Paseamos por el barrio de Old Town de Edimburgo
Edimburgo es una de las ciudades más fascinantes del Reino Unido, y más concretamente de Escocia. Y lo es por muchos motivos, pero especialmente por el embrujo que posee su Old Town. O lo que es lo mismo el casco antiguo de la ciudad que va desde el castillo hasta las ruinas de la abadía de Holyrood. Y entre ambos puntos se desarrolla la arteria principal de la ciudad: la Royal Mile.
La Royal Mile
Si traducimos el nombre de esta calle al español, viene a ser la Milla Real, y eso alude básicamente a su longitud de más o menos 1.800 metros y al carácter real de los edificios que se encuentran en sus extremos. Tanto el citado castillo como el palacio de Holyroodhouse. Y entre ambos se encuentran la Roya Mile, dividida en cuatro tramos distintos: Castlehill. Lawnmarket, High Street y Canongate.
El castillo de Edimburgo
Esta fortaleza merece una visita de mínimo dos horas por sus diferentes salas y estancias. No obstante, para aquellos que viajéis con poco tiempo, si no queréis entrar, al menos hay que subir hasta la colina de roca volcánica donde se asienta. Y no solo para admirar el imponente edificio desde su base, sino también para disponer de las mejores vistas sobre la ciudad.
El palacio de Holyrood
Ya hemos dicho que este palacio está en el otro extremo de la Royal Mile. En realidad, en esta zona se acumulan varios edificios de interés. El primero este palacio levantado en el siglo XII y que sigue siendo la residencia real en Escocia. A su lado los restos de la abadía agustina de Holyrood, junto a un extenso parque. Y además el edificio del Parlamento escocés.
Símbolos de Edimburgo
Uno de los rasgos que define la Old Town de Edimburgo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es su laberíntico urbanismo donde llaman la atención los closes o wynds, unos callejones que en muchas ocasiones no se sabe adonde llevan. Pueden ser privados transformados en terrazas de restaurantes, o pueden conducir a encantadoras plazoletas que solo descubren los turistas más intrépidos.
Es decir, hay que entrar en ellos y ya se verá adonde llevan, ese es el modo de conocer y fotografiar rincones tan emblemáticos como Riddle’s Court, Lady Stair’s Close, Tweeddale Court, White Horse Close o Dunbar’s Close.
Pero si hay cierto misterio en los closes de Edimburgo, ni que decir que todos ellos tienen sus leyendas, y muchos de hasta fantasmas. De hecho, hay rutas turísticas dedicadas a ellos, las cuales por supuesto pasan por el cementerio de Greyfriars en el corazón de la Old Town de Edimburgo.
Un museo, una cámara oscura y una catedral en Edimburgo
De lo dicho anterioremente se desprende que las calles de la Old Town de Edimburgo pueden ser una sorpresa continua, tanto si es la primera vez que se viaja a la ciudad escocesa como si se repite destino. Por ejemplo, a escasa distancia se pueden visitar tres atracciones turísticas, cada una de gran interés y con grandes diferencias entre sí. Y todo sin salir de la Royal Mile.
Allí nos vamos a encontrar la vieja catedral de la ciudad, la Scotch Whisky Experience y la Camera Obscura and the World os Illusions.
La catedral de Saint Gilles
Este es el principal templo de Edimburgo y se encuentra en su calle principa, la Royal Mile. Es decir, lo tiene todo para que fuera la catedral de la ciudad. Pues no. En realidad, aunque se conozca así no ostenta semejante rango. Lo cual no significa que no merezca la pena descubrir su interior de carácter presbiteriano.
El Museo del Whisky
Este licor no solo es una bebida en Escocia. Es una inmensa industria y también casi un religión en la ciudad y en el país. Y para saber todo lo que rodea a esta bebida alcohólica, lo mejor es entrar al Scotch Whisky Experience y luego irse de pubs.
“Un buen trago de whisky al acostarse, no es muy científico, pero ayuda.”
-Alexander Fleming-
La Outlook Tower
En el centro de la ciudad se eleva esta torre cuyo sobrenombre es el de Cámara Oscura y Mundo de Ilusiones, ya que en sus cinco plantas, niños y mayores disfrutan de una serie de aparatos ópticos que les muestran la ciudad de un modo diferente y muy divertido.