Piazza del Plebiscito, la plaza más grande de Nápoles

En todas las grandes ciudades se diseñaron espacios abiertos donde los gobernantes pudieran poner de manifiesto su poderío y donde se pudieran concentrar las masas. En Nápoles ese espacio es la Piazza del Plebiscito.
Piazza del Plebiscito, la plaza más grande de Nápoles
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 13 noviembre, 2019

Ante de hablar de la Piazza del Plebiscito, vamos a hacer algo de historia. Nápoles es una ciudad cuyo origen se remonta a la época de la expansión griega por el Mediterráneo. Desde al menos el siglo V a. C. la ciudad ha estado habitada de forma permanente. Sin embargo, la época gloriosa de la urbe se sitúa entre los siglos XVIII y XIX como capital del Reino de las Dos Sicilias.

A lo largo de esos siglos Nápoles fue repensada y rediseñada para albergar grandes palacios y edificios de Estado. La ciudad, que se había convertido en referente en el ámbito cultural e industrial europeo, debía modernizar su tejido urbano. Una de las acciones fue la de modificar el espacio que ocupaba lo que hoy es la Piazza del Plebiscito.

La Piazza del Plebiscito, un poco de historia

Lateral de la Piazza del Plebiscito
Piazza del Plebiscito

En octubre de 1860 se celebró un plebiscito por el cual se decidía la anexión del Reino de las Dos Sicilias al Piamonte. Este acto es el que dio nombre a la plaza, que anteriormente se denominaba Largo di PalazzoEste espacio, que durante siglos fue un ensanche irregular para festejos populares, se empezó a regularizar en el siglo XVII y XVIII tras la construcción del Palacio Real.

En el año 1809, con la invasión napoleónica, se ordenó la demolición de todos los templos y antiguos conventos que rodeaban el Largo di Palazzo. Al mismo tiempo, se convocó un concurso público para edificar una nueva plaza.

La plaza fue esbozada por el arquitecto Leopoldo Laperuta, quien diseñó un amplio hemiciclo sustentado por 38 enormes columnas de orden dórico que debía enfrentarse al Palacio Real.

En el centro del hemiciclo dórico se había planeado levantar un gran edificio civil, pero en 1815 el rey Fernando I decidió levantar una basílica como ofrenda a San Francisco de Paula por la reconquista del reino tras el dominio francés.

Desde luego, tras la construcción de la nueva plaza, esta se convirtió en un punto clave de la ciudad y, a pesar de que desde 1963 hasta 1994 fue utilizada como aparcamiento público, hoy en día es, sin duda, la plaza más importante de la ciudad napolitana.

¿Qué podemos ver en la Piazza del Plebiscito?

La basílica de San Francisco de Paula

Basílica de San Francisco de Paula
Basílica de San Francisco de Paula

Tras la decisión del rey Fernando I de edificar en la plaza una basílica, se convocó un concurso público en el año 1817. Pietro Bianchi, arquitecto suizo, fue el ganador y dirigió las obras hasta el año 1824, cuando finalizaron. Pero, hubo que esperar hasta 1836 para que la inaugurase el papa Gregorio XVI, quien le otorgó la categoría de basílica.

Los seis pilares y dos columnas de orden jónico del pronaos sostienen un tímpano clasicista en el que podemos ver representado, mediante tres estatuas, a la Religión, a san Francisco de Paula y a san Fernando. Frente a la entrada está el altar mayor, obra de Anselmo Cangiano, adornado con lapislázulis y otras piedras preciosas.

En el centro nos encontramos con una rotonda de 34 metros de diámetro. Sobre esta hay una imponente cúpula sostenida por 34 columnas de orden corintio de 11 metros de altura. Alrededor de todo el templo podrás contemplar maravillosas obras de arte, desde pinturas a esculturas.

El Palacio Real

Palacio Real
Palacio Real

Fue la residencia de los virreyes de la Corona de Aragón y posteriormente de la dinastía borbónica durante más de cien años, a excepción de un breve lapso de tiempo que estuvo bajo el domino francés con la invasión napoleónica. Tras la unificación italiana, el palacio pasó a manos de los Saboya hasta que en 1919 fue cedido al Estado.

La construcción del palacio se inició en el año 1600 y hasta 1858 no alcanzó su aspecto definitivo, pues los diferentes monarcas que lo habitaron fueron haciendo ampliaciones y modificaciones. El palacio se abrió al público cuando pasó a manos del Estado. Desde entonces, su mitad oeste se convirtió en un museo y la este en sede de la Biblioteca Nacional.

Más atractivos de la plaza

Estatua de Fernando I en la Piazza del Plebiscito
Estatua de Fernando I

En la plaza vas a poder admirar otros palacios: el de Salerno y el de la Prefectura. También, como es habitual en estos espacios públicos, nos encontraremos con dos estatuas ecuestres, una de Carlos III de Borbón y otra de su hijo Fernando I, ambas del escultor Antonio Canovas.

Si estás cansado de caminar y ver monumentos, puedes parar a tomar un café en el famoso Il Gran Caffè Grambrinus. Ahí, además de retomar fuerzas, podrás admirar las obras de arte que hay expuestas, pinturas y esculturas de artistas importantes del 1800.

Durante años la plaza ha acogido algunos de los eventos más importantes de Nápoles. Así, si coincides con uno de ellos, podrás mimetizarte y gozar del maravilloso ambiente festivo napolitano.