Popeye Village, una aldea espectáculo en la isla de Malta
Popeye Village, en Malta, se ha convertido de forma sorprendente en un fabuloso reclamo turístico de esta isla en el corazón del Mediterráneo. Una atracción que tiene un origen de película, literalmente. Y es que este lugar nació hace pocos años, cuando aquí se construyó un grandioso decorado para la película Popeye, que protagonizó el gran Robin Williams.
Donde está Popeye Village
Popeye Village se encuentra en la zona de Anchor Bay, hacia el noroeste de la isla maltesa, y la ciudad más próxima qué vais a encontrar es Mellieha. Hasta allí es fácil llegar por carretera en coche particular o alquilado.
Pero dado el peculiar tráfico de Malta, quizás lo más recomendable sea acercarse en alguno de los muchos autobuses públicos que llegan hasta aquí desde los grandes focos turísticos de la isla, como son Sliema, Saint Julians o su capital La Valeta.
Cuándo se hizo la película Popeye
Corría el año 1980 cuando se estrenó la película Popeye, basada en las aventuras del célebre y forzudo marinero que sacaba toda su fuerza de los botes de espinacas. Pero antes de ese estreno y de filmar la producción se había tenido que levantar todo un pueblo de la nada. Ese fue Popeye Village.
Para ello, no se dudó en traer la madera desde países muy lejanos y construir casi una veintena de casas a orillas del mar, para luego pintarlas de vivos colores. El objetivo es que en pantalla esa gama cromática fuera tan impactante como en las tiras cómicas y en los dibujos animados.
Y el efecto realmente se consiguió, e incluso gustó tanto, que una vez terminado el rodaje les dio pena derribar todo. Por eso, hoy sigue de pie y Popeye Village se ha transformado en un peculiar parque temático.
De todo ello os podréis informar mucho más ampliamente allí mismo, ya que una de las atracciones incluye la visión de un audiovisual que relata qué había aquí antes de que existiera Popeye Village, cómo se construyó y como discurrió el rodaje de la película.
El actual Popeye Village
Todo aquel inmenso decorado hoy es visitable, y se pueden visitar las casas que se hicieron para las escenas de la película. Es decir, que una de las actividades obligadas en Popeye Village es pasear. Pero esos paseos tienen recompensas, entre ellas, encontrarse con personajes tan singulares como el propio Popeye, su novia Olivia, el forzudo Brutus o el simpático Cocoliso.
No obstante, hay más cosas que hacer en Popeye Village. También se puede dar un paseo en barca por Anchor Bay. Por cierto, la construcción del decorado cinematográfico incluyó la construcción de un dique en el mar para suavizar el oleaje en la bahía. Y es que estamos hablando de toda un producción de la factoría Disney.
Una inversión tremenda y de la que hoy se siguen beneficiando con esas aguas tan calmadas y adecuadas para la navegación de paseo.
“No duermas para descansar, duerme para soñar. Porque los sueños están para cumplirse.”
-Walt Disney-
El parque de atracciones
Una vez comprendido el origen de Popeye Village, ya podemos hablaros de las diferentes atracciones que allí os esperan. Y si bien hay que decir que se trata de un parque de atracciones en el que se nota el paso del tiempo, la verdad es que es bastante interesante para visitarlo en familia, además de que es imprescindible para los amantes del cómic.
Allí se programan diversos espectáculos, así como también existe la posibilidad de hacer distintas actividades. Algunas para los más peques de la familia, como son los talleres de globos o los de pintura de caras. Pero también hay otras interesantes para los adultos, como la visita a exposiciones o una curiosa degustación de vinos.
Popeye Village a lo largo del año
Otra de las informaciones interesantes sobre este lugar de Malta, es que su aspecto puede cambiar a lo largo del año, distinguiendo fácilmente dos temporadas. Por un lado, la veraniega, cuando se puede disfrutar de una divertida piscina con trampolines y toboganes. Mientras que durante la Navidad a los personajes habituales se les suma el mismísimo Santa Claus.
En definitiva, Popeye Village merece una visita durante un viaje a Malta, y más aún si se complementa esta excursión con alguna inmersión de buceo en las aguas cristalinas de Anchor Bay.