Ponferrada, nobleza en el corazón de León
La capital de la comarca de El Bierzo, en Castilla y León, está emplazada donde los ríos Sil y Boeza se juntan. Ponferrada fue fundada en el siglo XI y en ese entonces recibió el nombre de “Pons Ferrata”. Damos un paseo por las bellezas de esta ciudad repleta de iglesias, monasterios y un campus universitario. ¡Para todos los gustos!
Ponferrada, la ciudad que comenzó con un puente
Corría el año 1082 cuando el Obispo Osmundo de Astorga ordenó que se construyera un puente para que los peregrinos que se dirigían hacia Santiago de Compostela pudieran atravesar el río Sil. Como fue reforzado con hierro para soportar el peso, ese fue el nombre elegido para la futura ciudad.
Pocos años después comenzaron nuevas obras, pero esta vez para una iglesia y en los alrededores surgió el poblado, que en 1180 ya es villa y recibe fueros de Fernando II. En el siglo XIII se amuralla y comienza a recibir nuevos habitantes, en su mayoría comerciantes, campesinos y artesanos. Para poder ingresar a Ponferrada se podían usar cuatro puertas. En las afueras se asienta una comunidad judía.
Los Reyes Católicos reclaman como propios tanto el castillo como la villa, pero los aldeanos presentan batalla, aunque no pudieron contra la fuerza monárquica. En 1908 el rey Alfonso XIII le concedía el título de ciudad, el mismo año que se coronaba a su patrona, la Virgen de la Encina.
“A Ponferrada me voy a caballo en mi borrica y a la Virgen de la Encina le cantaré una coplica”.
-Pedro Fernández Matachana-
De paseo por Ponferrada
Testigo directo de las revueltas por la toma de Ponferrada, víctima principal del abandono y la desidia de las familias señoriales y objetivo de los misiles durante la guerra, el castillo aún sigue resistiendo el paso de los años, aunque no está completo.
El acceso a la fortaleza “mutilada” se realiza por el sur mediante una rampa inclinada que cruza lo que en su momento fue un foso. Un castillo que perteneció a la orden del Temple y que fue ampliado y reformado durante siglos. Las torrecillas que protegen el portón con arco de medio punto demuestran el poderío y majestuosidad que en algún momento tuvo la construcción.
Otro de los puntos que no puedes perderte en tu paso por Ponferrada es la calle del reloj con la torre que formaba parte de las murallas, el austero convento de Concepcionistas y el Museo Bierzo (antigua cárcel), donde aprender mucho sobre la historia de la villa.
En el casco antiguo de la ciudad está, por supuesto, la plaza principal, llamada de la Encina y la basílica homónima, que resguarda la imagen de la patrona. Según relata la leyenda, esta imagen de origen medieval estaba escondida en el tronco de una encina y apareció cuando un hombre taló el árbol. El templo fue construido en el siglo XVI y tiene una torre edificada unos cien años más tarde.
Otros atractivos de Ponferrada son la Casa Consistorial, la iglesia de San Andrés y los museos del ferrocarril, de la radio y de la energía. También se pueden contemplar algunas bellas casas señoriales que recuerdan el esplendor de épocas pasadas.
Los alrededores de Ponferrada
En las afueras de Ponferrada puedes visitar la iglesia de Santo Tomás de las Ollas, de estilo románico y que fue edificada en el siglo XII, aunque su interior es de porte mozárabe.
Si quieres analizar las huellas de esta cultura puedes ir hasta Valle del Oza o Peñalba, a poca distancia de Ponferrada. El monasterio de Santo Domingo de Peñalba es una pequeña joya del arte mozárabe en la que destacan sus arcos de herradura.
Y ya que estás de paseo por las afueras, te aconsejamos que visites Las Médulas. Se trata de unas antiguas minas romanas que dejaron un paisaje fantástico tras ser abandonadas. Una zona que se horadó durante décadas para buscar oro y que hoy es uno de los rincones más espectaculares de España, no en vano está declarado como Patrimonio de la Humanidad.