El Parque Natural de la Garrotxa, un lugar increíble
El Parque Natural de la Garrotxa, en España, constituye un patrimonio geológico de gran importancia. Esta es un área volcánica situada a apenas 50 kilómetros de Girona que culminó su formación hace 11.000 años, momento en que se produjo la última erupción. Un paisaje de gran belleza que se puede admirar a través de infinidad de sendas, miradores y bosques, entre otros elementos únicos en Europa.
Los volcanes del Parque Natural de la Garrotxa
El volcán más joven de la península ibérica se encuentra en esta zona. Se llama Croscat y está cubierto de impresionantes pliegues y estratos. Además, siempre es aconsejable admirar pueblos cercanos como Batet, cuyas calles y muros se encuentran tapizados de roca volcánica. Tampoco se puede dejar de visitar el milenario bosque de Fajeda d’en Jordá, situado sobre lavas petrificadas.
El volcán Montsacopa se encuentra en el casco urbano de la población de Olot, cerca de la ermita de Sant Francesc. En este recorrido se podrán admirar también poblaciones cercanas como Santa Pau, un pueblo pintoresco cuyo encanto se hace notar en sus callejuelas medievales. También merece la pena recorrer a fondo la localidad de Castellfollit de la Roca, situada sobre un gran barranco basáltico.
Además, no hay que dejar de visitar uno de los volcanes más emblemáticos como es el volcán Santa Margarita, el más antiguo de la región, situado en el municipio de Santa Pau y en cuyo cráter se construyó una pequeña ermita.
Pero el Parque Natural de la Garrotxa ofrece mucho más, un paisaje volcánico que comprende 10 cráteres, 20 coladas de lavas basálticas y 23 conos.
Exuberante flora y fauna de la Garrotxa
En el Parque Natural de la Garrotxa, el visitante podrá hallar variedad de especies de plantas y animales. Aquí viven más de 200 especies de animales, especialmente aves, entre las que destacan el águila culebrera o el halcón peregrino. También es hábitat del jabalí, el lirón, gato montés y cárabo, aparte de reptiles y víboras.
En cuanto a la vegetación, en este parque predominan los bosques de hayas y robles. Los paisajes son, sencillamente, espectaculares, de hecho fue declarado en 1982 Paraje Natural de Interés Nacional, con áreas de Reservas Integrales de Interés Geobotánico.
Practicar senderismo en el Parque Natural de la Garrotxa
La zona de la Garrotxa es ideal para practicar el senderismo, ya que cuenta con casi 30 itinerarios que atraviesan las zonas de mayor interés y que llevan a disfrutar de cada uno de los rincones del parque. Itinerarios que están perfectamente señalizados.
Para no perderse nada, conviene contar con la ayuda de un guía que acompañe a los visitantes a través de las distintas rutas. Es posible hacerlo de dos formas diferentes: participando en el programa “¡Descubre la Garrotxa!” o contratando directamente a un guía.
Y no solo para practicar senderismo, la Garrotxa es perfecta para disfrutar con la bicicleta. De hecho, es más que recomendable la llamada ruta del ferrocarril, que une Olot y Girona siguiendo una antigua línea de ferrocarril. Los primeros 20 kilómetros discurren por La Garrotxa y no son especialmente complicados.
Además, sea cual sea el medio elegido para disfrutar del parque, lo ideal es ir buscando los miradores que ofrecen vistas espectaculares, como el de Puig Rodó, a más de 900 metros de altura.
“Por fin amaneció. Avanzó la aurora como una flor de fuego y retrocedió lentamente la oscuridad. El cielo se aclaró y la abrumadora belleza del paisaje surgió ante sus ojos como un mundo recién nacido.”
-Isabel Allende-
Las poblaciones de la Garrotxa
Además de su belleza paisajística, esta comarca presenta gran importancia en cuanto a patrimonio cultural. Se trata de una zona sembrada de maravillosos pueblos medievales, calzadas romanas y ermitas románicas presentan gran valor histórico.
Pequeños núcleos rurales de hermosa arquitectura, por lo que los amantes del turismo rural encuentran en esta zona un lugar en el que disfrutar cada momento. Merece la pena recorrer los municipios que forman la Vall ‘en Bas, algunos de ellos catalogados como conjuntos histórico-artísticos.