Descubre Mohenjo-Daro, la ciudad perdida de Pakistán

Mohenjo-Daro es uno de esos lugares repletos de misterios. Una ciudad próspera hace miles de años.
Descubre Mohenjo-Daro, la ciudad perdida de Pakistán

Escrito por Cristina Blanco

Última actualización: 12 marzo, 2018

El mundo en el que vivimos está lleno de misterios sin resolver. En los libros existen referencias de lugares que no conocemos, quizás porque han desaparecido, o porque han sido destruidos. Hoy vamos a descubrir una de las ciudades perdidas más increíbles: Mohenjo-Daro, situada en el actual Pakistán. ¿Nos acompañas?

Puede que sea popular hablar de la Atlántida, o de las pirámides de Egipto. Pero Monhenjo-Daro forma parte de esa lista de ciudades perdidas envueltas en la leyenda. Por la extensión de los restos actuales, se estima que en ella llegaron a vivir cerca de 35.000 personas. Su localización era envidiable, ya que estaba en el medio de una de las grandes rutas comerciales y una región fértil del río Indo.

Cronología de la ciudad

Mohenjo-Daro
Mohenjo-Daro – Usman.pg / commons.wikimedia.org

Se sabe con seguridad que la ciudad de Mohenjo-Daro fue habitada entre los años 2600 y 1800 a.C. Se sitúa en Pakistán, a orillas del río Indo. Y su nombre significa, literalmente, “montículo de la muerte”. No obstante, no se sabe su nombre antiguo, y se emplea esta terminología para hacer referencia a los restos abandonados de la ciudad

Mohenjo-Daro era una de las ciudades más importantes de la antigua cultura Harappa, cuya capital, con el mismo nombre, se situaba a 570 km de este lugar. Esta civilización ocupó la región de Pakistán y el norte de la India hasta que comenzó a desaparecer en torno al año 1800 a.C.

No se sabe qué fue lo que llevó a la ciudad a la desaparición, pero se piensa que pudo ser un cambio en el curso del río Indo. Quizás un aumento excesivo del caudal, o quizás todo lo contrario, provocó que la población tuviese que marchar a un lugar mejor.

Importancia histórica de Mohenjo-Daro

Mohenjo Daro
Mohenjo-Daro – Usman.pg / commons.wikimedia.org

Mohenjo-Daro es una ciudad muy relevante para la historia, debido a que en su tiempo fue uno de los primeros núcleos que existieron en el mundo. Además, fue uno de los más importantes, al igual que Mesopotamia, el Antiguo Egipto o Creta.

Durante el esplendor de la civilización Harappa, Mohenhjo-Daro fue la ciudad más moderna y desarrollada de toda Asia. Y no solo por su planificación urbana, sino por sus avanzados sistemas de desagüe, baños y pozos.

Existe una teoría que considera que los sumerios, los responsables de la invención de la rueda y la escritura, procedían de Mohenjo-Daro. Por ello, la ciudad no solo sería aventajada en términos de sociedad, sino también en cultura.

¿Cómo era la ciudad de Mohenjo-Daro?

Moenjo-Daro
Moenjo-Daro – Soban / commons.wikimedia.org

La ciudad estaba amurallada con ladrillo cocido para protegerse de los enemigos. Tenía una extensión de un kilómetro cuadrado y en su interior se disponen dos zonas: la ciudadela, que es donde estaba el centro administrativo, y la ciudad baja. En ella vivían el resto de habitantes en barrios, en función de su trabajo en la ciudad.

Las calles de la ciudad estaban distribuidas a través de una vía principal que la recorría de norte a sur. Estaba pavimentada y era muy ancha, aunque el resto de calles eran más estrechas para protegerse del calor. Todas las calles contaban con alcantarillas.

En cuanto a los hogares, estaban construidos con adobe y carecían de ventanas. Las puertas se abrían con pasajes laterales para mantener el frescor. Algunas tenían habitaciones. Otras, en cambio, estaban formadas por una sola sala. Prácticamente todas tenían cuartos de baño pequeños o letrinas. Las aguas residuales llegaban a las alcantarillas para preservar la higiene.

Partes de la ciudad

La ciudadela

Gran Baño en Mohenjo Daro
Gran Baño – Benny Lin / Flickr.com

Era el lugar central de Mohenjo-Daro en términos administrativos y de culto. Se eleva sobre un montículo artificial que construyeron los propios ciudadanos. Está formado por un muro rodeado de tierra y trozos de ladrillo sobre el cual se sostienen los edificios. Se entra por la parte trasera y destacan los edificios del Gran Baño, el Granero y la Casa de los Sacerdotes.

El Gran Baño está formado por un tanque rectangular rodeado de columnas. Era un baño público que recogía el agua de un pozo y conectaba por un desagüe, así se preservaba su higiene. En cuanto al Granero, es una construcción hecha en madera y ladrillos de gran tamaño. Pudo servir como lugar de almacenamiento de especias.

Finalmente, la Casa de los Sacerdotes se encuentra derruida y es difícil saber cómo era el edificio. Se piensa, aun así, que había una parte reservada a un alto sacerdote, y el resto eran habitaciones de menor tamaño.

La ciudad baja

Calle de Mohenjo-Daro
Mohenjo-Daro – Benny Lin / Flickr.com

Esta zona es donde residían los habitantes de la ciudad. Las viviendas de este lugar tenían entre 50 y 150 metros cuadrados y contaban con una sola habitación. No obstante, había otras un poco más grandes, probablemente para las casas de los más ricos de la ciudad. Cada casa, además, tenía su propio baño y suministro de agua.

El material que se utilizó vuelve a ser de nuevo adobe, y las calles estaban alcantarilladas. Existe una primera calle principal en la cual el pavimento está formado por ladrillo y mortero. Comparado con las otras calles, esto era diferente, por lo que se piensa que por ellas llegaron a transitar carros. No obstante, no se han encontrado restos de ruedas que lo verifiquen.

Por último, decir que en esta zona se ubicaron talleres de alfarería, tintorería y artesanía.  Y muchos de estos productos se exportaban a otros lugares del mundo.

“Un viajero sin capacidad de observación es como un pájaro sin alas.”

-Moslih Eddin Saadi-

Esto es todo lo que podemos contarte acerca de Mohenjo-Daro, una ciudad perdida en Pakistán, y a la espera de que, algún día, puedan resolverse todos los misterios ocultos en sus muros de adobe. En nuestro mundo hay demasiados lugares repletos de historia sin descubrir, ¿verdad?

 Fotografía de portada: Benny Lin / Flickr.com