Pamukkale: atracción turística en Turquía

Hoy vamos a visitar un castillo de algodón. No, no estamos bromeando, puesto que esto es lo que significa Pamukkale, una de las mayores atracciones turísticas de Turquía, y no es de extrañar, dada la belleza, historia y singularidad de esta parte del país.

¿Dónde está Pamukkale?

Pamukkale se encuentra ubicada en la zona del Egeo, dentro de la geografía turca. Situada en la provincia conocida como Denizli, en una parte muy céntrica del lugar, se sostiene sobre una colina que domina la llanura de Menderes desde lo alto de sus 160 metros de altitud.

¿Cómo es Pamukkale?

Pamukkale es una “Ciudad Sagrada”. Ya fue considerada así por los etruscos, en cuyo idioma, el lugar era conocido como Swaura, cuyo significado era el ya mencionado. Y esto no cambió con la llegada de los griegos y macedonios, o los bizantinos, que la rebautizaron como Hierápolis, en los mismos términos de alta consideración que antaño dieran otras civilizaciones al lugar.

No es extraño, dado el maravilloso e increíble entorno natural y las espectaculares ruinas que encontramos en este espacio de la sorprendente Turquía, que hoy en día se considere a Pamukkale como la octava maravilla del mundo.

Y es que Pamukkale, con sus increíbles piscinas naturales, se ha ido formando a lo largo de unos 15.000 años, con agua que brota de manantiales subterráneos a una exquisita temperatura de unos 34 grados, sin duda, una sensación muy agradable.

El agua que aparece como por arte de magia del manantial subterráneo, recorre toda la llanura de Menderes ofreciendo una imagen que ni siquiera la imaginación más fértil del hombre hubiera sido capaz de idear.

Esta estructura natural, formada a base de travertinos, se ha creado gracias al alto contenido en bicarbonato de calcio que poseen las aguas nacidas del manantial, que, además, emanan monóxido de carbono. La combinación es lo que ha dado lugar al toque blanco que confiere a Pamukkale una imagen tan paradisíaca.

Historia de Pamukkale

Lo que hoy día es una de las mayores atracciones turísticas de Turquía, pues en torno a Pamukkale se ha creado toda un industria que incluye alojamientos de calidad, viajes históricos y baños termales sin igual, antaño fue la ciudad de Hierápolis, fundada hace ya más de 2000 años.

Los griegos levantaron en esta espectacular región una ciudad plagada de templos en el año 2 a.C. Desde entonces, esta peculiar construcción sobre piedra caliza ha sido descrita como una de las grandes maravillas del planeta. Aquí aún se pueden visitar vestigios de su época más gloriosa, como el templo de Apolo, la necrópolis o el teatro. Sin duda, excelentes atracciones que visitar en la antigua Hierápolis.

Y entre tanta belleza, las piscinas termales de Pamukkale, con su enorme fama como lugar de propiedades curativas especiales. Durante más de 20 siglos, así se ha creído, todas todas las civilizaciones que han ocupado el lugar lo han hecho.

Hoy en día, son miles de viajeros los que descansan sus maltrechos cuerpos en las piscinas del Pamukkale, disfrutando de su dulce y templada agua, en este espacio declarado Patrimonio de la Humanidad hace ya casi 30 años.

Pero, si maravilloso es bañarse en las termas de Pamukkale, no lo es menos hacerlo entre ruinas de la antigua ciudad helena, más tarde romana, después en manos de los turcos, y que ha llegado hasta hoy gracias a su belleza y magnanimidad.

Subir hasta lo alto de la colina en Pamukkale para observar la belleza sin igual del paisaje es algo que merece mucho la pena. Desde arriba, observarás las ruinas de Hierápolis, tantas veces reconstruidas por acción de los terremotos, pero siempre bellas y admirables.

Y si deseas conocer Pamukkale en todo su esplendor, debes darte un baño en la piscina sagrada. Entre ruinas de otros tiempos, disfrutarás en las cálidas aguas nadando a través de columnas milenarias como no puedes hacer en ninguna otra parte del mundo.

No cabe duda de que una de las principales atracciones de Turquía es Pamukkale, y no es de extrañar, puesto que por mucho que tratemos de describir su increíble belleza, jamás se asemejará a la realidad de pisar aquellas tierras y aguas sagradas únicas en el mundo.

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