Lyon, una de las más bonitas ciudades francesas
Durante el Imperio Romano, Lyon fue una de las más importantes capitales de la Galia. Gracias a su longevidad, su patrimonio histórico está constituido por una larga lista de monumentos, teatros e iglesias de gran antigüedad.
Monumentos que harán las delicias del turista que visite la urbe. Es, más le guiarán en un viaje a lo largo de los siglos permitiéndole conocer de primera mano el pasado de una de las ciudades más importantes de Francia.
Lyon, Patrimonio de la Humanidad
Iniciamos un fantástico recorrido por una ciudad llena de historia…y de vida. Lyon es de esos destinos que es difícil olvidar.
Este free tour por Lyon te llevará a cada lugar histórico que te enamorará.
Vieux Lyon, reminiscencia medieval
Los edificios de este barrio han visto pasar los siglos conservando siempre su espíritu clásico. Y es que se ha mantenido en pie desde principios de la Edad Media, pasando por la historia como una de las principales poblaciones medievales hasta alcanzar la época renacentista.
Este Viejo Lyon suele compararse con ciudades como Venecia, en relación a su papel durante aquella época de desarrollo tecnológico, cultural y artístico.
Está dividido en tres zonas que han recibido el nombre de santos y patrones católicos. El área del norte corresponde a San Pablo. La plaza y la iglesia homónimas son sus mayores atractivos. El centro, denominado San Juan, alberga la catedral de la ciudad. Por lo que respecta al distrito sur, San Jorge, allí se halla la bonita plaza de Benoît.
Fourvière
Se trata de una colina donde los antiguos romanos fundaron la metrópoli de Lugdunum durante la formación de su extenso imperio. Contaba con un gran espacio comercial y de ocio del que hoy en día tan sólo quedan las ruinas de un teatro.
Lamentablemente, un deslizamiento del terreno provocó que el resto de construcciones se desmoronasen en el siglo IX. Hoy destaca Basílica Notre-Dame de Fourvière, levantada sobre los cimientos del primitivo foro latino .
La leyenda de la creación de este lugar de culto es extraordinaria. En un principio, se erigió en lo alto de la colina un pequeña iglesia con el fin de honrar a la Virgen. Durante la dura temporada en que toda Europa se vio asediada por las plagas, muchos de los lugareños consiguieron salvarse escondiéndose allí. Esto originó su fama y, por lo tanto, todas sus ampliaciones posteriores.
El monte de la Croix-Rousse
Es esa otra de las montañas que rodean Lyon. Tiene la particularidad de que en sus calles los paseantes pueden disfrutar de una temperatura más estable y cálida que en cualquier otro punto del núcleo urbano.
En un aire de competitividad, sus habitantes suelen comentar que Fourvière es la cima orante mientras que la Croix-Rousse es la que se esfuerza y trabaja. Este dicho popular se remonta al siglo XIX, época en la que los altos torreones de las industrias textiles se asentaron en este barrio, generando cierta competición entre ambas colinas.
Los inmuebles que en su momento fueron habitados por los obreros de las fábricas a día de hoy continúan ocupados por familias y jóvenes de clase media. Su población da al distrito una enorme vitalidad.
L’amphitéâtre des Trois Gaules
Los restos de este bello anfiteatro construido en el año 19 a.C han sido capaces de soportar el duro paso del tiempo. Su visita no está permitida, ya que está vallado con el objetivo de su preservación. Este monumento histórico se utilizó durante siglos como espacio de diálogo, así como terreno de entretenimiento.
Su denominación hace referencia a las regiones o divisiones territoriales de las Tres Galias. Aquitania, Lugdunum y Bélgica eran los nombres de estas naciones en las que se fraccionaba el territorio francés ocupado por el Imperio Romano.
“Por norma, los hombres se preocupan más de lo que no pueden ver que de lo que pueden.”
-Julio César-
Dónde dar un paseo
Presqu’île, la pequeña isla en mitad del río
Justo en el centro de Lyon se ubica esta pequeña isleta, entre los ríos Saona y Ródano. Es un punto muy frecuentado, ya que sus calles están plagadas de restaurantes, bares, tiendas y cafeterías de todo tipo. Hoteles y grandes almacenes también tienen su lugar en esta isla.
Durante los siglos XV y XVI sus avenidas solían ser transitadas por ocupados emprendedores artesanos dedicados al mundo de la imprenta bibliográfica y a la venta de todo tipo de libros. En la actualidad, el Museo de la Impresión rinde homenaje a estos visionarios, mostrando el método que utilizaban para lograr la correcta estampación de las tiradas de ejemplares.
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