espera. Lo que aburre o molesta es precisamente ver que las horas pasan y que estás ahí sentado haciendo nada, mientras que el reloj parece no avanzar. La mejor manera de acortar una espera es llevando a cabo actividades variadas.