Palacio de Topkapi, belleza turca en Estambul
La actual ciudad de Estambul en el pasado fue conocida como Bizancio o Constantinopla, y de todos esos momentos históricos hay testimonios monumentales en la capital turca. No obstante, el Palacio de Topkapi se puede considerar como una de las grandes joyas de la antigua Constantinopla, cuando desde aquí se gobernaba el vasto Imperio Otomano, que se extendía por gran parte del Mediterráneo y por tierras muy lejanas a Turquía.
La residencia real del Palacio de Topkapi
Como la inmensa mayoría de monumentos históricos de Estambul, también el Palacio de Topkapi se encuentra en el lado europeo de la ciudad. En el mismo donde se encuentran las grandes mezquitas, la basílica de Santa Sofía o el impresionante Gran Bazar.
El Palacio de Topkapi fue la residencia del sultán desde su inauguración el año 1465 hasta prácticamente mediados del siglo XIX. Precisamente fue en el año 1865, cuando el sultán del momento decidió trasladar su residencia a otro palacio, al de Dolmabahce, de aires más occidentales, pero igualmente asomado a las aguas del Bósforo.
A lo largo de todo el tiempo en el que permaneció ocupado Topkapi hubo reformas y ampliaciones, hasta convertirse en el conjunto histórico que se puede visitar en la actualidad y que ocupa una superficie de unos 700.000 metros cuadrados. En ellos se dispone de diferentes patios y diversos edificios, tanto para el sultán como salas de gobierno o como dependencias para todos sus sirvientes.
La visita al Palacio de Topkapi
El recorrido por el palacio es una actividad obligada para cualquiera que visite Estambul. Eso sí, calcular al menos un larga mañana para contemplarlo con tranquilidad, porque lo cierto es que hay mucho para ver. Aquí os vamos a hacer una selección de lo más impactante:
El Tesoro de Topkapi
Cada sala del Palacio de Topkapi se puede considerar una auténtica joya, sin embargo cuando se llega al llamado Tesoro entonces se hace mucho más palpable.
Aquí se guardan algunos de los objetos más valiosos de todo el mundo. Por ejemplo, se expone el diamante del Cucharero, de 88 quilates. También se expone el arma más cara del mundo, se trata de la Daga Imperial, adornada con oro y esmeraldas.
Pues bien, del Tesoro que se posee aquí, tan solo se muestra un 10 % en las distintas vitrinas de las tres salas de exposición. Así que hay que hacerse una idea de la riqueza del lugar.
El harén
El harén del Palacio de Topkapi es una de las zonas más esperadas por cualquier visitante, dada la morbosidad y el secretismo que siempre han rodeado a este tipo de espacios. Pues bien, este harén era la residencia del sultán, su familia y varios centenares de mujeres (hay quién dice que llegó a haber 800), las cuales estaban especializadas y educadas para desarrollar diferentes habilidades, de todo tipo.
Es interesante descubrir ese espacio, pero hay que saber que incrementa el precio de la entrada, ya que se trata de una visita independiente. Si bien merece la pena para conocer lo que hay de verdad y de leyenda en este tipo de estancias palaciegas, donde conviven esposas, concubinas y mujeres del servicio de palacio.
Pero además de eso también se ven espacios tan curiosos como los baños, los patios de los eunucos, los dormitorios, la Jaula de Oro donde residía el heredero al sultanato y muchos patios, como el de las Favoritas donde suele acabar el recorrido por el harén.
El Museo de Topkapi
En realidad, todo el Palacio de Topkapi es un gigantesco museo de arte y de historia. Pero además, dentro del recinto amurallado que lo protege hay un espacio que se denomina precisamente Museo Arqueológico.
En sus salas se puede hacer un repaso prácticamente a toda la historia del arte turco, desde la Antigüedad hasta casi la actualidad, ya que allí se conservan estatuas clásicas, sarcófagos tallados, cerámicas otomanas y muchos elementos propios de la religión musulmana.
“Si la Tierra fuese un solo estado, Estambul sería su capital.”
-Napoleón Bonaparte-
En definitiva, visitar Topkapi es imprescindible. Eso sí, hay que madrugar para comprar la entrada lo antes posible y hacer poca fila.