Ópera Semper: uno de los teatros más importantes de Europa
No podemos pasar por Dresde sin acercarnos al que, probablemente, es el mejor teatro de Alemania. La Ópera Semper ha sido testigo del estreno de obras de compositores tan ilustres como Strauss o Wagner. Una auténtica joya capaz de renacer de sus cenizas en más de una ocasión.
Este teatro cuenta con una de las mejores acústicas del mundo. Así que esta es una oportunidad de oro, no solo para visitarlo, sino también para adentrarse y disfrutar por unas horas de alguna de las representaciones de ópera que su fantástico programa ofrece.
El edificio ha sufrido varios incidentes a lo largo de su historia. Un incendio en 1869 y, décadas más tarde, algo bastante peor. Fue uno de los edificios destruidos durante el bombardeo del 14 de febrero de 1945, cuando la Segunda Guerra Mundial se estaba terminando.
Afortunadamente, su reconstrucción nos lo devolvió prácticamente igual que el original. Sin embargo, hubo que esperar hasta 1985 para que volviera a abrir sus puertas al público
Construido por Gottfried Semper, al que le debe el nombre, entre 1838 y 1841, en la actualidad el teatro es sede la Saxon State Orchestra. Esta es una de las más antiguas y conocidas orquestas del mundo.
La trágica historia de la Ópera Semper
La historia del edificio de la Ópera Semper es, en realidad, la historia de tres edificios. Construido en 1841, veintiocho años después de su inauguración, el edificio sufrió un incendio y fue pasto de las llamas.
Su arquitecto original, Gottfried Semper, diseñó un nuevo edificio después del incendio. El proyecto lo llevaró su hijo, Manfred Semper, y lo finalizó en 1913. Este segundo edificio fue destruido durante el bombardeo aliado sobre Dresde.
Fue en junio de 1977 cuando se puso la primera piedra de la reconstrucción del teatro. Simbólicamente, el 13 de febrero de 1985 la Ópera Semper se reabrió. Lo hizo justo 40 años después del bombardeo y con la misma ópera que se representó por última vez allí: Der Freischütz, de Carl Maria von Weber.
En el año 2002 volvió a sufrir considerables daños al desbordarse el río Elba. Detrás del edificio histórico se construyó uno nuevo que alberga salas de ensayo, oficinas y el Semper 2, un segundo espacio escénico. Desde hace algo más de una década la Ópera Samper acoge también el Baile de la Ópera de Dresde.
Una joya arquitectónica
Ubicada en la Theaterplatz y construida en el estilo renacentista italiano, la Ópera Semper es una verdadera joya del patrimonio arquitectónico sajón. Su magnífica decoración interior está realizada en mármol de estuco y metales nobles.
Este edificio se diseñó en estilo neobarroco decimonónico. La fachada principal cuenta con las esculturas de William Shakespeare, Sófocles y Eurípides. A la entrada se colocaron las estatuas de Goethe y Schiller.
Sobre el pórtico se erigía una maravillosa estatua de bronce que representaba una cuadriga de panteras sobre las que se encontraban Dionisio y Ariadna. Sobre una de las fachadas estaba también la imagen de la cabeza de Gottfried Semper.
Es uno de los edificios más interesantes de Europa, trazado como un teatro imperial. La entrada y la platea de los invitados de honor son independientes. El resto del público accede por el centro de la fachada principal y sube por otras escaleras. Hay cuatro entradas y escaleras que forman cuatro circuitos.
En la época del edificio original se instalaron los más avanzados sistemas de decorado y también de ventilación, calefacción e iluminación.
El templo de Richard Strauss
La Ópera Semper se convirtió en el templo de Richard Strauss, el máximo representante del romanticismo germánico tardío y uno de los músicos más influyentes de la historia. Durante años vio interpretadas sus obras en este teatro. Fueron nueve las óperas de Strauss que se estrenaron en el Semper.
Durante el ascenso del partido nazi en Alemania, Strauss fue presidente de la Cámara Musical del III Reich. Entre sus responsabilidades estaba la de llevar a acabo la prohibición de representaciones musicales de compositores judíos como Mahler o Debussy. Algo que Richard Strauss parece que intentó evitar sin éxito.
La Gestapo interceptó una de sus cartas lamentado la división racial que se estaba haciendo entre los grandes músicos del momento. Esto le supuso la expulsión de la Cámara y una relación muy tensa con el partido.
Sus últimos años fueron testigos de la destrucción de la Ópera Semper y del resto de Alemania, algo que afectó profundamente a su salud y a su trabajo. Aún así, a día de hoy su relación con el partido nazi sigue siendo motivo de controversia.
De lo que no tenemos duda es que en tu visita a Dresde no puedes dejar de ver esta magnífica obra arquitectónica, sobre todo ahora, que ya conoces un poco su historia, sus tragedias y su esplendor.