6 pueblos de Zaragoza para una escapada rural
¿Necesitas un poco de aire fresco, paisajes naturales y silencio? ¿Precisas una escapada rural para recargar las baterías y tener energía para lo que resta del año? Entonces, viaja con nosotros a algunos de los pueblos de Zaragoza más encantadores, perfectos para desconectar de todo y de todos por unos días.
¿Qué pueblos de Zaragoza visitar?
Al noroeste de España, esta provincia de Aragón cuenta con 13 comarcas. En cada una de ellas podemos encontrar bonitas localidades donde descansar en contacto con la naturaleza y la historia. Echa un vistazo a estos pueblos de Zaragoza, en cualquiera de ellos puedes disfrutar de una escapada muy especial.
1. Tauste
Está situado en la comarca de las Cinco Villas, junto al río Arba. Es el cuarto término municipal más extenso de la provincia y tiene un interesante casco antiguo.
Destaca la bella torre mudéjar de la iglesia de Santa María. Es octogonal y, como curiosidad, te diremos que la llaman la “bien plantada”. La iglesia de San Antonio Abad o el convento de Santa Clara son otros atractivos de Tauste.
“La persona inteligente viaja para enriquecer después su vida en los días sedentarios, que son más numerosos.”
-Enrique Larreta-
2. Anento
Con una población de 100 habitantes y un área de solo 22 km², Anento es uno de esos pueblos de Zaragoza perfectos si quieres disfrutar de la tranquilidad. Una localidad que pertenece a la asociación Los Pueblos más Bonitos de España.
El principal monumento aquí es el castillo, emplazado en lo alto del valle de Aguallueve y que alberga un torreón celtíbero que data del año 200 a.C. La iglesia románica de San Blas, con su magnífico retablo, es otro de sus atractivos. Y no hay que perderse los alrededores del pueblo, de enorme belleza.
3. Sos del Rey Católico
Pertenece también a la Comarca de las Cinco Villas, al noroeste de Zaragoza, y se construyó en lo alto de un terreno rocoso, por ello durante mucho tiempo gozó de cierta fortaleza. El casco histórico fue declarado Bien de Interés Cultural y cuenta con muchos lugares interesantes.
En tu paseo por Sos del Rey Católico no te pierdas la iglesia de San Esteban, junto al castillo de la Peña Felizana y el yacimiento arqueológico de Cabezo Ladrero. También merecen una visita el Palacio de los Sada, las 7 puertas de la muralla y la judería.
4. Daroca
Está ubicado en la depresión del río Jiloca, a casi 800 metros de altura. Es uno de los mejores pueblos de Zaragoza si quieres aprender algo de historia medieval y caminar por sus callecitas sin importar perderte.
¿Qué ver en Daroca? El Palacio de los Luna y los 4 kilómetros de murallas medievales con sus cuatro puertas. Aún hay más: el Castillo Mayor (del siglo IX); las torres de San Cristóbal, del Caballero y de la Carretería; el Castillo de la Judería; la fuente de los Veinte Caños y la iglesia de Santo Domingo.
5. Tarazona
Por su localización siempre ha sido un enclave importante en la historia (estaba en la frontera de los reinos de Castilla, Aragón y Navarra). En la Edad Media Tarazona fue un lugar de referencia para la política, la religión, el comercio, etc.
Si deseas visitar este bonito pueblo elogiado por Gustavo Adolfo Bécquer, te recomendamos que camines por sus calles estrechas y empedradas sin orden, irán apareciendo ante tu vista bellos monumentos: la Catedral de Nuestra Señora de la Huerta, la iglesia de Santa María Magdalena, el Palacio Episcopal, el convento de San Francisco, la mezquita de Tórtoles o las murallas, entre otros.
6. Calatayud
Sin duda, es uno de los más bonitos pueblos de Zaragoza. Lleva el título de “noble, leal, augusta y fidelísima” y cuenta con una historia que se remonta a la época de los celtíberos. Una nueva etapa en Catalayud comienza con la llegada de los árabes y cambia completamente tras la conquista por parte de Alfonso I.
Este pueblo tiene el recinto fortificado musulmán más antiguo que se conserva en la península ibérica. Está compuesto por cinco castillos (de doña Martina, Mayor, del Reloj, de la Peña y de Torre Mocha), unidos a través de las murallas.
Además, podemos visitar un amplio patrimonio religioso encabezado por la Colegiata de Santa María y la iglesia de San Pedro de los Francos. Sin olvidar la arquitectura civil, encabezada por el Palacio del Barón de Warsage.