La primera vuelta al mundo
Dar la primera vuelta al mundo costó más de tres años de travesía marítima. Hoy en día, hacerlo es cuestión de apenas un día, e incluso los astronautas que están en la estación espacial internacional recorren varias veces por día la circunferencia íntegra del planeta.
No obstante, este logro técnico no sería posible sin el viaje que hizo Juan Sebastián Elcano, quien su regresó proclamó con orgullo que era la primera vez que se había podido “recorrer y descubrir toda la redondez del mundo”.
La casualidad de dar la vuelta al mundo
Lo cierto es que la expedición que dio la primera vuelta al mundo no zarpó de España con ese objetivo. Cuando Fernando de Magallanes salió al mar por encargo del rey Carlos I, tenía por objetivo descubrir un paso desde el océano Atlántico hasta el Pacífico. Luego, habría de llegar hasta las islas Molucas, la codiciada despensa de las especias en aquellos años.
Sin embargo, un cúmulo de circunstancias, cambios y situaciones hizo que, una vez que la expedición había llegado al Sudeste Asiático y había cargado sus bodegas de toneladas de clavo, se decidieran a seguir su camino hacia el oeste, ya al mando de Elcano y con el objetivo de ser la primera tripulación que diera una completa vuelta al mundo, aunque aquella aventura fuera de lo más peligrosa…
Algunos datos sobre la primera vuelta al mundo
Vamos a dar unas fechas para ubicar este viaje, que verdaderamente fue una proeza. El día 10 de agosto de 1519, zarpó del puerto de Sevilla la primera de las cinco naves de esta expedición que comandaba el portugués Fernando de Magallanes. En todas estas embarcaciones viajaban en total 244 tripulantes.
El día 8 de septiembre de 1522, remontaba el río Guadalquivir desde Sanlúcar de Barrameda hasta Sevilla la única de esas cinco naves que consiguió completar el viaje. A bordo iban 18 hombres famélicos capitaneados el marinero vasco Juan Sebastián Elcano.
Primera parte del viaje
Tal y como hemos dicho, al inicio el viaje estaba comandado por Magallanes. A su mando se cruzó el Atlántico y se llegó hasta la costa brasileña.
Desde ahí, se recorrió el litoral sudamericano hasta llegar al Río de la Plata, por el cual se adentraron creyendo que aquello los llevaría al Pacífico. Pero no fue así. A partir de ese punto, ya era un viaje a lo desconocido.
De hecho, en la costa del sur de Argentina les llegó el invierno y tuvieron que pasar allí meses refugiados de los fríos australes. Cuando el clima mejoró, continuaron, y así fue como se adentraron en lo que hoy es el Estrecho de Magallanes, el cual consiguieron salvar y por fin navegar por el océano Pacífico.
La muerte de Magallanes
El primero objetivo ya estaba conseguido, ahora había que llegar a las Molucas. Sin embargo, había un inconveniente: se desconocía por completo lo grandioso que es el océano Pacífico.
No se imaginaban que les iba a costar desde el 18 de noviembre, fecha en la que atravesaron el Estrecho de Magallanes, hasta el mes de marzo, cuando pisaron la isla de Guam, ya relativamente cerca del continente asiático.
Ese fue el periplo por infinitas islas, hasta que recalaron en Cebú, en la actual Filipinas. Allí cada isla era una aventura, y no sabían si los recibimientos serían hostiles. De hecho, en Filipinas sufrieron un ataque que acabó con la vida de Magallanes. Y todavía no habían alcanzando las Molucas.
El capitán Elcano
La sustitución de Magallanes no fue fácil, y el mando de la expedición estuvo en discusión durante un tiempo. Aún así, consiguieron llegar a las Molucas y llenar sus bodegas de especia de clavo. Luego, por el laberinto de archipiélagos del sudeste asiático y la entrada al océano Índico, el mando cayó en manos de Elcano.
Este fue capaz de convencer a sus navegantes de que podían dar la vuelta al mundo. De acuerdo con el nuevo capitán, haber llegado a las Molucas por el oeste confirmaba la ‘redondez’ del planeta.
Sin embargo, para culminar esa inicial vuelta al mundo les quedaba por superar todavía muchos obstáculos. Uno de ellos era rodear África para evitar los puertos en manos de Portugal y darle la vuelta al Cabo de Buena Esperanza.
A final de cuentas, lo consiguieron, y remontaron toda la costa occidental africana con una única parada en Cabo Verde, y también muchas bajas a bordo. A pesar de todo, lograron su objetivo de alcanzar la desembocadura del Guadalquivir y completar así el primer giro a la Tierra, la primera vuelta al mundo, una epopeya increíble para la humanidad.