Magia y tradiciones ancestrales en el lago Inle
Al este de Myanmar, la antigua Birmania, y en plenas montañas del Estado de Shan, el lago Inle nos asombra por sus paisajes y su majestuosidad. ¡Tiene 500 km²! En sus orillas se encuentran alrededor de 200 ciudades y aldeas, que se pueden visitar para descubrir más sobre la vida en este país tan desconocido.
El lago Inle y su magia
Uno de los principales atractivos turísticos de Birmania (o Myanmar) está situado a casi 900 metros sobre el nivel del mar. Tiene una profundidad que varía entre los 2 y los 4 metros, según la estación (seca o de lluvias).
A la vera del lago Inle se han fundado aldeas pobladas por los llamados “Intha” o “hijos del lago”. La localidad más poblada es Nyaung Swe, que tiene un canal de 4 metros de profundidad hasta el gran espejo de agua.
El lago es aprovechado para cultivo a través de canales y son famosos sus jardines y casas flotantes. También se puede visitar un mercado flotante y la pagoda de Phaung Daw U (una de las tres más importantes del país), que fue construida en el siglo XVIII y tiene imágenes de Buda que datan del siglo XII.
El lago Inle compone un circuito turístico muy destacado y que merece la pena hacer. Incluye las ciudades de Mandalay, Bagan y Ragún.
“Viajar es descubrir que todo el mundo esta equivocado sobre otros países.”
-Aldous Huxley-
De paseo por el lago Inle
El agua, las montañas y las canoas de madera son el paisaje perfecto para un viaje. Aquí, en el lago Inle, es una imagen cotidiana. A eso le sumamos aldeas flotantes, estupas budistas y campos de cultivo… un destino repleto de tradiciones y donde parece que el tiempo se ha detenido.
Este lugar es uno de los imperdibles de Myanmar. Ubicado casi en el centro del país, tiene algo especial que te hace quedar enamorado de él en minutos. Quizás se deba a su belleza o a la lentitud del tiempo… o a las costumbres de los locales.
El lago se esparce en pantanos y canales a los cuales solo se puede acceder en canoas. Para comenzar el recorrido, podemos ir a Nyaungshwe, la ciudad con más infraestructura turística y a tan solo 4 kilómetros de Inle (se llega a través de un canal). La mayor parte de los viajeros se aloja aquí y desde ella parten las excursiones asequibles para conocer toda la región. También se pueden alquilar bicicletas.
El mínimo recomendable es 3 días aunque desearás quedarte muchos más. Para no perder tiempo contrata el transporte desde una agencia o un hotel o, si te animas, en el propio embarcadero. Una canoa motorizada con capitán incluido puede costar 15 euros por día (según las distancias a realizar).
Tradiciones en el lago Inle
Los pescadores intha son un espectáculo (si se nos permite la palabra) que no podemos perdernos. El pescado que consiguen es para consumo personal y el resto para vender en los mercados locales. Las técnicas empleadas son ancestrales… y muy eficaces. Emplean redes cónicas hechas con juncos y manejan una embarcación remando con una pierna, la otra es para equilibrarse.
Y no hay que perderse Indein, con su sendero de estupas, muchas de ellas de ladrillo y algo deterioradas o abandonadas. Se puede entrar en las que consideremos más “enteras” y ver imágenes de Buda de diferentes tamaños. El ambiente nos recuerda esos cementerios perdidos comidos por las enredaderas.
Si quieres vera lago curioso, visita el “mercado de los cinco días”, que se desarrolla por las mañanas y que va cambiando su ubicación cada cinco días (de ahí el nombre). Si hay luna llena no abre. Pero el mercado más conocido es el de Ywama, un mercadillo flotante donde los vendedores exponen sus productos en las canoas. También puedes ir a los terrestres de Phaung Daw o Indein.
Para terminar el recorrido ve al Ywama, el pueblo de canales, donde no hay calles y las casas de madera están sostenidas sobre pilotes. Las estupas blancas y amarillas son el sitio perfecto para muchas fotografías.