Los mejores bocatas de calamares en Madrid, ¿dónde comerlos?
Los bocatas de calamares en Madrid son una de sus señas de identidad gastronómicas, casi una institución. Por tanto, todo viaje a la capital debe ir acompañado de la degustación de este sencillo y delicioso plato. Pero, de todos los bares que hay, ¿por cuál decantarse? Os vamos a proponer algunos de los mejores sitios donde probar los bocatas de calamares en Madrid. La mayoría son fáciles de encontrar, están cerca de la Plaza Mayor.
Bocatas de calamares en Madrid. ¿Dónde probarlos?
1. El Brillante
Es uno de los clásicos, de los lugares más conocidos, tanto por los madrileños como por la gente de fuera. Aquí se puede probar un buen bocadillo en diferentes tipos de pan, pero siempre bien relleno de calamares grandes, tiernos y jugosos. Estos últimos los guardan en almacenes con nevera propia, ya que el proceso de congelación contribuye a romper las fibras para que estén más tiernos.
El bar está ubicado cerca de la estación de Atocha y del Museo Reina Sofía, por lo que es una buena opción antes o después de coger el tren o de visitar el centro de arte. Eso sí, degustar uno de sus famosos bocadillos no sale muy barato.
2. Arriba
Para quien quiera probar un bocata de calamares que se salga de lo normal, Arriba es una de las mejores opciones. Ideado por Raimón Freixa, que cuenta con dos estrellas Michelin, recibe el nombre de “bao castizo de calamares”. El bao es un pan asiático bastante ligero, por lo que esta exótica reinvención consiste en un bollito chino relleno de finos aros de calamares.
3. Cervecería Sol Mayor
Tiene una de las mejores cartas de presentación, ya que no hay nada como ir caminando hacia la Plaza Mayor y que un delicioso olor a frito te envuelva. El local es un bar típicamente español por su decoración y por su esencia y tiene como especialidad los bocadillos de calamares. Estos también se pueden degustar de igual modo en ración.
4. Bar Postas
Otro de los grandes clásicos en lo que a bocatas de calamares en Madrid se refiere. Y se ve en su clientela, ya que el local está atestado de gente a todas horas. En caso de entrar y no encontrar sitio, siempre se puede pedir uno de sus bocadillos para llevar. Aquí el bocata es asequible y rico, con los calamares cortados de manera muy fina.
5. La Ideal
También a escasos metros de la Plaza Mayor, por lo que es una buena opción para recargar fuerzas tras una larga caminata turística. Sus bocadillos, de pan reciente y calamares tiernos y jugosos, son capaces de reanimarte aunque estés agotado. Igual de recomendables son la tortilla española o las patatas bravas que ofrecen.
6. El Imparcial
Es otra prueba de que las nuevas generaciones de hosteleros madrileños no reniegan de uno de los platos más clásicos de la capital. En este caso, el bocadillo de calamares se presenta de manera deconstruida, abierto en dos mitades para así dejar al descubierto el relleno de su interior. Este consiste en anillas de calamar rebozadas y salpicadas por alioli negro, hecho con tinta de calamar.
Con semejante presentación, el comensal puede comer el contenido con cuchillo y tenedor o a bocados, como toda la vida. El local tampoco tiene desperdicio, ya que El Imparcial se levanta en el palacete que sirvió de sede al famoso periódico del mismo nombre.
7. Verbena Bar
Lugar de peregrinación obligatorio para todos aquellos que se dejen caer por Malasaña. En dicho local le dan la vuelta a lo castizo. Eso sí, sin perder la esencia de lo que el término significa.
Como no podía ser de otra forma, uno de los protagonistas de su carta es el bocata de calamares rebozados y bien crujientes. Como acompañamiento se sirve una salsa de alioli. Está a elección del cliente usarla o no, pero es más que recomendable para darle un toque final perfecto al plato.
“El placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su conversación”.
-Marco Tulio Cicerón-
Ya lo has visto, si quieres probar los típicos bocatas de calamares en Madrid hay muchos sitios donde puedes hacerlo. Estos son solo algunos de ellos, pero paseando por el centro su inconfundible olor te llevará a otros establecimientos en los que tomarlos.