Descubrimos los paisajes más bonitos de Lleida
Al noreste de la península ibérica se halla una tierra con siglos de tradición. Este magnífico rincón es Lleida, una fuente inagotable de encanto y arte. Aquí, la naturaleza y la arquitectura se unen para ofrecer al viajero las mejores vistas a la historia. Desde el parque de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici hasta las iglesias del Valle del Boí, Lleida es hermosa.
Tanto si el turista busca folclore y arte, como si desea encontrar aventuras y adrenalina, esta es su meca. Si al cóctel se añade una gastronomía de infarto y una oferta rural sin precedentes, el resultado es perfecto. Sus bonitos paisajes, sus escondidos pueblos y sus salvajes playas hacen de la provincia el destino ideal para una escapada.
Lleida, capital histórica
La capital homónima de la provincia de Lleida es una poderosa metrópoli que encierra historia a cada paso. Una visita a la ciudad hará que el turista rápidamente advierta que se encuentra en una urbe históricamente referente.
Aquí, el visitante podrá visitar numeroso edificios de distintos periodos y estilos arquitectónicos. Estos van desde el románico más primitivo hasta la más absoluta modernidad. Desde la iglesia románica de San Martín o el castillo templario de Gardeny, del siglo XII, hasta inmuebles muy modernistas. Todos tienen cabida en esta multicultural villa.
Sus calles vanguardistas, sus zonas verdes y parques urbanos y la simpatía y sencillez de sus gentes la hacen insustituible. Disfrutar del vino de la zona acompañado de caracoles cocinados tradicionalmente en una terraza resultará un placer. Si el turista se sienta en una plazoleta a ver caer la noche quedará hechizado por entero por esta ciudad.
Arquitectura románica: Valle del Boí
Artísticamente hablando, el Valle del Boí hace referencia a un conjunto de 9 iglesias de estilo románico. Los amantes de la arquitectura religiosa románica se sentirán privilegiados visitando cada una de ellas. Destacan en todas numerosos frescos, conservados en museos y sustituidos por réplicas dignamente delineadas.
Todas se sitúan en el maravilloso enclave natural del valle homónimo. Este paraje sin igual alberga lagos y ríos en los que practicar deportes acuáticos o disfrutar de un día tranquilo. Es un territorio extenso que abarca gran parte de los espacio verdes de la comunidad.
Aquí hay varios picos de más de 3.000 metros de altura, perfectos para los aventureros intrépidos. Los diversos núcleos de población resultan deliciosos para un fin de semana rural o una estancia veraniega de retiro.
“Viajar hace a uno modesto. Ves el lugar pequeño que ocupas en el mundo.”
– Gustave Flaubert –
El Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici
El Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici es un paisaje natural de suma belleza. Se trata de el único parque nacional de Cataluña, y se sitúa en la parte central de los Pirineos.
Abarca gran parte del Valle del Boí y se compone de dos áreas muy diferenciadas. La parte oriental está bañada por el lago de San Mauricio, mientras que la occidental presenta clima montañés. Esta segunda es de mayor espacio, por lo que se le considera un parque de alta montaña.
El parque es la opción idónea para deportes alpinos, como el esquí o la escalada. El senderismo y la bicicleta extrema disfrutan de gran fama y son cientos los aficionados que se suman cada año. Todo turista amante de la adrenalina repetirá la visita al valle. El gusto y el respeto por el aire libre son el principal reclamo de esta tierra indómita.
Paisajes rurales escondidos
Una ruta por los pueblos de Lleida puede alcanzar la categoría de mágica. Son numerosas las localidades de belleza y encanto únicos que deleitarán a primera vista. A más de 900 metros de altitud se cuelga Canejan, sobre el curso del río Garona.
Bañado por el mismo río se halla Les, con su famoso castillo, un paraíso con mucha historia. En Lleida encontramos la bella Peramola, que guarda pinturas rupestres de la Roca Dels Moros.
Y la piedra y la pizarra dominan las fachadas y tejados de las estrechas callejuelas de la medieval Guimerà, exquisitamente conservadas. Un laberinto de calles en torno a la fortaleza, al estilo de la Edad Media. A menor escala, pero siguiendo este patrón, el turista puede disfrutar del casco antiguo de Sort. El viajero soñador podrá comprar aquí lotería y cambiar su destino.