Dónde comer las mejores patatas bravas en España
Las patatas bravas son mucho más que una de las tapas por excelencia en España. Puedes pedirlas en casi cualquier bar de país, pero hay algunos sitios en los que las disfrutarás de una manera muy especial. Visitamos algunos de los más conocidos.
Patatas bravas en España: un clásico
No sabemos muy bien cuándo y dónde surgieron pero lo que sí podemos afirmar es que las patatas bravas son un sello característico de España. Más o menos picantes, con corteza más o menos dorada, melosas o confitadas… pero riquísimas de cualquier manera. Y, cuidado, crean adicción.
Los ingredientes fundamentales son las patatas (agrias o nuevas), el aceite de oliva y la salsa. ¿Cuál es la perfecta? Pues todo depende del restaurante y de la receta. En este recorrido culinario te contamos los mejores sitios para disfrutar unas patatas bravas en España:
1. Las Bravas, Madrid
Con ese nombre es imposible no adivinar su especialidad. Una taberna que se fundó en Madrid en 1933. Aquí las patatas bravas son únicas. ¿La razón? Su salsa está patentada. Una salsa ligeramente picante que adereza unas patatas tiernas en su interior y crujientes por fuera.
Puedes tomar estas deliciosas bravas en tres locales, situados en las calles Álvarez Gato, Espoz y Mina y Pasaje Matheu. Y si te quedas con ganas de más, prueba la tortilla brava.
2. Bar Tomás, Barcelona
Este establecimiento está situado en la Calle Mayor del popular barrio de Sarrià y lleva 100 años sirviendo las bravas con all i oli más adictivas que jamás probarás. Dicen que son las mejores de Barcelona, incluso tienen un libro enteramente dedicado a ellas ¡Por algo será!
No son la única especialidad de este bar. Puedes probar sus empanadillas de bonito o sus croquetas de pollo. Son deliciosas.
3. Cañota, Barcelona
En la calle Lleida de Barcelona nos encontramos este imperdible para tapear en la Ciudad Condal. Y su receta de las patatas bravas surgió de casualidad. Su dueño decidió llevarse a casa unas patatas que habían sobrado y hornearlas, para luego regarlas con salsa.
Ese es el punto particular de esta tapa aquí: la cocción de la patata se termina en el horno. La salsa que acompaña es es suave gracias a un alioli ligero.
4. Docamar, Madrid
Volvemos a Madrid, a una de las calles más conocidas de Madrid, la de Alcalá. Aquí, en el bar Docamar, preparan unas patatas bravas para chuparse los dedos desde hace más de 50 años. Tanta es su popularidad que se fríen cada semana miles de kilos de patatas.
El secreto, cómo no, son unas patatas cortadas a mano, bien fritas y regadas con una salsa a base de base de tomate, cebolla, pimentón y ajo. La receta de la salsa, eso sí, es confidencial.
5. Hispania 20, Salamanca
En Salamanca la salsa de las patatas bravas es más clara, como una mayonesa, pero igualmente deliciosa. ¿Donde probarlas? En la ciudad fue mítico el bar Antonio y la receta de su salsa parece haber resurgido en este otro establecimiento.
6. Tondeluna, Logroño
Para comer sus riquisimas bravas hay que viajar hasta Logroño, en La Rioja. Este establecimiento está en la calle Muro de Francisco de la Mata y en él esta tapa es muy diferente a las demás. ¿La razón? Las bravas tienen forma de canutillo de patata y están rellenas de dos salsas.
7. Rausell, Valencia
Está en Valencia (Carrer d’Angel Guimerá) y se fundó en 1948. Al principio era un modesto puesto de comida que luego fue creciendo hasta convertirse en un restaurante. Las patatas bravas aquí tienen mucho alioli y una salsa picante de aceite.
8. El Bodegón, Ponferrada
También son algo diferentes las patatas bravas en este bar. Patatas gallegas acompañadas de una salsa algo picante. Una salsa que se prepara con el caldo en el que se cuecen los mejillones que acompañan la tapa. Diferentes y deliciosas
9. El Rey de los Pinchitos, Sevilla
Patatas doradas por fuera y blandas por dentro y una salsa única. Aquí la salsa brava es de color anaranjado, algo picante y especiada, una salsa única y deliciosa.
“Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien.”
-Virginia Woolf-
Son algunos lugares en los que podrás degustar deliciosas patatas bravas. Pero en cualquier pueblo y ciudad española podrás decir aquello de “¡una de bravas!” y quedar absolutamente satisfecho.