Las pinturas rupestres de Bhimbetka en la India

Las pinturas rupestres de Bhimbetka son la joya más antigua de todos los lugares de la India catalogados como Patrimonio de la Humanidad

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 04 junio, 2019

Las pinturas rupestres de Bhimbetka no son el lugar más conocido de la India. Pero, curiosamente, representan los restos más antiguos de la presencia del ser humano en ese gigantesco país de Asia. Se trata de un gran yacimiento arqueológico compuesto por varias cuevas y abrigos donde el hombre de la Edad de Piedra nos legó su arte pintado sobre la roca.

¿Dónde están las pinturas rupestres de Bhimbetka?

Lo primero que hemos de conocer sobre las pinturas rupestres de Bhimbetka es su ubicación. Pues bien, las podemos visitar en el estado de Madhya Pradesh, un gran estado tropical en el corazón de la India. Es uno de los territorios donde la exuberancia de la vegetación lo convierte en un lugar plagado de rincones mágicos.

En concreto, las pinturas rupestres de Bhimbetka se hallan unos 45 kilómetros de la ciudad de Bhopal. Se encuentran en un paraje de colinas y roca arenisca con densos bosques. Todo con un aspecto muy parecido al que tendría varios milenios atrás, cuando los hombres prehistóricos se establecieron y vivieron como cazadores y recolectores.

Un amplio yacimiento arqueológico

En total, el conjunto de abrigos que acogen las pinturas rupestres de Bhimbetka se extiende en un vasto territorio de casi 2000 hectáreas. Este es un conjunto donde la historia más remota y la naturaleza más salvaje se dan la mano.

De hecho, es un ejemplo magnífico para ver cómo el género humano ha sabido interactuar durante milenios con el paisaje donde habitaba, viviendo de él, pero sin esquilmarlo ni agredirlo. Ese es uno de los motivos por los que toda esta zona arqueológica está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Qué nos cuenta las pinturas

En realidad, lo que ha quedado plasmado en las pinturas rupestres de Bhimbetka se convierte en una especie de libro ilustrado de cómo vivía el hombre antiguamente en este territorio. Hay un estupendo muestrario de todo tipo de actividades prehistóricas.

Una curiosidad es que algunas pinturas permiten hacerse una idea de qué comían y bebían. Es decir, gracias a estas pinturas rupestres conocemos la dieta prehistórica en esta zona. Una dieta en la que tenían mucha importancia los animales que vivían aquí y que vemos en las pinturas: elefantes, tigres, bisontes o pavos reales.

El descubrimiento de las pinturas rupestres de Bhimbetka

Esta joya fue un descubrimiento de un arqueólogo local a mediados del siglo XX. Por eso, todavía queda mucho por analizar. Pero el terreno es agreste y el trabajo es lento, sobre todo, a la hora de realizar excavaciones arqueológicas que aporten más materiales que las pinturas. No obstante, la riqueza de las pinturas rupestres ya es enorme.

Curiosamente, tienen muchos parecidos estilísticos con otras joyas repartidas por el mundo, aunque sea en lugares tan distantes como las pinturas halladas en el desierto del Kalahari o en el Parque Nacional de Kakadu, en Australia. Incluso, los estudiosos han encontrado parecidos con las maravillosas pinturas prehistóricas de la cueva de Lascaux en Francia.

El relato de la humanidad

Por otra parte, los investigadores también aprecian que en las pinturas rupestres de Bhimbetka se van superponiendo las imágenes. Hay abrigos donde, junto a las pinturas del Paleolítico más antiguas, de hace más 11 000 años, se pueden ver otras de periodos posteriores. En algunos casos, incluso, son de tiempos más recientes, como la Edad Media.

Por ello, este lugar también nos sirve para ver la lenta evolución del hombre en la zona. Otro motivo más para que las pinturas rupestres de Bhimbetka merezcan ser mucho más conocidas. Al fin y al cabo, es una de las más importantes joyas del patrimonio histórico de la India.

Bien es cierto que hay infinidad de tesoros en el país y de tanta valía como pueden ser el Taj Mahal o el Palacio de los Vientos de Jaipur. Sin embargo, lugares como este yacimiento nos muestran que el gigante indio siempre tendrá grandes secretos por descubrir.