Montserrat, un bello monasterio en un entorno espectacular
Perteneciente a la Orden Benedictina y situado en una espectacular montaña de 720 metros de altura, el Monasterio de Montserrat es lugar de peregrinaje y devoción. Pero no solo el recinto religioso, todo su entorno merece una visita calmada. Es lo que vamos a hacer ¿Nos acompañas a este precioso rincón de la provincia de Barcelona?
Historia del Monasterio de Montserrat
Según la leyenda, la imagen de la Virgen de Montserrat es hallada aquí en el año 880. Es entonces cuando se inicia el culto a la “Moreneta”, como se la llama cariñosamente por el color oscuro de su talla. Inmediatamente después, aún en el siglo IX, construirían cuatro ermitas: Santa María, San Pedro, San Acisclo y San Martín.
Sin embargo, no se conoce exactamente el origen del monasterio. Se piensa que fue alrededor del año 1011 cuando el abad Oliba de Ripoll encargó fundar el Monasterio de Santa María en el lugar donde había una ermita del mismo nombre.
Gracias a donaciones y limosnas el santuario fue creciendo hasta convertirse en abadía e independizarse del Monasterio de Ripoll. Entre los siglos XII y XIII se construyó la iglesia románica (de esa época procede la talla de la Virgen) y siglos más tarde, en 1476, se levantaría el claustro gótico. La actual iglesia se consagró en 1592.
El siglo XIX fue trágico para el Monasterio de Montserrat. Fue incendiado dos veces por las tropas de Napoleón y fue saqueado. Años más tarde sufriría las consecuencias de la desamortización de Mendizábal, lo que supondría la exclaustración.
El monasterio volvió a ser ocupado por los religiosos y restaurado. Poco después de que se cumplieran mil años de la aparición de la Virgen, el papa León XIII la proclamó como patrona de Cataluña. En 1958 se consagró el altar mayor de la basílica, y en 1968 se finalizó la nueva fachada del monasterio.
“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.”
-Madre Teresa de Calcuta-
La visita al Monasterio de Montserrat
El complejo se ubica en plena montaña de Montserrat, en un entorno de una enorme belleza. Se puede acceder a él de dos maneras: es posible subir por la carretera desde Monistrol de Montserrat tras atravesar el parque natural, o bien se puede acceder utilizando un tren de cremallera y el teleférico.
El conjunto está formado por dos bloques de edificios, cada uno con una función diferente: por un lado una basílica y las dependencias monacales y por el otro los edificios que atienden a visitantes y peregrinos y que incluyen restaurantes, alojamiento y tiendas
La Basílica de Montserrat
La Basílica de Montserrat se construyó a partir del siglo XVI, aunque tuvo que ser reconstruida en su totalidad en el XIX, después de los grandes destrozos sufridos durante la Guerra de la Independencia. La fachada original era de estilo neoplateresco, pero tras la Guerra Civil se le construyó una nueva con relieves escultóricos.
La iglesia tiene una sola nave y está sostenida por columnas centrales con tallas de los profetas Jeremías, Isaías, Daniel y Ezequiel. En el altar mayor están representadas algunas escenas bíblica y sobre él se puede contemplar una bella cruz del siglo XVI.
Encima del altar se encuentra el Camarín de la Virgen, al que se accede después de atravesar una bella puerta de alabastro. En él se puede admirar la bella talla románica el siglo XII de la Moreneta y el trono de la Virgen, una hermosa obra de orfebrería en plata repujada.
Otros lugares de interés
Además, de la basílica, en Montserrat hay otros lugares que merece la pena admirar despacio, y uno de ellos es su museo. En su sección de pintura moderna se pueden contemplar obras de Miró, Dalí o Picasso, entre otros. También tiene una sección dedicada a la arqueología del Oriente Bíblico y otra a la pintura antigua con obras de El Greco, Caravaggio o Tiepolo.
Por último, el exterior de monasterio es realmente bonito, con varias plazas, la más importante la de Santa María. También se pueden ver los restos del antiguo claustro gótico.
Y, si no te importa caminar, el entorno de la montaña te encantará, con senderos que te llevarán a preciosos miradores.