Un paseo por la catedral de San Vito de Praga
La catedral de San Vito es una de las grandes joyas de Praga. No solo eso, sino que es el mayor centro espiritual católico de la República Checa y una de las catedrales góticas más bonitas de Europa. Si quieres saber más de esta fabulosa construcción, acompáñanos.
Situación de la catedral de San Vito
La catedral de San Vito se encuentra en lo alto de Malá Strana, o ciudad pequeña, la parte más turística y monumental de Praga. Además, se encuentra dentro del Castillo de Praga, una de las principales atracciones de la ciudad.
Pero este no es un castillo al uso, o no al menos como podemos imaginarnos el típico castillo medieval (con foso, puente levadizo…), sino que es un conjunto de palacios conectados entre sí por patios y preciosas calles. Por ello, no solo merece la pena visitar el castillo y la catedral, si no también dar un paseo por sus pintorescas calles.
Historia de la catedral de San Vito
Esta es una de las catedrales más antiguas de Europa y también una de las que más se tardó en construir, puesto que las obras comenzaron en 1344 y acabaron en 1929, es decir, casi 600 años después. Esa tardanza se debió, principalmente, a circunstancias políticas, guerras y a la falta de fondos que paralizó las obras casi 200 años.
El proyecto inicial se encargó arquitecto francés Matías de Arrás, que se inspiró en el arte gótico francés, especialmente en las catedrales de Toulouse y Narbona. Su sucesores le darían un aire más parecido al gótico alemán.
Pero no fueron los únicos cambios. El tiempo en el que se prolongaron los trabajos de construcción hace que en esta catedral se puedan percibir elementos arquitectónicos barrocos o manieristas, entre otros.
Las fachadas de la catedral de San Vito
Para muchos, la parte más impresionante de la catedral es la fachada sur. Sirvió durante muchos años como puerta principal, precisamente debido a esa gran belleza.
En esta parte se alza una torre de casi 100 metros de altura y se puede admirar la la Puerta Dorada, que ha sido restaurada hace muy poco. Sobre ella, destaca un gran mosaico de origen veneciano, realizado en las fábricas de cristal en Bohemia y en el que se encuentra representado el Juicio Final.
Las fachadas oeste y norte también son muy bonitas, aunque tienen un aspecto mucho más envejecido, y es que debido a la humedad, estas fachadas lucen mucho más negras que las otras, algo muy típico en esta ciudad.
El interior de la catedral de San Vito
Aunque el exterior es increíble, la verdadera belleza se encuentra entre sus paredes. Merecen especial atención las grandes vidrieras, que hacen que el templo esté iluminado de una manera muy especial. Y también hay que destacar su espectacular bóveda, sostenida por elegantes columnas.
Sin embargo, la catedral encierra varios tesoros de enorme valor, vamos a ver algunos de ellos.
Tumba de San Juan Nemopuceno
San Juan Nepomuceno es el patrón de Bohemia, mártir que fue arrojado desde el puente Carlos a las aguas del río Moldava. Su tumba es una bella obra de orfebrería que se construyó en plata en 1736. Fue encargada por Carlos VI y financiada por suscripción popular.
“El mundo es un libro y aquellos que no viajan solo leen una página”.
-San Agustín-
Capilla de San Wesceslao
Es una obra maestra del arte gótico checo. Una capilla construida por orden de Carlos IV en el lugar en que fue ejecutado el santo. El valor de su decoración es incalculable. Las parte baja se cubrió con piedras semipreciosas, mientras que la parte superior se decoró con preciosos frescos.
En el centro de la capilla está la tumba del santo, en cuyo interior se guardan algunas reliquias de San Wenceslao. De ella salen unas escaleras que llevan a la Sala de la Coronación, donde se guardan las joyas de la Corona de la República Checa.
Panteón Real
Es la cripta en la que están enterrados los reyes checos. Se realizó a finales del siglo XVI, aunque fue modificada siglos más tarde. El lugar más destacado lo ocupa la tumba del rey Carlos IV.
La catedral de San Vito es visita obligada en Praga. Y merece la pena contemplarla desde todos sus ángulos, incluso desde las alturas, ya que se puede subir a sus magníficas torres. La vista desde ellas es espectacular.
Fotografía de portada: Gilbert Sopakuwa / Flickr.com