Nos adentramos en el Rijksmuseum de Ámsterdam
La conocida como Venecia del norte es famosa por sus bellos canales y casas de estilo neerlandés. Y, en el ámbito cultural, Ámsterdam cuenta con algunos de los museos más reconocidos a nivel internacional. Una de las estrellas más brillantes es el Rijksmuseum, cuya visita no puede faltar en tu viaje. ¿Te gustaría conocer esta galería y su colección con mayor detalle?
Apuntes sobre el Rijksmuseum
Este edificio ocupa un lugar de honor en la conocida Museumplein. En ese mismo espacio también se sitúan los otros dos museos fundamentales de la ciudad de Ámsterdam: el de Stedelijk y el Museo Van Gogh.
La estratégica ubicación de estos tres grandes centros de arte, tan próximos entre ellos, hace que su recorrido sea mucho más cómodo. El Rijksmuseum abre sus puertas todos los días, con una tarifa general de 20 euros.
Siguiendo la tradición museística que se había iniciado con el Louvre, esta galería se funda en 1800 y se abre al público el 31 de mayo de ese año. El primer edificio que ocupó se encontraba en La Haya. Sin embargo, en 1808 se decide trasladar la colección a Ámsterdam y cambia de hogar diversas veces. Por fin, en 1885 se abre la colección en su emplazamiento actual.
El edificio del Rijkmuseum
La imponente construcción que alberga las obras del Rijksmuseum lleva la firma del arquitecto holandés Pierre Cuypers. Además, sus dimensiones lo convirtieron inmediatamente en el mayor museo de los Países Bajos.
Gracias al uso del ladrillo y el acero, podemos enmarcar el estilo arquitectónico dentro del historicismo decimonónico. Asimismo, su autor va más allá al desarrollar un edificio de carácter neogótico y con elementos renacentistas. Son estos detalles los que hacen que el Rijskmuseum tenga un aspecto tan particular y sorprendente.
Desde entonces, ha pasado por diversas restauraciones y ampliaciones. La luz natural invade la mayor parte de las salas, adaptándose a las exigencias contemporáneas. Pero, por encima de todo, se ha intentado conservar su espíritu original.
Las principales colecciones del Rijksmuseum
En la actualidad, el museo alberga en torno a unas 8000 obras de arte. Indudablemente, las piezas más destacadas pertenecen al Siglo de Oro neerlandés. Tanto es así, que el Rijksmuseum posee la colección más notable de este periodo, entre los siglos XV y XVII. Sus tres grandes protagonistas son Rembrandt, Johannes Vermeer y Fran Hals.
Otro de los espacios indispensables de la galería es el dedicado a la pintura neerlandesa de los siglos XVIII y XIX. Igualmente, cuenta con una buena colección de piezas pertenecientes a escuelas extranjeras. En este caso, destacan lienzos de Fra Angélico, Rubens y Goya, entre otros.
Por otra parte, hay un apartado destinado a las artes decorativas: cerámica de Delft, mobiliario y casas de muñecas. En último lugar, en el Rijksmuseum podrás hallar una importante compilación de arte asiático y egipcio.
Debemos mencionar también que 2019 es una fecha muy especial para visitar este museo. Debido al 350 aniversario de la muerte de Rembrandt, este ha sido declarado como el ‘Año de Rembrandt’. Las celebraciones se sucederán a lo largo de los diferentes meses, con numerosas exposiciones y actividades en honor del genio.
Las grandes obras del Rijksmuseum
¿Necesitas más motivos para adentrarte entre los muros de este fabuloso museo? Te mostramos algunas de las obras que descubrirás durante tu visita, obras que no podrás dejar de admirar.
1. Ronda de noche, de Rembrandt
Rembrandt es el soberano indiscutible del museo. El artista neerlandés cuenta con un dilatado repertorio de más de 20 piezas en la colección del Rijksmuseum, además de numerosos bocetos y dibujos. Una de las magnas obras que merece toda nuestra atención es la espectacular Ronda de noche.
Realizado entre 1640 y 1642, este lienzo de dimensiones colosales tiene unos cuatro metros de altura y capta al momento nuestro interés. Rembrandt recibe el encargo de mano de la Corporación de Arcabuceros de Ámsterdam y supone toda una novedad en cuanto a técnica y composición.
El pintor busca el dinamismo y la acción, representando a los miembros de la milicia en plena misión. Se trata de un maravilloso retrato colectivo en el que cada personaje está cargado de connotaciones. La luz y el color adquieren todo el protagonismo gracias al uso del tenebrismo, con valientes contrastes entre la penumbra y la claridad.
Esta claridad está representada por la única figura femenina del cuadro, una niña que muchos identifican con la primera mujer de Rembrandt, Saskia. Es una creación llena de símbolos y lecturas que marca todo un hito en la historia del arte.
Otras obras de este genial autor nos acompañan en nuestro recorrido por el Rijksmuseum, como La novia judía o Los síndicos del los pañeros.
2. La lechera, de Vermeer
El artista holandés Johannes Vermeer es otro de los autores destacados del museo. Debido a la corta producción de este pintor, con menos de 40 piezas, es todo un lujo poder contemplar algunas de sus creaciones más hermosas en el Rijksmuseum. Una de esas obras es La lechera, realizado en torno a 1660.
El maestro neerlandés del siglo XVII nos deja aquí una joya excepcional por su belleza y sencillez. Se nos presenta a una criada totalmente absorta en su trabajo, ajena a todo lo demás. La mesa con el cuenco donde vierte la leche constituye un auténtico bodegón lleno de detalles.
En cambio, el resto de la habitación tiene un asepcto sobrio de paredes desnudas. La mujer permanece de pie completamente bañada por la luz, con el delantal de ese azul intenso tan propio de Vermeer. La quietud de la escena, el maravilloso empleo del color, el realismo y la delicadeza en cada trazo convierten este cuadro en una obra maestra.
Otros lienzos indispensables firmados por este artista que cuelgan en el Rijksmuseum son La carta, La callejuela o Mujer leyendo una carta.
3. El alegre bebedor, de Fran Hals
Una de las creaciones más conocidas del sobresaliente pintor Fran Hals es también una de las piezas fundamentales del Rijksmuseum. Creado en torno a 1628, este cuadro presenta todos los rasgos que caracterizan el trabajo de Hals. Se trata de un retrato individual lleno de colores claros, salvo por el punto oscuro que aporta el sombrero.
La felicidad y vitalidad del personaje, sosteniendo su copa, es absolutamente contagiosa. Un primer término agresivo es el que usa el artista para presentar a este sonriente sujeto, que parece salirse de los límites del cuadro.
No se sabe con seguridad la identidad de este hombre, pero la frescura y la fuerza quedan plasmadas gracias a la pincelada de Hals. Por otra parte, algunos de sus retratos grupales más reconocidos, como la Compañía del capitán Reynier Reael, también se pueden contemplar en el maravilloso Rijksmuseum.
- 10 imprescindibles del Rijksmuseum. (s.f.). I amsterdam. Recuperado de: https://www.iamsterdam.com/es/see-and-do/things-to-do/museos-y-galerias/top-10-rijksmuseum-highlights
- Rembrandt. (s.f.). En Biografías y vidas. Recuperado el 23 de mayo de 2019 de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/rembrandt.htm