Palacio de Westminster en Londres y su impresionante historia
Tal vez te sorprenda saber que el famoso Parlamento de Londres en realidad tiene su origen como palacio, el Palacio de Westminster, cuando originalmente se levantó como residencia del rey sajón en el siglo XI. Sin embargo, hoy en día es mucho más conocido simplemente como Parlamento o Casas del Parlamento y su símbolo más emblemático es una de sus torres, el famoso Big Ben.
El Palacio de Westminster a lo largo de la historia
Hoy en día, el Palacio de Westminster alberga las dos cámaras de parlamentarios que articulan el sistema legislativo británico: la Cámara de los Lores y la de los Comunes.
Aunque el lugar surgió como residencia real, a partir del siglo XIV ya fueron incorporándose en él los espacios para el parlamento de la época. Y paulatinamente esa función cada vez fue mayor, hasta que al final únicamente fue sede del Parlamento, mientras que los monarcas británicos residían en el Palacio de Buckingham o en cualquiera otra de sus residencias como el castillo de Windsor.
Sin embargo, no hay que pensar que desde un origen el edificio actual fue siempre así. Todo lo contrario, en realidad, el palacio original fue reducido a cenizas por un incendio en 1834. Y hasta 1870 no se construyó el actual inmueble, aunque obviamente sus formas rememoran la arquitectura medieval, y más concretamente la de estilo gótico inglés, en una formas que se denomina gótico victoriano.
“El hombre que puede dominar una conversación en Londres puede dominar el mundo.”
-Oscar Wilde-
Entrar al Palacio de Westminster
El uso institucional del edificio hace que no siempre sea posible visitarlo y el horario a veces es muy reducido, ya que cuando hay plenos se cierra al público. Por otra parte, no se puede visitar por libre, y siempre se debe hacer con visitas guiadas, habiendo recorridos en español.
Sin embargo, puede haber otras fórmulas para entrar. Por ejemplo, es posible asistir como público en las galerías durante los debates de las Cámaras de los Lores y los Comunes.
Eso sí, o hace falta que os invite algún parlamentario o hay que hacer cola para poder acceder, y dado que la capacidad es reducida se agotan pronto este tipo de entradas. Más aun teniendo en cuenta que suele ser una actividad escolar relativamente frecuente.
Pero se entre como se entre, no es posible ver todo el conjunto ni el patrimonio que se atesora en este lugar.
Aquí van unos cuantos datos para que os hagáis idea de las dimensiones del edificio. El número de habitaciones es bastante superior al millar, repartidas a lo largo de cuatro plantas.
De esas cuatro plantas, la principal es la segunda, ya que allí están la Cámara de los Comunes al norte y la de los Lores al sur, además de otros espacios importantes como la Galería Real o la Cámara del Príncipe.
Mientras, en la planta baja hay oficinas y espacios de restauración y en las dos más altas, de nuevo, oficinas y salas de reuniones. De hecho, para unir todo ese entramado de estancias hay más de 3 kilómetros de pasillos.
El Big Ben, símbolo del Palacio de Westminster
No es la única torre de las Casas del Parlamento, hay más e incluso una es muy famosa: la torre Victoria, que es el único punto de acceso por el que acceden los reyes británicos al Parlamento.
Pero sin duda alguna, la Torre del Reloj o popularmente conocido como Big Ben, es el gran emblema, no solo del edificio, sino prácticamente de todo Londres.
Respecto a su nombre de Big Ben, la verdad es que solo alude a una de las campanas de su interior, cuando lo más simbólico son los relojes de sus cuatro caras.
La imagen de todo el edificio color miel reflejado en las aguas del río Támesis es una de las estampas más reconocibles de la capital del Reino Unido. Pero esa fachada es todo un derroche de fantasía arquitectónica y maestría escultórica por el conjunto de tracerías y pináculos que la articulan, así como por las estatuas de reyes y personajes históricos que se pueden descubrir en ella.