El Palácio da Regaleira: historia y curiosidades
Muy cerca de la capital lusa, nos encontramos con la pequeña localidad de Sintra, una hermosa villa cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. De entre todos sus mágicos lugares destaca uno, el Palácio da Regaleira.
Este palacio es un edificio ubicado en la quinta homónima que esconde muchos lugares enigmáticos. ¿Quieres saber cuáles son y qué tipo de secretos esconden? ¡Te lo detallamos a continuación!
La Quinta da Regaleira, un templo masón
Hay documentación que evidencia la existencia de la quinta desde finales del siglo XVII. Sin embargo, la historia de la Regaleira actual se inicia en el año 1892. Ese año, la baronesa da Regaleira vendió la finca al doctor António Augusto Carvalho Monteiro, conocido como Monteiro dos milhões (‘Monteiro el Millonario’).
El nuevo propietario era conocido por su enorme fortuna y por ser un destacado coleccionista y biblófilo. Además, muchos de sus contemporáneos lo definían como una persona excéntrica, quizás por ser un aficionado a la astrología, al esoterismo y a las ciencias ocultas o por pertenecer a los masones, una de las instituciones contemporáneas que, por su idiosincrasia, siempre se la ha envuelto en un áurea de misterio.
Sea como sea, en la Quinta da Regaleira y en su palacio, los elementos que despiertan más interés en los visitantes son los que están relacionados con la masonería. Monteiro tuvo la intención de crear en la quinta un templo masónico, y por ello encontramos simbología masónica por doquier.
Es interesante destacar que el excentricismo del propietario se manifiesta en la existencia de otros motivos simbólicos relacionados con diversos ámbitos como, por ejemplo, temas esotéricos, de la alquimia, de los templarios o de la Rosacruz. Veamos algunos de estos elementos situados en la quinta para, posteriormente, centrarnos en el palacio en sí.
Curiosidades de la Quinta da Regaleira
En la Quinta da Regaleira, encontramos muchos elementos dignos de mención. Algunos de ellos son el Pozo iniciático; la Capilla de la Santísima Trinidad; sus jardines, a simple vista normales, pero en realidad inspirados en un estilo de arte denominado primitivismo; la Fuente de la Abundancia; el Rellano de los Dioses o la Entrada de los Guardianes. Veamos alguno de ellos:
El Pozo iniciático
Con total seguridad, el denominado Pozo iniciático, también conocido como la torre invertida, es el elemento que despierta más interés en la quinta. Y esto no es de extrañar, dado que es una construcción cargada de simbolismo y se piensa que fue utilizado en los rituales masónicos de iniciación.
Una escalera en forma de espiral desciende, a lo largo de nueve pisos, hasta el fondo del pozo. Se piensa que el hecho de que haya nueve pisos está evocando directamente a la Divina Comedia de Dante y representa los nueve círculos del infierno. Otros de los símbolos que nos encontramos en el pozo son las alusiones a la Orden de la Rosacruz y a la de los templarios.
Los iniciados debían ascender por la escalera en forma de espiral. Esto representaba su renacer, mientras que su culminación se realizaba tras cruzar la entrada superior, puerta custodiada por dos dragones enroscados en la denominada Fuente de los Dragones.
El Pozo iniciático está comunicado por múltiples galerías subterráneas que lo unen a otros puntos de la quinta, como la capilla y el palacio.
La Capilla de la Santísima Trinidad
La Capilla de la Santísima Trinidad es otra de las edificaciones que destacan dentro de la quinta. Esta, de estilo manuelino, también está repleta de elementos que se pueden vincular con la orden de los templarios.
Muestra de ello es la gran cruz de la orden de Cristo, orden militar heredera del Temple en Portugal, trazada en el suelo de la capilla. Otro elemento lo encontramos en una de sus vidrieras, donde se representa a tres ángeles rodeando un triangulo, figura comúnmente utilizada por los templarios.
El Palácio da Regaleira
Cuando el doctor António Augusto Carvalho Monteiro adquirió la quinta, solicitó ayuda al arquitecto italiano Luigi Manini para que construyera los edificios en ella. El doctor solicitó al arquitecto que emprendiera un viaje por Portugal y por Europa recopilando información sobre todos los estilos arquitectónicos existentes.
Es por ello que las distintas construcciones de la quinta están influenciadas por estilos variados, que van desde el románico y el gótico al renacentista y manuelino. La construcción de la finca data de entre los años 1904 y 1910.
La fachada del palacio tiene una marcada influencia manuelina. Destacan sus columnas, balcones, ventanas y los elementos decorativos característicos de este estilo arquitectónico. En la fachada, también nos encontramos con esculturas de algunos santos cristianos.
En el interior del palacio nos encontramos con varios salones, una gran biblioteca y un laboratorio de alquimia, situado en una torre de planta octagonal. Que la planta de la torre fuera octogonal no es casual, pues el número ocho tenía un significado especial para los masones.
La decoración interior del edificio es impresionante; la colección de bocetos y apuntes de Manini conservados y expuestos en el palacio es realmente destacable. Estos muestran con detalle las anotaciones que el arquitecto fue haciendo durante sus viajes para luego hacerlas realidad en la quinta y el Palácio da Regaleira.
Descubre los misterios ocultos de la masonería
Si eres de aquellos que disfrutó con la lectura del best seller de Dan Brown, El código Da Vinci, y te apasiona el misterio que esconde el mundo de los masones, debes escaparte para visitar la quinta y el Palácio da Regaleira.
Es sin dudas una oportunidad única para conocer algunos de los secretos de un «templo masón». Eso sí, si no eres un experto en la materia, mejor solicita una visita guiada para que no se te escape ningún detalle.
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