Malanje: disfruta de la naturaleza de Angola
Viajar a Malanje supone una oportunidad única de disfrutar de la naturaleza de Angola. Y es que esta provincia esconde algunos atractivos de un gran interés y belleza. Queremos que los descubras, por ello, te damos información de utilidad para planificar la visita. ¿Nos acompañas? Sin duda, no te decepcionará.
La naturaleza salvaje de Malanje
El territorio de Malanje es una buena muestra de la riqueza natural de muchas zonas de África. Aquí encontrarás rincones fascinantes, por su increíble fauna o por sus paisajes espectaculares.
La Reserva Natural de Milando
Uno de los mayores encantos de Malanje es esta Reserva Natural de Milando. Se creó en el año 1951 y está situada entre los municipios de Luquembo, Cunda-dia-Baze y Marimba. Cuenta con más de un millón de hectáreas de extensión.
Se trata de un espacio de una enorme riqueza natural. Aquí se pueden avistar infinidad de ejemplares de animales. Especies como leopardos, facóqueros, leones, hipopótamos o cocodrilos tienen en este lugar un buen hábitat.
No obstante, merece hacer mencionar en especial al antílope sable gigante. Este animal es símbolo nacional de Angola, aunque, actualmente y por desgracia, forma parte de la lista roja de especies amenazadas de la UICN.
Otras reservas
Además de la reserva de Milando, en la zona hay otras también muy interesantes. Hay que destacar el Parque Nacional de Cangandala, el de menor entidad del Angola, con apenas 600 km² de sabanas de miombo.
A este hay que sumar la Reserva Florestal de Samba-Lucala, con sabanas y valles por los que pasan los ríos Kionga y Cauneia y que tiene una extensión de 400 km². También de interés es la Reserva Florestal do Caminho-de-Ferro, algo más pequeña que la anterior, con 200 km².
Otros atractivos de Malanje
Además de estas reservas naturales, Malanje alberga otros lugares de gran interés. Destacan las Piedras Negras de Pungo Andongo. Se trata de una serie de formaciones rocosas que recuerdan a la forma de los animales de la sabana africana. El acceso es difícil, pero merece la pena hacer el esfuerzo.
De ahí pasamos a los saltos de agua o cataratas de Kalandula, que se encuentran en el afluente más importante del río Kwanza, el río Lucala. Tienen una caída de agua de nada menos que de 107 metros. Con una anchura de 400 metros, tienen forma de herradura. Sin duda, un espectáculo natural digno de admirar.
Qué más ver y hacer en Malanje
Dejando a un lado la naturaleza, la ciudad de Malanje también tiene algunos lugares que merece la pena mencionar. La ciudad se fundó en el siglo XIX y en ella se puede visitar la iglesia colonial reformada o dar un paseo por sus distintas plazas y jardines.
Es aconsejable probar la gastronomía de esta región. Algunos de los platos o productos típicos son la carne seca y de caza; la kizaca, elaborada con hojas de un pequeño arbusto con raíces comestibles; o la denominada ginguinga.
Qué hacer cerca de Malanje
Malange se encuentra próxima a la capital de Angola, Luanda, por lo que no se puede dejar pasar la oportunidad de conocer también esta ciudad. Aquí se pueden visitar monumentos como las fortalezas de Sao Pedro de Barra y Sao Miguel o el Museo Nacional de Antropología.
Además, Luanda alberga uno de los puntos turísticos más relevantes de Angola: la isla de Mussulo. Esta isla es famosa por sus playas y por las diversas actividades acuáticas que se pueden realizar en sus aguas (buceo, esnórquel o windsurf). Llegar hasta ella es muy sencillo, basta con ir en barco o en lancha.
Igual de recomendable es el Parque Natural de Kissama. Es el más importante del país, así como uno de los más grandes del mundo, ya que su extensión roza el millón de hectáreas. En él se pueden ver numerosos animales, como jirafas, búfalos, antílopes sable autóctonos, elefantes y tortugas marinas.
Malanje es un destino poco conocido que, sin embargo, ofrece diversos encantos y posibilidades turísticas. Con un entorno natural más que interesante, merece la pena descubrirlo.