Pailón del Diablo en Ecuador, terrorífico y hermoso

Quizás el nombre que le han puesto asusta un poco… ¡eso es porque todavía no has estado allí! Pailón del Diablo es una cascada enorme y debe su nombre a que la formación es parecida a una paila. A su vez, al observar la caída de agua desde el puente colgante una de las rocas tiene la cara del demonio. Si eres valiente te invitamos a conocer Pailón del Diablo, en Ecuador. ¡Una experiencia alucinante!

Pailón del Diablo: agua y más agua

Cada vez son más los turistas que se animan a visitar el Pailón del Diablo, una de las cascadas más impresionantes de la región (y por qué no, del mundo). Desde la ciudad de Baños se llega a este sitio a través de una carretera (a 18 kilómetros de distancia) y es un lugar de visita imprescindible en una estancia por este país sudamericano.

Las aguas que forman la catarata son completamente transparentes, aunque una vez que toman contacto con el la parte inferior cambian a turquesa y aumentan su temperatura (a unos 23°C aproximadamente).

Para poder observar más de cerca esta cascada con nombre diabólico no tenemos más opción que descender por un sendero entre hermosas flores selváticas como las orquídeas y las hortensias que nos lleva a un puente colgante. Sí, un puente colgante es el que nos deja a escasos metros del agua.

En el borde del Pailón hay un mirador para disfrutar de vistas panorámicas y de la gran cubierta vegetal dividida en tres estratos: arbóreo, arbustivo y herbáceo. La cascada, de casi 80 metros de alto y de las mayores de Ecuador, está enclavada en una formación rocosa natural y las nubes y gotitas de agua serán tus compañeras inseparables durante el paseo.

El río Verde y el Pailón del Diablo

Ya te hemos contado un poco sobre la experiencia de conocer esta catarata pero aún hay más para hacer durante las horas que pases en este hermoso lugar. Por ejemplo, disfrutar de los saltos de agua, ya que la cascada cuenta con tres saltos de agua que al caer forman un remolino.

Otro de los sitios interesantes para recorrer es el río Verde, cuyo nombre se debe al color que toma de los minerales y rocas del lecho. Nace en la cordillera de los Llanganates y baja entre cerros y montañas. Es un afluente del río Pastaza, cuyas aguas sirven a la cascada en cuestión. El río verde es muy importante para la población local ya que en la ribera se llevan a cabo diversas actividades.

Si quieres disfrutar de un paseo diferente por la zona puedes elegir el sendero ecológico que comienza en el pueblo de río Verde y tiene un kilómetro de extensión. Paso a paso te adentrarás en la extensa vegetación, podrás ver algunos insectos y reptiles pequeños, vertientes de agua que brotan de las rocas y la selva en su máxima expresión.

Tras un descanso en el restaurante El Pailón seguirás la aventura por cuatro balcones desde donde observar la cascada, disfrutar de la brisa de agua mojándote la cara y si todavía estás en busca de más emociones puedes entrar en una cueva, llamada Grieta al Cielo.

Para acceder a ella es preciso que flexiones las rodillas y agaches la cabeza. Llegarás a un balcón donde tocarás la cascada.

Escaleras y miradores endiablados

Un capítulo aparte merecen los escarpados escalones y pasos por los cuales observar la cascada. Sí, además de un puente colgante allí hay construcciones algo peligrosas y traicioneras para mirar de cerca cómo cae el agua y la cara del diablo en la roca.

Los miradores están conectados por una serie de puentes y escaleras. Estas últimas pueden llegar a ser algo escalofriantes y no son aptas para temerosos. Los peldaños, tallados en la piedra, van subiendo por un risco. Cuidado porque son muy resbaladizos (gracias a la “maldita” cascada).

Seguramente tu punto de partida y de regreso a esta notable aventura es la localidad de Baños de Agua Santa, muy turística y donde puedes disfrutar de aguas termales a pocos metros de un volcán, deportes de riesgo, paseos a caballo, caminatas y mucho más.