El Parque Güell en Barcelona, un rincón mágico
Cualquier visita a Barcelona puede tener como gran protagonista la arquitectura que legó a la ciudad el célebre Antoni Gaudí. Y dentro de todo el repertorio de arquitectura modernista de este genial creador destaca el Parque Güell, que tal vez no sea su obra más importante, pero sí la más grande, ya que estamos hablando de un espacio de unas 17 hectáreas ubicadas dentro del casco urbano barcelonés, que prácticamente son una isla de verdor, arte y paz en la gran ciudad.
Parada imprescindible en cualquier ruta del modernismo
Sin duda, Barcelona es uno de los grandes epicentros del modernismo en Europa, especialmente por su arquitectura, ya que fueron muchos los arquitectos de aquel momento artístico que construyeron sus edificios en la ciudad. Y desde luego, la figura de Antoni Gaudí (1852-1925) destaca sobre todos ellos, tanto por la cantidad de sus obras, como por la calidad de las mismas.
En la Ciudad Condal se pueden visitar sus fantásticas construcciones de Casa Batlló o Casa Milá en el Paseo de Gracia, y por supuesto hay que mencionar la siempre inacabada Sagrada Familia. Esos son tres de las paradas obligadas en cualquier ruta del modernismo en la ciudad, mientras que la cuarta sería el Parque Güell.
La historia del Parque Güell
Inicialmente, el propietario de estos terrenos, el empresario Eusebi Güell le encargó a Gaudí que construyera en este lugar una grandiosa residencia. Sin embargo, ya desde el primer momento en el que Gaudí trazó las primeras líneas del diseño comenzó a cambiar esa idea, que sufrió múltiples modificaciones a lo largo de su desarrollo hasta el resultado final, que se inauguró en 1922 y que no sería muy diferente a lo que se visita hoy en día.
En la actualidad es un magnífico parque, un parque único en su género, que fue declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, por su extraordinaria fusión entre las formas naturales y las del arte modernista más personal y fantasioso de Gaudí. Un arquitecto que sin duda alguna encontró aquí espacio para su total creatividad, ya que toda su arquitectura se inspiraba precisamente en las formas naturales.
“Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor, segundo, la técnica.”
-Antoni Gaudí-
La residencia de Gaudí
Paradójicamente, no fue Eusebi Güell quién vivió aquí, sino el propio Gaudí. El arquitecto estableció su residencia en una casa del parque desde el año 1906 y hasta su muerte. Hoy en día, esa vivienda y zona de trabajo es visitable, ya que es la Casa Museo Gaudí.
Es edificio es una de las pocas construcciones como tal que hay en el Parque Güell. Las otras dos están muy próximas a la entrada. Una es la Casa del Guarda, que también es visitable, ya que allí se pude descubrir mediante exposiciones la historia de este espacio. Y la segunda es la tienda de recuerdos, cuyas formas parecen extraídas de un cuento de princesas.
Visitar el Parque Güell
El recorrido por el interior de esta obra de arte es sorprendente, ya que ante todo nos propone un paseo entre vegetación organizada de un modo muy peculiar, y entre la que de pronto aparecen espacios o detalles donde se manifiesta todo el genio creativo de Gaudí.
Son muchos los lugares de interés, pero solo por citar lo más célebres, habría que nombrar el gran banco central del parque. Un banco con 100 metros de desarrollo y que parece una gigantesca serpiente, cuyas escamas son miles de piezas de cerámica.
Otros lugares tremendamente interesantes son la Fuente del Dragón o el Monumento del Calvario. Espacios donde parece que nos hallamos a cientos de kilómetros de la gran metrópoli catalana, y donde todo parece hecho para el disfrute de los sentidos y la tranquilidad del espíritu.
En fin, todo aquel que visite Barcelona, debería acercarse al Parque Güell. Si alguien quiere descansar el bullicio de la ciudad, es el sitio ideal. Quién sea aficionado a las fotos, aquí encontrará encuadres únicos. Aquellos que busquen la inspiración, será difícil que no la encuentren. Y todos los que quieran turistear y conocer un monumento emblemático y único, sin duda el Parque Güell no les defraudará.