El monte Ololokwe en el salvaje condado de Samburu
Samburu no es el parque más grande de Kenia. Tampoco es el más espectacular. Ni siquiera es el más visitado. Sin embargo, pocas reservas naturales kenianas nos pueden dar la sensación de libertad que produce Samburu.
Este es un territorio que nos hará vernos a nosotros mismos como si fuéramos exploradores. Se trata de una zona un tanto árida. Y en su horizonte se distinguen varias montañas, entre ellas el monte Ololokwe, al cual podemos subir.
Cómo entrar a la Reserva Nacional de Samburu
Hay dos maneras de conseguir visitar el área protegida de Samburu. Una forma es contratar un paquete turístico que se adentre en el parque y que incluya los recorridos guiados haciendo safaris fotográficos. Una opción que debería complementarse con alojarse en los lodges o campamentos preparados para este tipo de grupos.
Y otra opción, más económica y aventurera, es entrar a la reserva como particular. Eso sí, siempre en un todoterreno. Es posible hacerlo pagando una entrada y, dado el pequeño tamaño del parque y su pista central, es difícil perderse. Aunque es verdad que de este modo es más complicado ver a los grandes felinos que habitan aquí.
Los encantos de la reserva de Samburu
Samburu está en el centro de Kenia y, como decíamos, se trata de una zona de aspecto árido. De hecho, los grandes bosques de esta zona solo se hallan en las montañas, como en el caso del monte Ololokwe. Así que nos encontraremos con un paisaje de sabana llana y arbustiva. Un hábitat idóneo para ciertas especies animales.
No es nada difícil ver elefantes, muy abundantes, ni tampoco jirafas. Además hay muchas cebras de Grevy, búfalos e impalas. Estos y otros herbívoros son el alimento de los grandes cazadores de Samburu: los leones, los leopardos y los guepardos. Estos son más fáciles de divisar conforme avanza la tarde.
Alojarse en Samburu
Como hemos dicho, los safaris organizados hacen posible pernoctar en este espacio protegido. Y esa, quizás, es la mejor forma de disfrutar de semejante lugar. Es el complemento perfecto a los safaris.
Durante el día se hacen recorridos en todoterrenos, acompañados por los guías expertos en este territorio. Ellos son quienes mejor conocen dónde se pueden avistar a las especies animales más buscadas.
Así tras una intensa jornada de campo, uno puede alojarse en cómodos campamentos o exclusivos lodges que permiten disfrutar de la sensación de ver atardecer en estas tierras tan salvajes. Eso sí, con seguridad, ya que personal experto protege estos establecimientos.
Sin duda, contemplar el ocaso del sol en esta sabana, con las montañas como fondo y el increíble cielo nocturno del corazón de África, es uno de los mejores recuerdos de este viaje.
Esa estancia en Samburu también puede incluir la visita a las pequeñas aldeas de la zona. Allí se guardan con sumo respeto las costumbres ancestrales. Y realmente nos espera alguna sorpresa mayúscula y de enorme interés social. Como, por ejemplo, la aldea de Umoja Village, habitada en exclusiva por mujeres y niños.
Y al fondo el monte Ololokwe
Por si fuera poco, esta estancia en Samburu se puede rematar con la ascensión al monte Ololokwe. Su cumbre plana se eleva a unos 2000 metros de altura, dominando visualmente el entorno.
El ascenso cuesta unas cuatro horas, y se puede hacer por dos vías distintas. Una consiste en hacer un trekking con algún tramo en el que se hace necesario trepar. Mientras, la segunda forma incluye zonas de escalada más técnica.
De una forma u otra forma la ascensión merece la pena. Se tendrá la oportunidad de atravesar un bosque único en Kenia, ya que aquí vive una especie endémica, la cícada gigante, una especie arbórea con orígenes en la época de los dinosaurios.
Pero además de eso, hasta es posible dormir en la parte superior de la montaña. Sin duda, todo un lujo de sensaciones. Eso sí, echaros a descansar pronto en la zona de campamento para poder madrugar. Ver amanecer desde ahí arriba, sobre el salvaje condado de Samburu, es una visión que difícilmente podréis olvidar.