La belleza serena del Monasterio de los Jerónimos en Lisboa
Declarado Patrimonio de la Humanidad, su nombre completo es Monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belém. Está a las afueras de la capital portuguesa de Lisboa y es uno de los rincones más bellos que en ella podrás visitar. ¿Quieres conocerlo?
El Monasterio de los Jerónimos y su larga historia
El edificio perteneció a la Orden de San Jerónimo. Fue diseñado en estilo manuelino por orden del rey Manuel I de Portugal, con el objetivo de honrar el regreso triunfal de Vasco da Gama de la India. La fundación del monasterio data del año 1501 y la construcción se realizó sobre la ermita do Restelo, donde el explorador y navegante pasó la última noche rezando antes de iniciar su travesía.
La primera etapa de construcción fue encargada al arquitecto francés Boytac, pero no llegó a realizarse, ya que su proyecto quedó a un lado para construir el diseñado por Juan de Castillo. Más tarde cambiaría de nuevo el arquitecto responsable de las obras y pasó a ser un español, Diego Torralva, que sería el encargado de finalizar las obras.
Pero el monasterio sería modificado varias veces hasta el siglo XX. Las obras fueron financiadas por un porcentaje de los impuestos que se obtenían por la comercialización de las especias orientales.
El estilo del templo combina detalles del gótico tardío y del Renacimiento. Las capillas fueron remodeladas en el siglo XVI y “transformadas” en estilo renacentista puro. Ya en 1850 se construyó un anexo donde se ubica el Museo Nacional de Arqueología. Además, en el ala oeste se puede visitar el Museo de la Marina.
De paseo por el Monasterio de los Jerónimos
Al llegar al templo quedarás asombrado por su majestuosidad. Para acceder tiene dos portadas. La primera, meridional, está dividida en dos cuerpos y tiene bajorrelieves con el escudo portugués y la vida de San Jerónimo. La occidental tiene las esculturas del rey Manuel I y su esposa María.
El interior de la iglesia
La iglesia, de acceso gratuito, sorprende por muchos motivos. Ante el visitante se abra una hermosa y única nave con seis interminables y decoradísimas columnas en estilo manuelino. Pero, además, sorprende la luminosidad del templo
La bóveda del crucero, con 29×19 metros, data de 1522. Por otra parte, la capilla mayor se reformó en 1571, siguiendo el estilo del Monasterio de El Escorial. Aquí descansan los restos de dos reyes: Manuel I y Juan III con sus esposas María y Catalina de Austria, respectivamente. En el interior de esta iglesia se encuentran también las tumbas de Vasco de Gama y de Luís de Camões.
El claustro
El claustro del Monasterio de los Jerónimos es realmente fascinante. Situado al lado de la nave norte, fue construido entre 1517 y 1519 y la decoración es puramente manuelina: cabos marineros, temas religiosos, medallones, una esfera armilar y una gran letra M. Desde el piso superior, por otra parte, se puede acceder al coro alto de la iglesia.
Merece la pena recorrer despacio los dos niveles del claustro, fijándose en la delicadeza de cada uno de los detalles. En el recorrido se visitan otros espacios interesantes, como una sala que relata la historia del monasterio, relacionándola con los acontecimientos nacionales y mundiales.
También se accede al refectorio, con su bóveda nervada y sus paredes decoradas con azulejos en el siglo XVIII. Y, además, se puede acceder a la sacristía y la sala capitular, donde está la tumba de Alexandre Herculano (primer alcalde de la ciudad).
Una visita más: la Torre de Belém
Cuanto termines el recorrido por el Monasterio de los Jerónimos no dudes en visitar la Torre de Belém. Una construcción usada como defensa, con cinco plantas, fosos y cañones. También forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
“Para el viajero que llega por mar, Lisboa vista así, de lejos, se erige como una bella visión de sueño, sobresaliendo contra el azul del cielo, que el sol anima”
– Fernando Pessoa –
Muy cerca se encuentra el Monumento a los Descubridores. Una imponente estructura de 52 metros de altura, erigida para celebrar los 500 años de la llegada de Henrique el navegante a Cabo Verde, Madeira y las Azores. De esta forma tendrás un panorama más que interesante sobre una época puntual de la historia portuguesa.